Título: Estaba en el aire
Autora: Sergio Vila-Sanjuán
Páginas: 240
Editorial: Destino
Precio: 19,50 euros
Año: 2013
«Estaba en el aire» fué el Premio Nadal de 2013. Vi por
televisión la retransmisión del fallo de esa edición, y desde entonces, como me
suele suceder con casi todos los «nadales»
y «planetas», pasó a engrosar mi
interminable lista de libros pendientes. De manera que hasta estos últimos días
de agosto, no me había decidido a leerlo. Desde luego, aunque algo tardío, ha
sido todo un acierto.
Cuando fue nombrada la obra
ganadora, Sergio Vila-Sanjuán (Barcelona, 1957) subió al estrado del Hotel Palace Barcelona (antiguo Hotel Ritz). En aquel momento era para mí, e
imagino que para la mayoría de los televidentes, un autor desconocido que
empezó a hablar de la alta burguesía barcelonesa de 1960 para ilustrar de viva
voz la trama de su novela.
«Un momento histórico poco abordado por la narrativa actual»
fue la coletilla utilizada en la contraportada con la que el editorial Destino
quiso ganar un hueco en el mercado editorial para su niña bonita. Y es curioso, porque este verano he leído ya dos
novelas actuales ambientadas en esa misma época y ciudad, cierto que con fecha
posterior de publicación.
He visto que en la literatura nuestros años sesenta, que en los últimos tiempos han estado
muy de moda en la televisión, se enfocan de dos
maneras muy distintas. Por un lado, la de una visión retrospectiva y derrotista reflejada,
por ejemplo, en «Pensión Leonardo» de Rosa Ribas, y por otro, la presentada en
esta novela, donde solo tienen cabida el glamour, los lujos y los excesos, pese
a estar aún en 1960 y por tanto, cuando se empezaba a consumar el «milagro económico».
Un publicitario idea un programa radiofónico bajo el
patrocinio del laboratorio farmacéutico para el que trabaja, con el cometido de
buscar personas desaparecidas al más puro estilo Paco Lobatón, pero en
Frecuencia Modulada y treinta años antes. Su proyecto consigue llevarle al
estrellato, en lo que acaba siendo la idea de su vida. Apoyado por el régimen
cosecha una audiencia prodigiosa y, sin embargo, de manera no deseada, no solo
consigue ayudar a gente de orden, sino que, sin quererlo, también hay «traidores a la patria» que sacan partido de su iniciativa. El alboroto
está servido, la historia no puede ser más atrayente.
Sergio Vila-Sanjuán
Publicado por Jesús Rojas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario