Título: Anaconda
Autor: Hiracio Quiroga
Páginas: 200
Páginas: 200
Editorial: Alianza
Precio: 11,90 euros
Año: 1996
Este libro, aparecido en 1921, se compone de 19 relatos estupendos, publicados en varias revistas porteñas entre 1906 y 1919. En la segunda edición se suprimieron 9 para darle más unidad al conjunto, pero en esta edición, creo que con buen criterio, se incluyen esos relatos suprimidos, que muestran a un Quiroga mucho más versátil y rico. En la mayoría de ellos, la protagonista indiscutible es la selva, misteriosa e impenetrable, cuya fuerza arrolladora puede manifestarse en un río desbocado, en una fiera salvaje o en el desierto abrasador.
Frente a una naturaleza tan poderosa, el ser humano poco puede hacer, salvo tratar de sobrevivir en cada momento. El relato que da título al libro resulta muy curioso. Recuerda vagamente a Kipling y sus relatos de animales, y cuenta la terrible lucha que se entabla entre las víboras y serpientes de una zona de la selva y un grupo de científicos herpetólogos.
El estilo es realista, al mismo tiempo que muestra ya influencias modernistas. Cuenta las cosas de manera directa, rodeándolas de un lenguaje exuberante como la floresta, denso y rico en matices. Este autor es realmente un maestro del relato y merece un lugar entre los grandes del género.
Con la publicación de este libro, Quiroga alcanzó la fama y se consagró como un autor que gustaba a todos los públicos y a la crítica más exigente. Creo que es su libro más representativo y leerlo permite hacerse una idea muy cabal de su autor. Os lo recomiendo, primero porque es una lectura muy agradecida, uno se lo pasa muy bien, y segundo porque permite conocer a un autor muy interesante
Horacio Quiroga (Salto, 1878-1937) fué un novelista, poeta y dramaturgo uruguayo. desde muy jovern destacaba por su belleza. Muy pronto mostró una gran afición a la mecánica y las bicicletas. Con una de ellas y menos de 20 años, fundó el Club Ciclista de Salto y organizó un viaje de 120 km en bici. Comenzó a escribir y publicar poesía, con cierto éxito entre la crítica especializada.
Fué testigo del suicidio de su padrastro y la herencia que recibió se la gastó hasta el último centavo en un viaje a París de cuatro meses. A los 23 años vivió otra tragedia. Actuando como padrino en un duelo de su mejor amigo, al revisar una de las pistolas se le disparó accidentamente y mató a su amigo. Muerto de remordimiento y para olvidar, emigró a Buenos Aires y allí vivió hasta su muerte, se casó dos veces tuvo tres hijos y alcanzó la madurez literaria.
Allí encontró su lugar en el mundo, el Territorio de Misiones, una zona llena de selva en la que hay unas doce misiones de los jesuitas que datan de siglo XVII. Esa zona le fascinó y le sirviò de inspiraciòn para sus mejores cuentos, que tienen como escenario la selva tropical.
Se suicidó bebiendo un vaso de cianuro a los 58 años, al enterarse de que tenía un cáncer de próstata. Sus cenizas fueron esparcidas en la selva que tanto amó.
Precio: 11,90 euros
Año: 1996
Este libro, aparecido en 1921, se compone de 19 relatos estupendos, publicados en varias revistas porteñas entre 1906 y 1919. En la segunda edición se suprimieron 9 para darle más unidad al conjunto, pero en esta edición, creo que con buen criterio, se incluyen esos relatos suprimidos, que muestran a un Quiroga mucho más versátil y rico. En la mayoría de ellos, la protagonista indiscutible es la selva, misteriosa e impenetrable, cuya fuerza arrolladora puede manifestarse en un río desbocado, en una fiera salvaje o en el desierto abrasador.
Frente a una naturaleza tan poderosa, el ser humano poco puede hacer, salvo tratar de sobrevivir en cada momento. El relato que da título al libro resulta muy curioso. Recuerda vagamente a Kipling y sus relatos de animales, y cuenta la terrible lucha que se entabla entre las víboras y serpientes de una zona de la selva y un grupo de científicos herpetólogos.
El estilo es realista, al mismo tiempo que muestra ya influencias modernistas. Cuenta las cosas de manera directa, rodeándolas de un lenguaje exuberante como la floresta, denso y rico en matices. Este autor es realmente un maestro del relato y merece un lugar entre los grandes del género.
Con la publicación de este libro, Quiroga alcanzó la fama y se consagró como un autor que gustaba a todos los públicos y a la crítica más exigente. Creo que es su libro más representativo y leerlo permite hacerse una idea muy cabal de su autor. Os lo recomiendo, primero porque es una lectura muy agradecida, uno se lo pasa muy bien, y segundo porque permite conocer a un autor muy interesante
Horacio Quiroga (Salto, 1878-1937) fué un novelista, poeta y dramaturgo uruguayo. desde muy jovern destacaba por su belleza. Muy pronto mostró una gran afición a la mecánica y las bicicletas. Con una de ellas y menos de 20 años, fundó el Club Ciclista de Salto y organizó un viaje de 120 km en bici. Comenzó a escribir y publicar poesía, con cierto éxito entre la crítica especializada.
Fué testigo del suicidio de su padrastro y la herencia que recibió se la gastó hasta el último centavo en un viaje a París de cuatro meses. A los 23 años vivió otra tragedia. Actuando como padrino en un duelo de su mejor amigo, al revisar una de las pistolas se le disparó accidentamente y mató a su amigo. Muerto de remordimiento y para olvidar, emigró a Buenos Aires y allí vivió hasta su muerte, se casó dos veces tuvo tres hijos y alcanzó la madurez literaria.
Allí encontró su lugar en el mundo, el Territorio de Misiones, una zona llena de selva en la que hay unas doce misiones de los jesuitas que datan de siglo XVII. Esa zona le fascinó y le sirviò de inspiraciòn para sus mejores cuentos, que tienen como escenario la selva tropical.
Se suicidó bebiendo un vaso de cianuro a los 58 años, al enterarse de que tenía un cáncer de próstata. Sus cenizas fueron esparcidas en la selva que tanto amó.
Horacio Quiroga
Firmado por Antonio F. Rodríguez.
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