miércoles, 6 de marzo de 2019

La familia Karnowsky - Israel Yehoshua Singer


Título: La familia Karnowsky
Autor: Israel Yehoshua Singer

Páginas: 560

Editorial: Acantilado
 
Precio: 27,55 euros
 
Año de edición: 2015
 
Novela redonda.
Al igual que los expertos en vinos reservan esta expresión para aquellos que tienen la dosis justa de todos sus elementos básicos y que producen una sensación de redondez en el paladar, esta novela contiene de manera armoniosa los elementos que la hacen más que especial, extraordinaria, redonda: 
  • Una trama muy interesante, basada en la historia de una familia judía a lo largo de su periplo de exilio en la primera mitad del siglo XX desde su pueblo en Polonia hasta EE. UU. El trasfondo es importante pero sin quitar protagonismo a los personajes: el antisemitismo que hizo emigrar a tantos rusos y polacos hacia el oeste de Europa ya antes de la llegada del nazismo. Y de entre las ciudades donde se concentraron, Berlín. Allá va el hijo mayor de la familia de un rabino ortodoxo, David, en busca de un judaísmo más liberal y moderno. Allí nacerá su hijo Georges que dará un paso más, pues buscará la asimilación intentando no ser reconocido por su condición de judío sino de alemán comprometido con su país -incluso se ha casado con una alemana rubia de ojos azules-. La tercera generación representada por su hijo Yegor ya vivirá el exilio en EE. UU. y en ese personaje se escenifica la desintegración de los valores del judaísmo pues no solo abomina de él sino que en un serio conflicto de identidad decide ponerse del lado de los ejecutores de la limpieza de sangre.
  • Una estructura clara en tres partes diferenciadas que se corresponden con los tres varones de la familia, sus anhelos, sus luchas, éxitos y fracasos a la par que se nos  muestra la evolución del judaísmo y sus causas.
  • Un lenguaje claro, sencillo, con frases bien construidas y sin artificios, y una estupenda traducción del yidis original en el que fue escrito.
  • Unos personajes principales potentes, muy bien definidos, complejos y completos.
  • Un amplio elenco de personajes secundarios muy bien configurados, muy interesantes en sí mismos y que al mismo tiempo, contribuyen a la definición de los principales con los que se relacionan. 
El interés de lo que se narra y la tensión mantenida a lo largo de las 560 páginas, hacen que quien lo lee encuentre más horas al día de las que tiene para seguir viviendo una historia que atrapa suavemente desde el primer momento. Y es que se va generando en el lector una  «serena tensión emocional» que hace difícil dejar de leer y cuando se hace, dejar de pensar en lo leído. Volviendo al símil de los vinos, es un libro que gana con el tiempo, pues su influjo llega mucho más allá del momento en el que se lee la última página, al punto de hacer muy difícil la selección de la siguiente lectura. 
                   
Israel Yehoshua Singer (1893-1944) fue el segundo de tres hermanos especialmente dotados para la literatura. La mayor, Esther Kreitman, de la que ya apareció una reseña en este blog de su novela «La danza de los demonios» y el pequeño, Isaac, que sería el más famoso de los tres por conseguir el Premio Nobel en 1978. Los tres escribieron en su lenguaje materno, el yidis, y los tres nos han mostrado la cultura y costumbres judías tan importantes y fuertes como para mantenerse a lo largo de los siglos y los éxodos. Fue el primero que emigró, en 1934,  a EE. UU. y ayudó a Isaac a que se reuniera con él y comenzara su labor de escritura en aquel país.  Su primera novela «Los hermanos Ashkenazi» también cuenta la historia de la evolución del judaísmo a partir de una historia familiar.
  
 
Israel Yehoshua Singer

Publicado por Paloma Martínez.

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