jueves, 9 de febrero de 2023

Un novio para mamá - Gerard Durrell

 

Título: Un novio para mamá                                                                                              Autor: Gerard Durrell

Páginas: 264 pág..

Editorial: Alianza

Precio: 15,50 euros 

Año de edición: 2015

Hace unos días hablábamos aquí de Fieras familiares de Andrés Cota Hiriart, el Gerald Durrell mexicano, y se me ha ocurrido leer uno de los libros del escritor y naturalista británico, para poder calibrar similitudes y diferencias. ¿Cuál puede ser la conclusión de comparar ambos autores? Pues que cada uno tiene sus cualidades, pero sí, se parecen en el tema que y en el tono humorístico con que lo tratan.

El mexicano tiene un lenguaje más exuberante, más juguetón y su libro es muy divertido porque sintetiza casi toda una vida dedicada a sus bichos en un único volumen. El inglés, en cambio, es ligeramente más sobrio, pero tiene una pasmosa habilidad para hacer interesantes tramas y anécdotas a veces de escaso contenido dramático. Eso se evidencia en los relatos ocho relatos que componen esta obra, especialmente en el que da título al libro «Un novio para mi madre». En él realiza una estupenda descripción del verano en la isla de Corfú, de la habitación de un adolescente naturalista y del divertido elenco que forma su familia, con un hermano mayor intelectualoideel gran escritor Lawrence Durrelly una hermana que suele trabucar los refranes más sencillos: «Cuando el río suena, lleva peces», «Dame pan y ganancia de pescadores». El conflicto arranca cuando los hermanos se conjuran para buscarle un buen novio a su madre viuda, porque dicen que «¿Cómo podemos tus hijos desarrollar un sano complejo de Edipo sin un padre al que odiar?». No puedocontar más, pero os aseguro que el cuento es muy divertido.

El resto de relatos son piezas de mediana extensión, de unas 25 paginas cada uno, en los que llama la atención que el autor sabe mantener su carácter festivo, divertido y ligero sea cual sea la ocasión, incluso cuando aborda argumentos con algo serio o casi trágico. El caso es que siempre resulta positivo, transmite un optimismo latente que hace muy agradable la lectura. Hasta la melancolía resulta deliciosa en la pluma de Durrell. En casi todos sus cuentos, aparece un animal que juega un papel central en la trama, aunque a veces se sustituye por un familiar.

Otro de sus puntos fuertes es que este hombre describe muy bien, con verdadera elegancia, colores, olores y sensaciones, lo que ayuda a transportar al lector a los escenarios exóticos de sus historias. Por otro lado, es curiosa la frecuencia y facilidad con la que el narrador toma copas alegremente, ya sea un coñac o dos, un combinado o un ponche. El caso es beber. Por algo es británico. En cualquier caso, todo el libro respira una atmósfera de comedia ligera encantadora.

En fin, un título más que demuestra la fiabilidad de Gerald Durrell. Con él ,la lectura siempre es amable, divertida y festiva. Un valor seguro.

La traducción del inglés, muy correcta y sin ninguna estridencia, es del madrileño Fernando Santos Fontela.

Gerald Durrell (Jamshedpur, 1925-1995) nació en la India, hijo de padre británico y madre irlandesa. Fue un lector voraz desde niño y no asistió a la escuela durante años, se educó con profesores particulares. Un amigo de la familia, Thedore Stephanides, doctor, científico poeta y filósofo, le enseño a amar a la naturaleza y los animales.

De vuelta en Inglaterra, trabajó en un acuario, en una tienda de mascotas, en una granja y por fin, en un zoo. Se dice que su primera palabra fue precisamente «zoo». Se especializó en expediciones de captura de ejemplares, de las que realizó diecisiete. Consiguió ganar cierto dinero escribiendo libros, haciendo documentales y programas de radio sobre sus viajes y así consiguió financiación para fundar el Zoo de Jersey, dirigido a albergar sólo especies en peligro.

En los últimos años de su vida se convirtió en un pionero de la cría en cautividad, un activista en favor de la conservación y fundó varias sociedades para la protección de la vida salvaje.

Gerard Durrell

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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