Pues, dado que el teatro no se escribe para ser leído, sino para ser rpresentado, hoy vamos a dar algunas pistas para poder ver teatro en tiempos de cuarentena, como una medidad de alivio más.
Creedme que vala le pena. Leer teatro de vez en cuando está muy bien y es recomendable. Pero la magia del teatro va mucho más allá de la lectura de un frío texto. Ese fenómeno ten extraño de que otra persona nos diga que es quien no es, se mueva, haga cosas y hable perpetrando un engaño, mientras nosotros, jugando a creérnoslo, vemos durante un rato un trozo de vida que alguien ha imaginado para nosotros, como un sueño dirigido, pero completamente real... es algo muy especial.
Empezamos con «Doce hombres de piedad» del estadounidense Reginald Rose (1920-2002), representada y emitida en el programa televisivo Estudio 1 en 1973 con un elenco de autores fabuloso, lo mejor de la vieja escuela de teatro español: Jesús Puente, Pedro Osinaga, José Bódalo, Luis Prendes, Manuel Alexandre, Antonio Casal, Sancho Gracia, Carlos Lemos, Ismael Merlo, Fernando Delgado, Rafael Alonso y el inimitable José María Rodero. Todos ellos actores de primera linea, extraordinarios. Una obra estupenda sobre las deliberaciones de un jurado y la búsqueda de la verdad.
El reparto de la versión de Doce hombres sin pedad de Estudio 1
Se puede ver en Youtube o en la web de RTVE.
En la web de RTVE, que es un filón, se pueden encontrar 184 programas completos del ya mencionado Estudio 1, un programa de televisión mítico que emitió una obra de teatro completa a la semana, desde 1965 hasta 1984. Recuerdo ver teatro en casa desde niño, algo inolvidable.
En Youtube, si buscáis «teatro completo», podéis encontrar muchas obras, por ejemplo «El veneno del teatro» de Rodolf Sirera o el «Tartufo» que interpretó Agustín Gonzalez. Y en esta web, ofrecen una selección de 10 obras estupendas.
Vamos, que el que no ve teatro es porque no quiere. Y cuando acabe todo esto, por favor, id al teatro, al auténtico, al de verdad. Allí encontreréis algo que ninguna otra cosa os va a dar. Algo que nació hace casi 3000 años y que sigue fascinándonos.
Vamos, que el que no ve teatro es porque no quiere. Y cuando acabe todo esto, por favor, id al teatro, al auténtico, al de verdad. Allí encontreréis algo que ninguna otra cosa os va a dar. Algo que nació hace casi 3000 años y que sigue fascinándonos.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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