jueves, 24 de febrero de 2022

El libro de los perfumes - Eugène Rimmel

 

Título: El libro de los perfumes                                                                                          Autor: Eugène Rimmel

Páginas: 316

Editorial: Hiperión

Precio: 15 euros

Año de edición: 1990

Pues hoy vamos a rescatar un libro ligeramente antiguo, una joya del pasado que se publicó en 1867 en inglés, con el título  The Book of Perfume, y en 1870 fue traducido al francés. ¿Qué de qué autor es? Pues nada más y nada menos que de Eugène Rimmel, un gran perfumista francés que triunfó en Londres en el siglo XIX, famoso por haber inventado máscaras de pestañas no tóxicas.

El libro ha sido editado, con gran acierto, en 1990, por la editorial Hiperión, con una portada que reproduce la de la primera edición e incluye las más de 250 ilustraciones originales de Tomas Bourdelin.

¡Pero si todavía no he dicho nada del contenido del libro! Qué despiste. El libro se abre con un capítulo sobre la fisiología del perfume, en el que el autor expone lo que sabe sobre el sentido del olfato, el origen de la perfumería, su influencia en la memoria, sus cualidades medicinales, una muy interesante clasificación de los olores y temas parecidos. 

Luego aborda la historia del perfume y la cosmética, empezando por los antiguo egipcios y pasando por los judíos, los griegos, los romanos, los árabes, turcos y persas, los indios, tibetanos, chinos y japoneses, las «naciones sin civilizar» (África, Filipinas, Nueva Zelanda, Oceanía y los indios americanos), para llegar a Francia e Inglaterra. A cada una de esas sociedades dedica un capítulo detallado y lleno de aspectos interesantes. A continuación incluye un capítulo sobre los usos comerciales de flores y plantas, en los que detalla varios procesos industriales de fabricación, otro capítulo sobre las materias primas usadas en su profesión y un apéndice con una lista de esas sustancias, su nombre científico y de dónde proceden, en el que puede verse, por ejemplo, que la bergamota se cultivaba en Calabria y Sicilia, y que la verbena procedía de España. Una verdadera «biblia» del perfume.

El tono es ameno y divertido, el texto incluye poemas, anécdotas, detalles curiosos y cientos de historias, además de tratar de mantener siempre el rigor en los aspectos técnicos. En fin, un libro que es una delicia, en el que se aprende mucho no solo del noble oficio de los perfumistas, sino también de historia y del espíritu de la época en la que fue escrito. Una maravilla.

Encontré esta magnífica publicación en la librería Hiperión, situada en la madrileña calle de Salustiano Olózaga, 14, cerca de la Puerta de Alcalá, un lugar fabuloso, en el que se encuentra una cantidad inimaginable de volúmenes raros y difíciles de encontrar, tantos que más parece una biblioteca que una librería.

La traducción del francés original es obra de Juan Ignacio de la Iglesia.

Grabado original de Tomas Bourdelin

Eugène Rimmel (1821-1887) fue un empresario francés dedicado a los productos cosméticos. Se mudó con su familia a Londres cuando su padre recibió una invitación y el encargo de hacerse cargo de una perfumería en Bond Street. Cuando creció, siguió las huellas de su padre y en 1844, a los 23 años, abrió una perfumería llamada The House of Rimmel. 

Considerado el gran pionero del cuidado personal y los productos de belleza, hizo mucho para difundir los hábitos de higiene personal. Se hizo famoso por ser el primero en lanzar enjuagues bucales, cremas de uso diario para las damas de clase media y una máscara de pestañas no tóxica. En 1869 comercializó el «Superfin», el primer maquillaje de pestañas hecho con polvo de carbón y vaselina. En los años siguientes lo fue perfeccionando y desde entonces, rimmel es una palabra adoptada en la mayoría de los idiomas con pequeñas variaciones.

También lanzó abanicos perfumados, para que las damas dejasen su fragancia allí donde fueran, puso una fuente de perfume para la Gran Exposición de 1851, lanzó la idea de catálogos para la venta por correo y fue el perfumista oficial de la reina Victoria.

Se hizo muy famoso y cuando murió, los obituarios de medio mundo hablaban del fallecimiento de El príncipe de los perfumes. Sus hijos continuaron llevando la firma, que fue una empresa familiar hasta 1949.

Eugène Rimmel

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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