viernes, 6 de marzo de 2020

El País del Bidasoa - Sergio del Molino

  
Título: En el País del Bidasoa
Autor: Sergio del Molino  

Páginas: 80

Editorial: IPSO ediciones

Precio: 9,50 euros

Año de edición: 2018 

En este siglo XXI estamos en un momento de exaltación de las emociones y así queda reflejado en la colección que el editor Joaquín Ciáurriz, un barojiano irredento, realizó a lo largo de dos años, compuesta por 26 títulos de otros tantos autores «barojianos». El propio editor explica el significado del término barojiano: Somos un grupo de gruñones, como decía Savater, pero con una base melancólica, con bastante sensibilidad, mucha capacidad de observación y cierta dosis de individualismo. Somos difíciles de encasillar en cualquier partido o movimiento, no nos gustan por lo general los movimientos endogámicos, sean religiosos o sean nacionalistas, pero hay muchas opiniones». Lo que pidió a los autores para realizar la colección fue una reflexión sobre su relación personal con Baroja, en definitiva, sobre cómo influyó el autor en su propia vida.

Virginia Carrasco en el periódico El Correo hizo una reseña del libro de Sergio del Molino que hoy traemos aquí y tituló su artículo «Sergio del Molino o el ensayismo sentimental». De esta manera capta y sintetiza perfectamente el contenido del librito que, en apenas 60 páginas, se sumerge y nos sumerge en un paseo literario por el paisaje que tanto amó Baroja y que tan bien reflejó en sus obras.

Sergio del Molino nos tiene acostumbrados a una expresión de sus emociones contenida para, en los temas y momentos narrados más delicados y difíciles -como en su libro más comprometido «La hora violeta»-, no llegar a traspasar la fina línea que separa la emoción pura del sentimentalismo fácil.

Lo que leemos es la identificación que el autor sintió especialmente en su adolescencia -que se ha atemperado con el paso de los años- por ese Baroja individualista y solitario, amante de los paseos contemplativos y defensor a ultranza y pesara a quien pesara de sus ideas y planteamientos. Recuerda cómo sintió a Laura -protagonista de «Laura o la soledad sin remedio»- personaje amargo, huraño y antisocial, como un alter ego. El autor también se expresa en algunas ocasiones -en especial cuando nombra a su abuela materna, Curra- de manera brutal y sin paliativos, como lo hacía Don Pío en sus obras cuando calificaba situaciones o personajes que no eran de su gusto o en multitud de situaciones vitales, como cuando cuentan que se enfrentó a un oficial carlista llamándole «cochino carlista», que le valió ir a la cárcel y cuando salió de ella tener que marchar a Francia para evitarse problemas.

Me gusta mucho leer y escuchar a Sergio del Molino. Tiene una facilidad envidiable en el manejo de las palabras, que unas veces le sirven para descripciones objetivas, o con apariencia de objetividad, y otras para expresar lo más profundo de sus sentimientos, manteniéndolos sujetos de tal manera que las fórmulas lingüísticas no los dejen demasiado expuestos y así no provocar excesiva pasión en el interlocutor, sea lector o escritor. Es una forma de respeto profundo hacia quien le lee o le escucha, y quizás por ello y por la aparente ecuanimidad que se consigue con el distanciamiento, logra que nos sea fácil comulgar con sus ideas. Y es que trasmite verdad, aunque la verdad no exista…
 
Sergio del Molino

Sergio del Molino es bien conocido por el artífice de este blog que lo sigue y admira, al igual que yo, y como está abundantemente reseñado, destacaré de él lo que transmite en la distancia corta. Afortunadamente, aunque su vida ya es muy azarosa, participa en Zaragoza en cualquier acontecimiento literario para el que se le solicita, sea él el protagonista o no, y se desarrolle en las instituciones más sagradas de la cultura o en las salas más humildes de una pequeña asociación. Al final de una charla suya en la que presentó y dirigió un debate en un barrio sobre la película Fahrenheit 451, transmitió una sensación de cercanía tal que imaginé una comida familiar, de esas de larga sobremesa, en la que estuviera él como uno más.

Es un parlanchín -en el mejor sentido del término- que derrocha amabilidad, que escucha bien y que en su sonrisa y afabilidad esconde una timidez esencial, aunque superada, que le da un encanto especial. Estupendo escritor, interesante persona.
  
Publicado por Paloma Martínez

2 comentarios:

  1. Con este librito descubrí a Sergio del Molino, que desde entonces ha pasado a ser uno de mis escritores actuales favoritos. Gracias por tu estupendo comentario.
    Charli
    a.c.perez@live.com

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  2. Muchas gracias Charli por tu comentario que no había visto. Ahora ya tienes la reseña de su último libro "La piel" en este mismo blog.
    Paloma Martínez

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