miércoles, 21 de febrero de 2024

Mi dueño y mi señor - François-Henri Désérable

 

Título: Mi dueño y mi señor                                                                                                   Autor: François-Henri Désérable

Páginas: 224 pág.

Editorial: Cabaret Voltaire

Precio: 19,95 euros 

Año de edición: 2022

«Supe que aquella historia se me escapaba de las manos cuando entré en la armería».  Con esa frase tan contundente arranca esta alocada, chispeante y solvente novela, escrita con un sentido del humor muy francés y la habilidad de un autor consumado. Es la quinta novela de este jugador profesional de hockey sobre hielo y con ella ha obtenido nada menos que el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa 2021.

La historia, un buen ejemplo de inicio in media res,  es la de un triángulo amoroso barrido por pasiones con la fuerza de un huracán, formado por: Vasco, conservador de la Biblioteca Nacional de Francia, que se enamora perdidamente de Tina,el segundo vértice del triángulo, una actriz fascinada por la poesía de Verlaine y Rimbaud, que le corresponde con un amor loco y salvaje, y Edgar, la pareja de Tina, padre de sus dos hijos, que descubre el pastel y sabe manejar un bate de béisbol. Tina ama a los dos hombres, o al menos eso cree ella, y tendrá que elegir entre la seguridad y tranquilidad burguesa de su familia y el encanto de un amor arrebatado que acaba de empezar, mientras sus dos hombres escogen armamento. La historia la cuenta un amigo común, improvisado narrador ante un juez cuando se ve obligado a declarar. Pero ¿Por qué está declarando ante un juez? ¿Qué hace que la poesía es tan importante en todo esto? ¿Y a santo de qué el revolver con el que Verlaine disparó a Rimbaud es una de las pruebas del caso?

Ese es el planteamiento de esta brillante novela de incierto final. En otra manos el resultado hubiese sido un pastiche kitsch infumable, pretencioso y ridículo, pero Désérable sortea con la elegancia de un patinador sobre hielo todos los riesgos de esta desquiciada narración y nos ofrece una novela muy divertida, llena de sorpresas y giros inesperados, hace creíble lo insólito y divierte al lector de principio a fin. El estilo es terso e impecable. Está trufado de referencias literarias y frases cortas e impactantes, avanza con seguridad entre expresiones originales y frases creativas y combina el desparpajo de la juventud y la solidez de la veteranía.

La literatura, la metaliteratura y el folletín amoroso se trenzan en esta original y peculiar obra, animada por e gramo de locura bueno, quizás algo más de un gramo que les encanta a los franceses. El autor despliega un amplio abanico de técnicas narrativas con soltura y eficacia: los inicios disparatados que luego cobran sentido; los saltos hacia atrás y hacia delante sin que el lector se desoriente; la narración hacia atrás en el tiempo; la prolongación de las escenas cómicas y el dominio del tempo; algún que otro haikú de mérito; la inserción de poesías en el texto; el uso de los diagramas de tarta y frases tan originales y memorables como éstas: «Una mujer que quiere morir no se mata, se hace madre», «La ruptura amorosa es peor que la muerte, es un duelo de uno mismo por una persona que sigue estando viva y que otros podrán ver y oír, sentir y tocar», «El soneto es un poco como el amor conyugal», «¿De qué sirve la libertad sin los compromisos que la limitan?», «Solo bebo cuando estoy enamorada y cuando no» (Coco Chanel), «Para las almas desapasionadas, la pasión es siempre obscena», «Tina ordenaba su biblioteca según sus gustos: arriba, los textos excelsos, abajo, los mediocres, los malos», «Orwell no previó que nuestros más pequeños gestos y toda nuestras palabras quedasen consignadas en un pequeño objeto que llevaríamos con nosotros».

En resumen, una novela erótica, explícita, poética, apasionada y un poco loca, que sabe ser gamberra y transgresora sin perder un encanto muy especial. Original y muy expresiva, profundamente francesa, con frases que son fogonazos iluminadores y que no tengo más remedio que recomendar encarecidamente. Si queréis leer algo realmente nuevo y muy bueno, éste es vuestro libro.

La traducción del francés es de Lola Bermúdez MedinaCatedrática emérita de Literatura francesa en la Universidad de Cádiz.

El autor en plena acción

François-Henri Désérable (Amiens, 1987) es un jugador de hockey sobre hielo y escritor francés. Su padre fue también jugador de hockey sobre hielo y llegó a ser director de una organización de medicina en el trabajo. Su madre era secretaria en la Cruz Roja. Su abuelo paterno, quincallero, y su abuelo materno, gondolero en Venecia.

Se hizo jugador profesional a los 18 años en el equipo de los Gothiques d'Amiens, y lo fue durante una década. Al mismo tiempo, estudió derecho en la Universidad Julio Verne en Picardía y empezó una tesis sobre «La ejecución de los laudos arbitrales frente a la inmunidad de ejecución de los Estados», pero la abandonó para dedicarse a tiempo completo a la literatura.

Empezó a escribir también a los 18 años, después de haber leído «Bella del señor» de Albert Cohen. Con su primera novela, «¡Clic ¡Clac! ¡Boum!», sobre la muerte de Danton, ganó el Premio de Jóvenes Escritores en Francés. Ha publicado hasta ahora 5 novelas, con las que ha obtenido 12 premios. El balance no está nada mal.

François-Henri Désérable

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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