domingo, 11 de abril de 2021

Los mensajes sincopados de Rocío Quillahuamán

 

Rocío Quillahuamán (foto Pilar Pellicer)

Esta chica de 26 añós, de apariencia dulce, sonriente y aspecto inofensivo, es la última sensación de las redes sociales. Sin saber dibujar especialmente bien, ni dominar las técnicas de la animación, Rocío Quillahuamán (Barcelona, 1994) ha conseguido, parece que sin proponérselo y en tres años, publicando animaciones en Instagram, Facebook, Twitter, Youtube... cientos de miles de seguidores y llamar la atención de todo el mundo. Las entrevistas se multiplican, las propuestas menudean y el teléfono no deja de sonar. Es todo un fenómeno.

La verdad, es que los vídeos son estupendos y resultan muy cómicos. Vemos un par de ejemplos, el primero hecho para Nike, el segundo, para Yorokubu:


¿Cuáles son las razones de su éxito? Por supuesto, su originalidad, lo impactante de sus vídeos (volumen alto, imágenes agresivas, visceralidad) y que da voz a una serie de problemas e inquietudes de mucha gente (precariedad, injusticia, dificultades para salir adelante); pero a mí me llama la atención el montaje convulso y la rapidez del resultado en general. Creo que esa es una de las claves de su comicidad. Los mensajes sincopados consiguen a veces que desaparezca la lógica racional del discurso, apelan a lo intuitivo, lo inconsciente y generan una deformación grotesca que resulta muy divertida. Un efecto muy curioso.

En cualquier caso, cuánto nos gusta Quillahuamán.

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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