Un hórreo neozelandés
Aunque los libros dicen que el británico James Cook descubrió y exploró Australia y Nueva Zelanda en 1770, parece que más de dos siglos antes, en 1526, una carabela perdida tripulada por gallegos arribó a las costas de esas islas. Por eso pueden encontrarse en Nueva Zelanda una especie de hórreos, llamados patakas, por eso Cook encontró aborígenes de rasgos europeos en aquellas islas, por eso se han encontrado cañones españoles abandondados en aquellas aguas y por eso en A Coruña, en la calle Orillamar, hay un metrosidero, una especie originaria de Nueva Zelanda, un magníifico ejemplar que puede tener entre 400 y 500 años de edad, plantado por alguno de los supervivientes.
De los 450 hombres que formaban la expedición de siete naves, solo consiguieron regresar a casa 24 en un solo barco. La increíble historia se resume en este enlace y se cuenta en el libro The Lost Caravel (1975) escrito por el profesor australiano Robert Langdon (Adelaida, 1934-2003).
El metrosidero de A Coruña
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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