lunes, 15 de abril de 2013

Cuentos de viajes y viajeros del viejo continente - VV. AA.


Título: Cuentos de viajes y viajeros del viejo continente 
Autor: Varios autores 

Páginas: 272 

Editorial: Clan 

Precio: 21 euros 

Año de Edición: 2009

No puedo disimular que me gusta mucho leer recopilaciones de cuentos de varios autores, su lectura me resulta muy amena y el contraste de estilos y tonos permite apreciar mejor a cada autor. Además de que la selecciones suelen ser buenas y permiten leer los mejores relatos de cada escritor.

Eso es lo que pasa con esta maravillosa antología que incluye catorce soberbios relatos, texos de primerísima línea de otros tantos autores. Son todos buenísimos, de grandes escritores o de autores no tan conocidos que han acertado con un tema, una historia particularmente memorable. Me han gustado especialmente por su calidad los cuentos de Eça de Queiroz, sobre lo dura que puede ser la vida para un alma sensible, el de Conan Doyle, acerca de la vida de los corresponsables de guerra, y el de Pirandello, que describe lo opresiva que era la sociedad siciliana para una mujer. Tres piezas maestras, que me han parecido sensacionales, pero todos los demás tienen tambien su interés. 

La lista de autores se completa con Jean Richepin, Franciska Grägin, Rodolphe Töpffer, Charles Dickens, la pareja Erckmann y Chatrian, Florbela Espanca, Georges Eekhoud, el gran Maupassant con un breve relato sobre la hipocondría, Boleslaw Prus e Ivan Turguéniev. Cada autor se presenta con una breve nota biográfica y de verdad que la selección es excelente. Una colección de los mejores cuentos escogidos de entre los mejores autores. Una de las antologías más brillantes que he leído.

Por otro lado, en el siglo XIX eran muy pocos los afortunados que podían viajar y conocer otros países y la imagen que los europeos se formaban del mundo se basaba en los relatos de los grandes viajeros, algún reportaje y noticias dispersas, información que llegaba al público en los periódicos y revistas de la época. Así que puede ser una experiencia interesante simular que hemos olvidado todo lo que sabemos del extranjero, imaginar que estamos sentados en un salón decimonónico al lado de una chimenea, oyendo a alguien leer en voz alta para todos estos relatos. Si conseguimos abstraemos del entorno y dejamos volar la imaginación, la experiencia valdrá la pena.


Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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