Título: Los cuentos Autora: Mavis Gallant
Páginas: 976
Editorial: Lumen
Precio: 34 euros
Año de edición: 2009
Una vez más una pequeña reseña en el suplemento «Babelia» de El País me ha llevado a descubrir a esta gran escritora canadiense especializada en cuentos y proveniente del periodismo, lo que se aprecia claramente en su forma de narrar, siempre desde fuera y en una aséptica posición respecto al comportamiento de sus personajes. Es de agradecer que la editorial Lumen se haya decidido a reunir su obra cuentista en un solo tomo (casi mil páginas), que a mí me ha tenido ocupada prácticamente los días de este extraño verano de pandemia.
Aunque la propia escritora opina sobre el modo de lectura de un libro de cuentos lo siguiente: «Los cuentos no son un capítulo de una novela. No tendrían que ser leídos de corrido, como si una historia fuera la prolongación de otra. Lean uno, cierren el libro, lean algo distinto y vuelvan luego. Los cuentos pueden esperar...»
Yo no la he obedecido y los he leído de un tirón. En total son treinta y cinco cuentos, que la editorial ha ordenado cronológicamente según las décadas en las que fueron escritos, desde los años 30 hasta los 90 (la autora falleció en 2014 y estuvo escribiendo prácticamente hasta el final de su vida).
Las escritoras Alice Munro y Margaret Atwood se han declarado alumnas de Mavis Gallant y sí es cierto que algunos cuentos de la primera recuerdan al estilo casi periodístico de nuestra escritora. Gallant se sitúa, como ya he comentado, fuera de la escena del cuento, Desde un punto de vista independiente, a veces incluso frío podríamos llegar a decir. No hay juicios de valor y por tanto no interfiere en la opinión final del lector.
A mí me han gustado especialmente «El verano de un hombre soltero», en el que un solterón ve revolucionada su tranquilidad al llegar su hermana y sobrinos a pasar el verano con él en su casa del sur de Francia, y también «El otro París», que narra la tristeza de una joven que se instala en París con una imagen reconstruida por las fotografías y el cine y se enfrenta a la realidad de la capital. Es muy complejo en mi opinión describir el paso de la ilusión a la desilusión, pero Mavis Gallant lo consigue plenamente.
No hay que perderse a esta escritora, pero quizá hacer caso de su recomendación y leer sus cuentos de forma aleatoria abriendo el libro al azar por cualquier página.
Mavis Gallant nació en Montreal, Quebec en 1922 y se educó en un total de diecisiete escuelas públicas, privadas y de monjas de Estados Unidos y Canadá. En la década de 1940, Gallant trabajó durante un breve período de tiempo para la National Film Board antes de conseguir un puesto como reportera para el Montreal Standard (1944-1950). Mientras trabajaba para el Standard, publicó algunos de sus primeros relatos cortos, tanto en el periódico como en las revistas Preview y Northern Review.
En 1950, dejó el periodismo para dedicarse plenamente a la escritura Se trasladó a Europa con la esperanza de poder trabajar exclusivamente como escritora y no tener que realizar otro trabajo como apoyo económico. Residió brevemente en España antes de instalarse en París, donde vivió el resto de su vida. Su primer cuento publicado internacionalmente, «Madeline's Birthday», apareció en el número del 1 de septiembre de 1951 del The New Yorker. Poco más tarde la revista publicó más cuentos suyos. Publicó más de cien historias en el The New Yorker a lo largo de su carrera; junto con Alice Munro, es una de las pocas autoras canadienses cuyas obras han aparecido regularmente en la revista.
Escribió dos novelas, una obra de teatro y numerosas colecciones de historias, con muy buena acogida de la crítica, y por último, también público un libro de ensayos. Durante los inicios de su carrera, la crítica canadiense decía que en Canadá se le ignoraba injustamente por su condición de expatriada; antes de la década de 1970, de hecho, los editores canadienses no publicaban sus libros y estos estaban disponibles únicamente como importaciones estadounidenses caras e inusuales. No obstante, esto cambió cuando la sección canadiense de Macmillan Publishers compró los derechos de publicación de From the Fifteenth District. Gallant fue franca acerca de su deseo de autonomía y privacidad. En una entrevista concedida a Geoff Hancock, de la revista Canadian Fiction en 1978, habló acerca de su «proyecto de vida» y su traslado a Francia para escribir diciendo: «He organizado las cosas de modo que tenga libertad para escribir. Es lo que me gusta hacer». En el prefacio de su colección Home Truths: Selected Canadian Stories (1981), empleó las palabras de Boris Pasternak como epígrafe: «La independencia personal es lo único que importa». Falleció el 18 de febrero de 2014 en la ciudad francesa de París, a los 91 años de edad.
Publicado por Ana Domingo.
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