domingo, 25 de abril de 2021

La censura de cómics - Juan Ramón Mora

 
La censura también afecta, y mucho, a los cómics y viñetas que se publican, tal y como se puede ver en una estupenda y muy documentada entrada del blog de Juan Ramón Mora, distinguido dibujante e historietista.
 
El primer ejemplo llamativo que menciona es el del simpático vaquero Lucky Luke, al que ya no le dejan fumar en algunos países, pero hay muchos otros ejemplos, tal y como se muestra en el libro de Jan Smet titulado «Duizend bommen en castraten» (Mil bombas y castrados), que se publicará en Bélgica el próximo mes de junio. Esperemos que se traduzca pronto al español. Dividida en capítulos temáticos (juramentos, desnudez, sexo, sida, racismo, sexismo, tabaquismo, ataques a la corona, etc.), es un tratado muy completo, de 572 páginas, sobre una larga lista de excesos en el afán de prohibir que tienen, demasiado a menudo, las autoridades.
 
Sobre el mismo tema, y basada en el libro, se puede visitar en la sala Bozar de Bruselas una interesante exposición.

Si los medios de comunicación constituyen el cuarto poder en las democracias, en las que es deseable el mayor número de contrapesos y contrapoderes para equilibrar, las historietas y viñetas satíricas han cumplido históricamente un papel esencial en cuanto a libertad de expresión y crítica del poder.

Como todo poder, debería ser libre e independiente y a la pregunta de si hay algunos temas que justifican la censura de viñetas, como la protección de minorías, el odio, el racismo y otros, la respuesta es obvia: ellos mismos, los historietistas y los medios, son los que deben autorregularse. 

Afortunadamente, parece que, al menos en España, a Lucky Luke sí le dejan fumar. 

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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