Portulano de Abraham Cresques (1375), Biblioteca del Congreso de EE. UU.
Pocos saben que hubo una lingua franca en todo el Mediterráneo desde el siglo XIV hasta el XIX; yo me acabo de enterar. Durante 500 años, el Mare Nostrum, como si de una patria de facto se tratase, tuvo su propio idioma con el que se entendían marinos y viajeros de toda laya que surcaban sus aguas.
Se llamaba sabir, porque la pregunta típica con la que se trataba de iniciar una conversación en esa lengua con alguien empezaba por Sabir...? (¿Sabes..?). Era un pidgin (lengua simplificada creada a partir de otras por una comunidad de hablantes sin un idioma común para entenderse entre ellos), generado a partir del genovés, con aportaciones del castellano, portugués, occitano y catalán. Con el tiempo, se extendió hasta el Mar Rojo e incluso el Océano Índico, e incorporó términos del francés, griego, turco y árabe.
Molière incluyó algunas frases en sabir en «El burgues gentilhombre»: Se ti sabir, ti respondir, se non sabir, tazir, tazir (Si tú sabes, responde, si no sabes, calla, calla).
Cervantes en «El Quijote» lo menciona y dice que es lengua que se halla entre cautivos y moros, que ni es morisca ni
castellana ni de otra nación alguna, sino una mezcla de todas las
lenguas, con la cual todos nos entendemos.
Para dar un ejemplo más, así sería el padrenuestro en sabir:
Padri di noi,
ki star in Cyelo,
noi voliri ki nomi di ti star saluti.
Noi volir ki il paisi di ti star kon noi,
i ki ti lasar ki tuto il populo fazer volo di ti na tera,
syemi syemi ki nel Cyelo.
Un idioma curiosísimo, prácticamente perdido.
Para más información véase este enlace.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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