jueves, 20 de enero de 2022

Confesiones de amor - Chiyo Uno

 

Título: Confesiones de amor                                                                                           Autora: Chiyo Uno

Páginas: 224

Editorial: Alpha Decay 

Precio: 19,90 euros 

Año de edición: 2019

Pues me he decidido a leer este clásico japonés, una novela que armó mucho revuelo cuando se publicó allá por el año 1935, al centrarse en uno de los temas clave de la sociedad japonesa, todavía está rodeado de cierto tabú: la diferencia de los roles masculino y femenino en las relaciones de pareja. En una cultura llena de reglas y normas estrictas, este texto protofeminista rompió moldes y puso delante de los japoneses una historia de amor muy particular, bellamente escrita, en la que las mujeres rompen moldes, toman la iniciativa y no siempre se comportan como los demás esperan.

Comienza en tono menor y humilde, algo típicamente japonés («No sé por dónde empezar, dijo, y tras reflexionar unos instantes, comenzó a contar su historia lentamente»), para narrar a continuación en primera persona las aventuras y peripecias emocionales de un hombre algo colérico, Yuasa, un famoso pintor que vuelve a Japón después de varios años en el extranjero, se separa de su mujer y comienza a tener una serie de relaciones extramatrimoniales accidentadas y curiosas. Conoce a la torrencial y joven Takao, impulsiva y caprichosa, a la arrebatadora y bella Tsuyuko y a la dulce y delicada Tomoko. Y ofrece todo un catálogo de maneras diferentes de vivir la pasión: el amor atrevido y dominante, el amor obsesivo y sin remedio, el amor dulce y tranquilo...

El argumento está lleno de vaivenes, enredo y situaciones complicadas, que se suceden a un ritmo vertiginoso y acción a raudales. La trama recuerda a «El sueño eterno» de Chandler, si se sustituye cada situación violenta por un lance amoroso y se aplica el consejo del maestro de la novela negra sustituyendo a un hombre con una pistola por una fémina: si no sabes cómo continuar con una escena, haz que se abra la puerta y entre una mujer pidiendo guerra. La narración recorre el camino desde el amor hasta el desamor, los amantes despechados y los intentos de suicidio. Pero hay que reconocer la habilidad de esta escritora, que desde el principio va dejando pistas, detalles premonitorios de lo que va a suceder después.

La tensión narrativa está muy bien mantenida, las situaciones dramáticas se suceden, todas con fuerza e inesperadas, y el desenlace no deja de ser curioso y original. La historia está basada en las experiencias personales de la propia autora y el protagonista parece que está inspirado en el relato que le hizo de su vida el artista Seiji Tōgō, con el que tuvo un romance torrencial y convivió durante cinco años.

Para entender y disfrutar de la historia creo que hay que leerla en clave feminista, ver cómo las chicas toman el mando y tienen un comportamiento poco convencional. En cualquier caso, la obra está escrita con la contención, la sensibilidad y la delicadeza japonesas, pero por debajo de ese envoltorio poético, laten pasiones de una intensidad arrolladora. Los amantes de la literatura oriental disfrutarán con su lectura.

Una novela que marcó un hito en la literatura japonesa, vibrante, bella y muy entretenida, que acaba con una cuasitragedia y un desenlace abierto muy sugerente. Un libro que hace pasar unas cuantas horas estupendas y una obra atrevida, valiente, que rompió muchos tabús en su época y todavía, mantiene cierta vigencia. Muy recomendable.

La traducción del japonés es de Junichi Matsuuna (Osaka, 1945), licenciado en literatura española por la Universidad de Eichi (Japón) y Lourdes Porta (La Bisbal del Penedés, 1961), profesora de japonés de la Escuela Oficial de Idiomas de Barcelona.

Chiyo Uno (Iwakuni, 1887-1996) fue una escritora y diseñadora de kimonos japonesa. Nació en una familia de fabricantes de sake, se quedó huérfana de madre a los dos años y su madrastra la prometió a los 14 años con un primo suyo, pero Chiyo se negó a casarse. Su padre dilapidaba la fortuna familiar en mujeres y juego. Ella, deseando independizarse, empezó a dar clases como maestra a los 17 años en un colegio, pero la despidieron por tener un romance con otra maestra.

Poco después se casó, decidió dedicarse a escribir y ganó con 24 años un concurso literario de una revista con una novelita titulada La cara pintada. Dejó a su marido, se instaló en Tokio y, como tantas japonesas en los años 20, estaba fascinada con la cultura europea. Publicó la primera revista de modas en Japón, Stylus, y fue una de las primeras mujeres japonesas conocidas en cortarse el pelo. Comenzó a llevar una vida muy libre, se casó varias veces, tuvo numerosos romances, multiplicó trabajos temporales y mudanzas... era una moga (jovencita moderna que vivía la bohemia tokiota. 

A los 38 se hizo famosa al publicar «Confesiones de amor», todo un éxito. Siguió compaginando la publicación de novelas, en parte autobiográficas, con la dedicación al mundo de la moda. A los 60 años, organizó el primer desfile de kimonos en Estados Unidos. Al final de su vida recibió el reconocimiento del Emperador y se convirtió en una de las grandes damas de la literatura japonesa. A los 86 años, publicó sus memorias, tituladas «Seguiré viviendo», que se convietieron inmediatamente en uno de los libros más vendidos en Japón.

Chiyo Uno

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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