Título: El pintor de batallas
Autor: Arturo Pérez-Reverte
Páginas: 304
Editorial: Alfaguara
Precio: 18,50 euros
Año de edición: 2006
PérezReverte es uno de los escritores españoles actuales más sólidos. Su obra ha sido comentada varias veces en este blog y
siempre sus novelas han tenido gran aceptación. En esta ocasión comento una un
tanto diferente del resto de su obra.
En
una población de la costa mediterránea vive un fotógrafo corresponsal de guerra
retirado tras una experiencia traumática en la Guerra de los Balcanes. Habita una antigua construcción defensiva, una torre, y ocupa su tiempo
en pintar un gran mural en su interior: una gran obra, compendio de distintas
guerras de la humanidad, mezclando imágenes y soldados de distintas épocas. Le
acompaña el recuerdo obsesivo de una mujer fotógrafa y amante suya con la que mantenía
una relación con fecha de caducidad, que murió trágicamente en aquella guerra
al pisar una mina.
Un día recibe la visita de un exsoldado croata al que fotografió durante la guerra, fotografía que le valió un premio internacional. La conversación se vuelve inquietante cuando el antiguo soldado le anuncia que ha venido para matarlo. Pero antes, necesita resolver una serie de interrogantes sobre la guerra y el corresponsal de prensa, sobre la vida y la esencia del ser humano. Y a partir de ahí, se desarrollan una serie de diálogos densos entre los dos hombres que forman una obra claramente distinta a otras de Pérez-Reverte. Reflexiones y conversaciones que hacen recordar al mejor Sándor Márai y sus profundos escritos. Un texto duro y cargado de tristeza en el que la visión del ser humano es pesimista, sin concesiones a la bondad ni a la esperanza.
Un día recibe la visita de un exsoldado croata al que fotografió durante la guerra, fotografía que le valió un premio internacional. La conversación se vuelve inquietante cuando el antiguo soldado le anuncia que ha venido para matarlo. Pero antes, necesita resolver una serie de interrogantes sobre la guerra y el corresponsal de prensa, sobre la vida y la esencia del ser humano. Y a partir de ahí, se desarrollan una serie de diálogos densos entre los dos hombres que forman una obra claramente distinta a otras de Pérez-Reverte. Reflexiones y conversaciones que hacen recordar al mejor Sándor Márai y sus profundos escritos. Un texto duro y cargado de tristeza en el que la visión del ser humano es pesimista, sin concesiones a la bondad ni a la esperanza.
Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951) nos ha deleitado varias veces con
sus novelas de hechos históricos, a menudo de nuestra Historia. Y siempre lo ha
hecho documentándose ampliamente, con rigor, hasta dominar el tema sobre el que
escribe. En esta ocasión habla sobre hechos recientes que no ha tenido
necesidad de investigar por conocerlos de primera mano: él estuvo allí como
corresponsal de TVE en la Guerra de los Balcanes. Sí demuestra el esfuerzo de preparación al
escribir sobre colores, pigmentos, técnica pictórica, etc. En suma, nos regala una obra
excelente tejida sólo con tres personajes y muchas reflexiones.
Arturo Pérez-Reverte (Foto EFE)
Publicado por John Smith.
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