Título: Nos han dejado solos Autor: Fernando Quiñones
Editorial: Planeta
Precio: 10,80 euros
Año de edición: 1980
Hoy vamos a hacer un poco de biblioarqueología para acercarnos a un libro publicado en 1980, hace 41 años, difícil ya de encontrar en bibliotecas y librerías de segunda mano, pero que posiblemente sea el mejor de este autor, profundamente gaditano o, al menos, el que mejor define su manera de hacer literatura.
Se compone de 14 relatos y un posfacio, titulado «Hablar un poco», en el que el autor cuenta cómo se ha gestado cada una de sus historias y refiere algún que otro detalle sobre ellas. Es un libro fenomenal, en el que el habla andaluza, esa manera de decir y pensar del sur de España, se hace protagonista y es el propio lenguaje el que, al irse desplegando, trae pegadas historias y sucedidos de esa ciudad, se dice que la más antigua y sabrosa de nuestro país, que los fenicios llamaban Gadir (fortaleza) hace más de 30 siglos y que ahora llamamos Cádiz.
Lleva como segundo título el de «Libro de los andaluces», y es que Quiñones ha conseguido capturar una parte esencial de la forma de ser de la gente de por allí. Los cuentos se agrupan en tres partes, Viejos, Tres lozanas andaluzas y Jóvenes, para ofrecernos un buen muestrario de lugareños en forma de monólogos llenos de sabor, color y sensaciones de la bahía. Textos que reproducen a la perfección el habla del lugar, relatos que se atropellan a sí mismos en unas narraciones muy peculiares, peroratas incontinentes que a veces hablan más tiempo de cómo es lo que van a contar que de la historia misma.
Algunos cuentos tienen pinceladas de realismo mágico andaluz, lo que no es de extrañar, porque a veces parece que Andalucía es el país hispanoamericano número 20, tan intenso es el caudal cultural de ida y vuelta que circula y asoma por allí.
Sucedidos, anécdotas y relatos orales que, o han sucedido o podrían haber ocurrido, haciendo bueno el dicho italiano: si non e vero, e bien trovato. El lenguaje es barroco, rico y jugoso, envolvente y lleno de digresiones deliciosas; una maravilla de texto que muestra y define una manera de contar única, de la que parecen surgir solos los personajes. Siempre nos han contado que el ser humano procede del barro, pero después de leer estos relatos, uno piensa más bien que surgimos de las palabras.
Historias de contrabando, de pescadores, de caza, de mineros y de corridas. un chico que descubre cuánto le gusta su tierra, Miguel Pantalón, mítico cantaor flamenco, cascarrabias y malage a toda prueba, un cura antisindicalista, el Cazón contando su accidente, un personaje extraño que malvive solo desencajonando toros, una chica de alterne con honra, una gaditana en Alemania que consuela a una recién llegada, las confesiones de la Legionaria, una aventura singular velando un pescador muerto en el puerto, un atraco que acaba como nadie se imagina, una peña flamenca en Alemania... como se ve, todo una galería de personajes, lo mejor de cada casa, para describir una sociedad, una forma de ser y una cultura. Qué sé yo.
Leyendo estos textos se siente el olor del mar, el aroma de la fritura y el viento. Y es que más allá de la postal folclórica, del exotismo de andar por casa, este libro muestra con profundidad una cultura y una manera de estar en el mundo. Un libro único y muy peculiar, que podría dar lugar a más de una tesis doctoral sobre antropología.
Creció en Cádiz con su abuela paterna y a los 15 años comenzó a trabajar en el muelle. A los 18 años empezó a colaborar en prensa y en la revista «El Parnaso». Toda su vida estuvo publicando artículos, recopilados en dos tomos que no tienen desperdicio. Trabajó en la revista Reader's Digest, resumiendo libros, y se dedicó a viajar por Francia, Portugal, Italia, Marruecos y otros países.
A los 26 años ganó el accésit del Premio Adonais de poesía con su primer libro de poemas, titulado «Ascanio o Libro de las flores y Cercanía de la gracia». Ha escrito novela, relatos y ha tocado prácticamente todos los géneros con igual genialidad. Conoce la cultura andaluza y el flamenco en profundidad, como atestigua «El flamenco, vida y muerte», uno de los mejores tratados sobre su esencia. Ésta es la página de la Fundación Fernando Quiñones, dedicada a conservar y difundir su obra.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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