lunes, 7 de febrero de 2022

El cementerio de los reyes menores - Zoran Malkoč

  

Título: El Cementerio de los reyes menores                                                                      Autor: Zoran Malkoč

Páginas: 224 

Editorial: Rayo verde

Precio: 18 euros

Año de edición: 2016

Tenemos aquí este libro formado por 26 relatos duros y desquiciados, que sientan como una patada en el estómago, llenos de violencia, bajos instintos y la vorágine de la posguerra de los Balcanes, el siguiente capítulo de un infierno difícil de imaginar que llenó de horror la antigua Yugoslavia durante una década, entre 1991 y 2001. 

Cuentan las peripecias de un grupo de amigos, o al menos conocidos, hombres envejecidos prematuramente, alcoholizados y triturados por la guerra, que habitan el horror, pero que ya se han acostumbrado, lo han convertido en cotidiano y lo ven como algo normal. Frecuentan bares en los que los músicos no paran de tocar porque cada vez que tratan de bajar del escenario, los clientes sacan sus armas y disparan por encima de sus cabezas. Tienen por costumbre apostar de vez en cuando a ver quién de ellos va a morir primero y no tardan muchos días en saber quién ha ganado.

Una mezcla salvaje de lo mejor de Tarantino, Almodóvar y Bukowski. Genial, brutal, caótica y arrolladora. Aquí hay contrabando, tráfico de armas, mucho alcohol, droga, mujeres,  violencia... Las historias son oníricas, surrealistas, suceden a un ritmo endiablado, barbaridad tras barbaridad, y consiguen, no sé cómo ni porqué, leerse muy bien, tener calidad literaria y horrorizar en cada página al lector, que se pregunta continuamente cómo es que le gusta leer relatos así. Como muestra, baste mencionar algunos de los títulos de los cuentos: La noche en que comimos lombrices, Vuelco en el día que murieron dieciséis croatas, El muerto indeseado, No quiero volver a saber nada de enanos.

Porque se trata de un libro duro, brutal y políticamente incorrecto. No hay poesía en estas páginas, solo acción y locura. ¿Puede la guerra destilarse hasta producir literatura de la buena? Pues leyendo estas páginas hay que concluir que sí, que la magia del arte es capaz de hacerlo. La cuestión es que aunque sea una obra atroz, es al mismo tiempo extrañamente bella. Sabemos que no nos debería gustar y nos genera cierto rechazo, pero a la vez nos seduce de manera irresistible y no podemos dejar de leer. Quizás sea tolerable porque los personajes actúan sin maldad, simplemente se han acostumbrado a lo terrible y ya no lo ven. Mantienen cierta inocencia, no mucha, tampoco hay que exagerar, porque a pesar de todo son así porque una guerra larga y terrible les ha pasado por encima, con todo lo que ello supone.

Dice la portada que son cuentos que pinchan y muerden, y es verdad. Un libro de relatos oníricos y desquiciados para estómagos de titanio, capaces de aguantar lo que les echen, no me digáis luego que no os he avisado. En mi opinión, demuestran dos cosas: que el horror que genera la guerra es inimaginable y que hay escritores, como Malkoč, que consiguen encontrar cierto consuelo y quizás salvarse, gracias a la literatura. Madre mía.

La traducción es obra de la madrileña Luisa Fernanda Garrido y su marido, el croata Tihomir Pištelek. El quipo formado por ambos ha traducido al español obras de Ivo Andrić, Miljenko Jergovic, Predrag Matvejević, Aleksandar Tišma, Dubravka Ugrešić y otros.

Zoran Malkoč (Nova Gradiška, 1967) es un escritor croata. Además, es judoka, soldado y anticuario. Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de Zagreb. Sus relatos, editados en revistas croatas e internacionales, y novelas han recibido varios premios, como el premio T-portal de novela, el Premio Literario más importante en Croacia.

Zoran Malkoč

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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