Título: Nuestra parte de noche Autora: Mariana Enríquez
Páginas: 680
Editorial: Anagrama
Precio: 22 euros
Año de edición: 2019
Esta multipremiada novela ha conseguido, con todo merecimiento y en el año de su publicación, el Premio Herralde de Novela, el Premio de la Crítica en Narrativa, el Premio Celsius y el Premio Kelvin 55. Es un libro genial, que innova de manera brillante y le da una vuelta de tuerca adicional al aparentemente agotado género de terror.
La historia arranca como un cuento gótico y oscuro, protagonizado por un gigante y un niño; una historia argentina de carretera, pero en seguida el lector se da cuenta de que empiezan a pasar cosas extrañas y poco a poco se ve envuelto en una trama muy bien urdida, dentro de una historia inquietante que recuerda a ratos a los dos referentes de la autora, King y Lovecraft y nos ha puesto los pelos de punta más de una vez cuando la leíamos. Un texto realmente oscuro, perverso, desasosegante y malsano.
La autora aprovecha su conocimiento de algunos cultos bastante tenebrosos de su país (San Güesito, San La Muerte, los talismanes bajo la piel, la Mano de Gloria, las Misas del Diablo) como nexos de unión con la realidad, que hace que su ficción resulte más creíble. Enríquez da un paso más allá de Lovecraft en el sentido de que desarrolla la idea de un culto antiguo y misterioso a una deidad maligna y terrible, la Oscuridad, y profundiza en las personas que tienen contacto con ese culto, como la Orden, los médiums, los creyentes, con elegancia y de manera convincente.
El estilo es sólido, natural y moderno. Cada parte comienza de manera manteniendo al lector en una senda de pequeñas sorpresas y la información se va dosificando progresivamente, hasta que uno se da cuenta de las enormidades que está leyendo.
Una novela hipnótica, que no se puede dejar de leer fácilmente, obsesiva y desasosegante, agobiante y envolvente, que obliga cada cierto tiempo al lector a cerrar el libro, respirar profundo, mirar a su alrededor y repetir varias veces: sólo es un libro, sólo es un libro.
Por otro lado, la novela tiene estructura, que diría Bolaño. Está organizada en varias partes que saltan hacia delante y atrás varios años, así que el lector va ordenando la información que recibe poco a poco hasta componer la historia completa en su cabeza, sin saber a dónde le va a conducir todo aquello hasta el desenlace, que conecta con el principio del libro. En el fondo se trata de una historia de amor de un padre hacia su hijo, un cariño incomprendido como a veces ocurre. En este enlace se pueden empezar a leer las primeras páginas.
En suma, una novela fenomenal, un paseo literario y terrible por la Argentina mágica y ritual, ambientada en los años duros de la dictadura argentina, que juega su papel en la trama como un personaje secundario más y contribuye a crear una atmósfera de terror difuso por todo el texto. Una narración realista, detallada y muy persuasiva de hechos fantásticos y terribles, de una autora que demuestra ser digna heredera de Lovecraft. Un thriller esotérico y siniestro. Una de las mejores novelas publicadas en los últimos años y, desde luego, de lo mejorcito que nos dejó la cosecha de 2019.
Mariana Enríquez (Buenos Aires, 1973) es una escritora y periodista argentina. Nació y creció en Lanús, una ciudad del Gran Buenos Aires, entre las historias y las supersticiones de su abuela, natural de Corrientes. Más tarde, su familia se mudó a la ciudad de La Plata, donde estudió Periodismo y Comunicación Social.
Se interesó por el punk y por la literatura de terror, después de leer a los autores estadounidenses del género, especialmente Stephen King y H. P. Lovecraft. A los 19 años, publicó su primera novela, titulada «Bajar es lo peor», que se convirtió rápidamente en un superventas y un libro de culto sobre su generación.
A raíz de ese éxito, comenzó a trabajar como periodista, primero como freelance y luego en el diario Página\12 en el que ha llegadoa ser subdirectora del suplemento cultural. Mientras, ha continuado escribiendo y publicando. Hasta ahora han aparecido cuatro novelas suyas, tres libros de relatos y otras cuatro de ensayo. Forma parte del grupo llamado Nueva Narrativa Argentina y está considerada como una de las escritoras más poderosas de su generación. Es una especialista en el género de terror y ha desarrollado la curiosa costumbre de pasar su tiempo libre en cementerios.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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