jueves, 9 de julio de 2020

Las calicatas por la Santa Librada - Gastón Segura



Título: Las calicatas por la Santa Librada
Autor: Gastón Segura

Páginas: 640

Editorial: Drácena

Precio: 29,95 euros 

Año de edición: 2018

Esta monumental novela de corte histórico y ambientada nada más acabar la Guerra Civil española, utiliza la excusa de una anécdota curiosa y real, la pérdida y búsqueda frenética por el ejército llamado nacional de la mejor locomotora del parque ferroviario, la conocida originalmente Santa Librada y rebautizada por los rojos como Liberación, para dibujar un retrato completo de unos años, una situación y un estamento, el ejército de Franco, lleno de detalles y anécdotas.

Relato histórico, fresco de una época, el texto reproduce maneras, costumbres, diálogos y caracteres típicos de entonces, con un realismo y credibilidad muy notables. Llama la atención en primer lugar, la riqueza del léxico empleado, desde las calicatas del título (exploraciones del terreno para ver su composición), hasta un salpicado de términos poco usuales, que no entorpecen la lectura y estimulan la mente: adumbrar (sombrear un dibujo), rebudiar (gruñir), pobo (álamo blanco), rábula (abogado de poco fuste y charlatán), socaliña (ardid para obtener algo), arambel (paño colgado como adorno; andrajo colgante), carpiar (escardiar la tierra), caliches y chinorros (piedras y guijarros)... y algunos más, que casi siempre se entienden por el contexto. La verdad, cada vez es menos frecuente encontrar libros que nos enseñen nuevo vocabulario.

El lenguaje es algo barroco, elaborado y pulido, en largas frases que, sin embargo, resultan fluidas, populares y naturales, como el escribir de Cervantes (salvando las distancias). Algún que otro detalle más hace que este libro pueda llamarse cervantino: tener como El Quijote varios relatos embebidos dentro, como en un juego de muñecas rusas, hasta cuatro historias de cerca de 50 páginas cada una y otros varios sucedidos intercalados de menor extensión; la descripción de personajes y situaciones propias del pueblo llano; la utilización de refranes y dichos, y como decía, la utilización de un estilo a la vez alambicado y natural.

A la vez que se cuentan las peripecias del teniente Polo en busca de la locomotora perdida durante dos años, se habla sobre la historia de un casino de pueblo, de una mesa de billar, del marquesito de los saleros, de la vida cuartelaria, de las tristes orgías de los militares, del juego del te tiro o no te tiro y de la gallinita ciega, de la casa de doña Inma, de las historias de Críspulo, el maquinista de la famosa locomotora, y su fogonero Honorio... hasta completar una crónica de la sociedad franquista de la victoria que, naturalmente, no queda muy bien librada.

Algunas conclusiones curiosas que quedan de la lectura de esta monumental y admirable novela, que le llevó a su autor dos años de intenso trabajo, son que en las guerras se hacen extrañas amistades, sin pasado ni porvenir, que cada bando tenía algo del oponente, como en un curioso yin y yang, y que a veces se asciende en el ajército más por extrañas misiones que por otra cosa.

En fín una novela monumental, enorme, que abarca todo un mundo propio, resucitado y puesto en pie desde nuestra historia reciente, escrita con un estilo de mucho mérito y enjundia. Un libro con fundamento, lleno de historias, que se queda en unas cuatrocientas páginas su el lector deja para más tarde los relatos intercalados, con humor e ironía, a veces descarnados y en ocasiones más líricos. Una obra tremenda que vale la pena conocer y disfrutar, ya lo creo.

Gastón Segura Valero (Villena, 1961) estudió Filosofía en la Universidad de Valencia. En 1990 se instaló en Madrid y, después de probar varios oficios, decidió dedicarse por completo a la literatura. Es uno de los pocos ejemplares de escritor bohemio que quedan, una especie en peligro de extinción.

En 1999 fué finalista del Premio de Novela Azorín con «Las calicatas por la Santa Librada». Ha publicado varias crónicas africanas sobre la historia colonial y postcolonial española, un ensayo sobre Gaudí y cuatro novelas más, una de las cuales, «Stopper» (2008), se utiliza como lectura obligatoria en la Universidad de California.

Dice haber aprendido de Galdós, le gusta manejar un vocabulario amplio en sus novelad para no aburrirse y parece que tiene unos cuantos libros sin publicar preparados en la recámara. Habrá que seguirle.

Gastón Segura

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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