martes, 18 de abril de 2023

Oso - Marian Engel

 

Título: Oso                                                                                                                       Autora: Marian Engel

Páginas: 168 pág.

Editorial:
Impedimenta

Precio: 20,95 euros

Año de edición: 2015 (2º edición)

¿Es posible que una mujer, en ciertas circunstancias, pueda llegar a tener un cierto idilio con un oso? La prestigiosa y multipremiada escritora canadiense Marian Engel aborda ese tema, el de las relaciones íntimas entre personas y animales, más frecuentes de lo que habitualmente se cree. Y lo hace de manera convincente y con delicadeza, sin caer nunca en los numerosos peligros que entraña la empresa. Se trata de una cuestión poco tratada en la literatura no conozco ningún otro caso que la autora presenta en esta novela de manera plausible, con naturalidad y, la verdad, mucho estilo, hasta conseguir una buena novela que vale la pena leer por su calidad literaria, más allá de la curiosidad de ver cómo lidia con un asunto tan comprometido.

Una joven bibliotecaria, introvertida y solitaria, se ve obligada a viajar para hacer el inventario de la biblioteca de una antigua mansión situada en una remota isla canadiense. Un enigmático coronel le ha dejado en herencia la pequeña isla y todo lo que contiene a la fundación en la que trabaja nuestra protagonista. Ella ve en el viaje una oportunidad para investigar sobre la historia de la casa y la vida del militar, aficionado a la literatura y con cierta relación con escritores e intelectuales. Cuando llega, su sorpresa es mayúscula cuando ve que la vivienda tiene un peculiar habitante: un viejo oso que había sido la mascota de la familia, con su estable y todo. Aislada y sin otra compañía, verá cómo entre ambos surgirá una peculiar relación y nuestra bibliotecaria encontrará una buena ocasión para conocerse mejor a sí misma.

El texto está animado por un cierto sentido del humor aquí y allá «La tradición de que todo lo destinado a la vida al aire libre debía estar manchado, lleno de pelusa y tener a menos cuarenta años...», las descripciones de la belleza del entorno natural de la Isla de Cary son espléndidas, los paisajes son magníficos, el desarrollo de la trama es amena y la protagonista, que cuenta en primera persona la historia, alterna lo que le va sucediendo con sus reflexiones, sus pensamientos, y las notas y apuntes que va encontrando entre los libros de la casa escritos por su antiguo propietario. 

Hay detalles interesantes de la cultura del país, como dichos y expresiones canadienses, como «He metido los pies en una tina de mantequilla», que quiere decir que he tenido suerte, o aspectos curiosos, como que los lapones llaman al oso «el perro de Dios» y los noruegos, «el anciano con abrigo de pieles». Y hay pinceladas de feminismo, que contribuyen a contextualizar la narración: «Porque lo que le disgustaba de los hombres no era su erotismo, sino que dieran por supuesto que las mujeres no tenían. Lo que las confinaba en el papel de amas de casa». El libro me recuerda a «El amante de Lady Chatterley» porque comparte con la obra de Lawrence un entorno natural de una belleza arrasadora que funciona como metáfora del sexo y una historia de amor transgresora y escandalosa.

En suma, una obra sencilla, sincera, natural, auténtica y profunda, en la que todo fluye con facilidad. Una historia de autodescubrimiento muy interesante, sobre el viaje de una mujer a una isla que la cambiará para siempre. Una novela valiente y creíble, en la que hay que tratar de entrar sin prejuicios ni barreras mentales y de la que se sale definitivamente sin ellas. Un texto imprescindible, de una gran belleza, que se interna en territorios inexplorados y proporciona descubrimientos inesperados. Estupendo.

El libro, publicado por primera vez en inglés en 1976, después de ser rechazada por alguna que otra editorial, generó un gran revuelo, pero la critica reconoció su innegable calidad y obtuvo el Governor General's Literary Award for Fiction ese mismo año.

La traducción del inglés es de Magdalena Palmer, que obtuvo el XXIV Premio de Traducción Ángel Crespo por su traducción de «Otoño» de Ali Smith, con la que además fue finalista del XVI Premio Esther Benítez.

Marian Engel (Toronto, 1933-1985) fue una novelista canadiense, que escribía en inglés. Vivió hasta los cinco años en orfanatos y centros de acogida, hasta que la adoptaron los Passmore. Su padre adoptivo enseñaba mecánica del automóvil y la familia se fue mudando de una localidad a otra según le cambiaban de destino.

Estudió Lingüística en la Universidad McMaster de Hamilton (Ontario) e hizo un máster de Literatura Francesa en la Universidad McGill de Montreal. Luego estuvo estudiando Literatura Francesa con una beca en la Universidad de Aix-Marsella en Aix-en-Provence, Francia

Fue profesora en varias universidades estadounidenses. A los 29 años, a pesar de que tuvo que criar a un par de gemelos, empezó a escribir. Publicó nueve novelas, dos volúmenes de cuentos y un libro de viajes. Siempre se preocupó de defender los derechos de los escritores canadienses, fue miembro destacado del sindicato de escritores de su país y la primera presidenta de la Unión de Escritores de Canadá (1973–74). Ganó varios premios y en 1982 fue nombrada Oficial de la Orden de Canadá. En 1986 se constituyó un premio en su memoria, el Marian Engel Award, que premia a escritoras canadienses por el conjunto de su obra

Marian Engel

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

2 comentarios:

  1. Leí esta novela hace un par de años, sin tener idea de premios ni haber leído reseñas. Me pareció muy interesante el personaje, la narradora, y su interioridad, quedando la historia con el oso quizás algo más forzada. El oso podría perfectamente ser metafórico. Como casi todas las historias que recuerdo de protagonista en 1era persona/animal o de protagonista/isla, o ambas cosas en este caso.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por el comentario, Dr. Fabián. La novela es buena y la relación con el oso...bueno era un animal viejo, tranquilo y acostumbrado a los humanos. Una mascota puede hacer mucha compañía y quizás en este caso, representaba lo que la protagonista esperaba de un hombre. El resultado me parece muy interesante.
    Salud y libros.

    ResponderEliminar