Título: La piel fría
Autor: Albert Sánchez Piñol
Páginas: 288
Editorial: Edhasa
Precio: 8,50 euros
Año de edición: 2012
Albert Sánchez Piñol (Barcelona, 1965) es un antropólogo y escritor que tan
pronto escribe una novela en catalán, como lo hace en castellano. No obstante,
fue la lengua que él considera como materna, el catalán, la que convirtió a su
primera novela, «La piel fría» (2002), en el fenómeno literario del año en esa
lengua romance.
La novela se desarrolla, en los años veinte del siglo pasado, en una perdida y diminuta isla del océano Atlántico sur, cercana a la Isla Bouvet. Kollege, un británico expatriado, cumplirá la misión de meteorólogo durante un año en este territorio, ignorando las amenazas que encierra la isla.
En esta novela, icono de la ciencia-ficción española de los últimos años, se idealizan los misterios del fondo del mar. Un ejército de batracios asaltará una noche sí y otra también la isla, aunque de manera muy irregular, alterando lo que a priori iba a ser el retiro en soledad de nuestro protagonista.
Kollege, por fortuna o desgracia, no estará solo para afrontar su adversidad. Batis Caffó, el único habitante de la isla, encontrado por Kollege como Robinson Crusoe encontró a Viernes en la famosa novela de Defoe, ayudará e incordiará a partes iguales, a nuestro protagonista, con su amplia experiencia en el trato con las bestias marinas. Ambos hombres estarán obligados a entenderse en un ambiente muy hostil.
La novela no solo narrará una lucha continua. También habrá momentos de tregua, y otros incluso tiernos y de reconciliación ante unos seres que dan muestras, en ocasiones, de tener más sentimientos que el propio Batis Caffó. Alegrías y tristezas se esconderán en medio de varias aventuras, sorpresas y traiciones, con el telón de fondo de una encarnizada lucha lidiada en noches toledanas en solitario o en mala compañía.
Es difícil encontrar en nuestras letras novelas que traten este subgénero de las islas desiertas y monstruos marinos, pero no está exenta de referencias internacionales y clásicas, como pueden ser la ya mencionada obra de Daniel Defoe. Puede decirse que «La piel fría» es una especie de versión española de «Robinson Crusoe» con una buena dosis adicional de ficción y fantasía.
La novela se desarrolla, en los años veinte del siglo pasado, en una perdida y diminuta isla del océano Atlántico sur, cercana a la Isla Bouvet. Kollege, un británico expatriado, cumplirá la misión de meteorólogo durante un año en este territorio, ignorando las amenazas que encierra la isla.
En esta novela, icono de la ciencia-ficción española de los últimos años, se idealizan los misterios del fondo del mar. Un ejército de batracios asaltará una noche sí y otra también la isla, aunque de manera muy irregular, alterando lo que a priori iba a ser el retiro en soledad de nuestro protagonista.
Kollege, por fortuna o desgracia, no estará solo para afrontar su adversidad. Batis Caffó, el único habitante de la isla, encontrado por Kollege como Robinson Crusoe encontró a Viernes en la famosa novela de Defoe, ayudará e incordiará a partes iguales, a nuestro protagonista, con su amplia experiencia en el trato con las bestias marinas. Ambos hombres estarán obligados a entenderse en un ambiente muy hostil.
La novela no solo narrará una lucha continua. También habrá momentos de tregua, y otros incluso tiernos y de reconciliación ante unos seres que dan muestras, en ocasiones, de tener más sentimientos que el propio Batis Caffó. Alegrías y tristezas se esconderán en medio de varias aventuras, sorpresas y traiciones, con el telón de fondo de una encarnizada lucha lidiada en noches toledanas en solitario o en mala compañía.
Es difícil encontrar en nuestras letras novelas que traten este subgénero de las islas desiertas y monstruos marinos, pero no está exenta de referencias internacionales y clásicas, como pueden ser la ya mencionada obra de Daniel Defoe. Puede decirse que «La piel fría» es una especie de versión española de «Robinson Crusoe» con una buena dosis adicional de ficción y fantasía.
Albert Sánchez Piñol
Publicado por Jesús Rojas.
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