Título: Ladrilleros
Autor: Selva Almada
Páginas: 200
Editorial: Lumen
Precio: 16,90 euros
Autor: Selva Almada
Páginas: 200
Editorial: Lumen
Precio: 16,90 euros
Año: 2014
Amigos, hoy vengo a hablarles de una novela extraordinaria, auténtica y realista como un trozo de vida y llena de fuerza, una verdadera obra maestra. El escenario, un pueblo argentino perdido de la mano de Dios. El tema, la rivalidad entre dos ladrilleros, dos personas que fabrican y venden ladrillos con un horno casero. Los protagonistas, dos hombres duros, de campo, cuasimarginales, que se dedican a lo mismo, viven a cien metros uno de otros y entre ellos, esa vecindad acaba por crear un odio inconmensurable.
¡Qué buena novela! Reproduce con perfección el habla y la forma de pensar de la gente de pueblo, describe al ambiente en la Argentina profunda y tiene frases de una expresividad fascinante: «Un día su cuerpo dejará de quedarle chico a tanta furia como siente desde que tiene memoria»; «Se le frunció el culo cuando lo vió a su viejo»; «Me cago en la mierda», o «Una tarde en la que el sol raja la tierra».
Resulta ser al mismo tiempo una historia antigua como la humanidad misma, la triste crónica de una enemistad sin medida, la crónica de una rivalidad entre vecinos que incluye la violencia, y un texto rabiosamente moderno por la estructura y el desenlace. Un libro que alterna los dos puntos de vista de las dos familias con maestria y que sabe sacarle mucho jugo a recursos como las elipsis.
En fin, un libro fenomenal, que me ha hecho disfrutar mucho. ¡Qué pena que se acabe tan pronto! Está muy bien escrito y al final, está rematado con un final inesperado que encierra dos sorpresas, dos, una tras otra. Sin duda, uno de los mejores libros editados en el 2014. Una maravilla.
Selva Almada es ya una de mis escritoras favoritas y no tengo más remedio ya que tratar de leer todo lo que ha escrito y lo que puda publicar en el futuro.
Amigos, hoy vengo a hablarles de una novela extraordinaria, auténtica y realista como un trozo de vida y llena de fuerza, una verdadera obra maestra. El escenario, un pueblo argentino perdido de la mano de Dios. El tema, la rivalidad entre dos ladrilleros, dos personas que fabrican y venden ladrillos con un horno casero. Los protagonistas, dos hombres duros, de campo, cuasimarginales, que se dedican a lo mismo, viven a cien metros uno de otros y entre ellos, esa vecindad acaba por crear un odio inconmensurable.
¡Qué buena novela! Reproduce con perfección el habla y la forma de pensar de la gente de pueblo, describe al ambiente en la Argentina profunda y tiene frases de una expresividad fascinante: «Un día su cuerpo dejará de quedarle chico a tanta furia como siente desde que tiene memoria»; «Se le frunció el culo cuando lo vió a su viejo»; «Me cago en la mierda», o «Una tarde en la que el sol raja la tierra».
Resulta ser al mismo tiempo una historia antigua como la humanidad misma, la triste crónica de una enemistad sin medida, la crónica de una rivalidad entre vecinos que incluye la violencia, y un texto rabiosamente moderno por la estructura y el desenlace. Un libro que alterna los dos puntos de vista de las dos familias con maestria y que sabe sacarle mucho jugo a recursos como las elipsis.
En fin, un libro fenomenal, que me ha hecho disfrutar mucho. ¡Qué pena que se acabe tan pronto! Está muy bien escrito y al final, está rematado con un final inesperado que encierra dos sorpresas, dos, una tras otra. Sin duda, uno de los mejores libros editados en el 2014. Una maravilla.
Selva Almada es ya una de mis escritoras favoritas y no tengo más remedio ya que tratar de leer todo lo que ha escrito y lo que puda publicar en el futuro.
Selva Almada (Entre Ríos, 1973) es una joven escritora (en literatura la juventud llega hasta los 49 años) y poeta argentina, nacida en un pueblo chiquito de Entre Ríos, la mesopotamia argentina, una zona fértil entre los ríos Paraná y Uruguay. Estudió en la Universidad Nacional de entre Ríos en la capital de provincia, Paraná y pronto se convirtió en una lecora voraz y una escritora imparable. Consiguió una beca del Fondo Nacional de las Artes de Argentina para escribir sobre el femicidio adolescente. El resultado fué su estudio-novela «Chicas muertas» (2013). Ha escrito otras cinco novelas. Dirige talleres literarios de lectura, escritura y reflexión en el interior del país y en la ciudad de Buenos Aires.
Ella misma dice ser una chica de provincias y que el territorio de sus novelas es rural. Un soplo de aire fesco y auténtico en la narrativa actual. En este enlace podéis leer una entrevista muy completa.
Selva Almada
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Que alivio leer que se es joven como escritor hasta los 49 años...
ResponderEliminarQué dientes más largos me has puesto con esta reseña, Antonio.
ResponderEliminarLa tengo entre mis futuras lecturas. Después de tu opinión la leo sí o sí, y espero que no pase mucho tiempo.
Jesús Rojas.