viernes, 11 de septiembre de 2020

La guerra de los pobres - Éric Vuillard

 La guerra de los pobres 

Título: La guerra de los pobres                                                                                              Autor: Éric Vuillardl

Páginas: 96

Editorial: Tusquets
 
Precio: 14,15 euros  
 
Año de edición: 2020

Eficaz, ágil, directa, clara y contundente es la escritura de Éric Vuillard. Tiene un estilo propio original, en el que con ritmo rápido narra, en este caso, en tercera persona que en muchas ocasiones deja ver a un narrador que toma partido, se pregunta, juzga y también nos interpela a nosotros, los lectores, acerca de nuestra posición en situaciones de injusticia flagrante cometida por los poderosos.

Es destacable su versatilidad como narrador, ya que puede utilizar un lenguaje corriente, hasta con inclusión de palabras vulgares que perfilan al personaje al que se alude, así como narrar momentos de lucha de especial crudeza con marcado estilo épico y alternar con otros fragmentos poéticos de gran belleza y sutilidad.

En esta obra, a pesar de su corta extensión, sintetiza unos hechos terribles que ocurrieron en la Alemania de principios del s. XVI, pero cuyos prolegómenos se hallan hasta dos siglos antes en Inglaterra y que no son otros que las revueltas de los pobres contra los estamentos dominadores, la monarquía, la nobleza y la Iglesia. Se conoce como «La guerra de los campesinos alemanes» o «La revolución del hombre común». Ese fue el ambiente en el que se propiciaron en Europa las consideradas por la Iglesia herejías. En Alemania había clérigos, como Thomas Müntzer, el protagonista, que, si en principio siguió a Lutero, enseguida fue por libre propagando ideas tomadas de unos y otros. Ideas que tenían que ver con la posibilidad de aprender el mensaje de la Biblia de manera autónoma toda vez que él mismo la había traducido al alemán; la necesaria pobreza evangélica para el clero; la esclavitud que consideraba pecado o, algo extremadamente revolucionario, la igualdad entre los hombres.

Personaje exaltado hasta el fanatismo, Thomas Müntzer se dirige a los poderosos firmando como «Destructor de impíos» o «Müntzer armado con la espada de Gedeón». En sus sermones, extrae de la Biblia sentencias terribles contra los ricos y poderosos, lo que conviene a su discurso contra los príncipes, y apela al único reino, el de Dios. Entretanto, inflama a los pobres incitándoles a la lucha contra sus opresores a pesar de su inferioridad numérica y nula preparación para las batallas. El momento álgido es la batalla de Frankenhausen que con esos condicionantes «y con la ayuda de Dios», según relataría más tarde el príncipe Felipe de Hesse, solo podía terminar de una manera fatídica para los pobres.

Vuillard cuenta la historia a su manera tras un gran trabajo de estudio y documentación. Se mete en la piel de los personajes y habla por ellos como ellos lo harían o como él cree que lo harían. Defiende la legitimidad de hacerlo así porque dice que las fantasías son una de las vías de la verdad. Al fin y al cabo, aunque nos creamos originales no hay nada nuevo bajo el sol ni una sola persona tan especial como para que no podamos ponernos momentáneamente en su lugar sin errar demasiado.

Aunque no suelo hacerlo, no me resisto a copiar lo que él mismo dice en el relato:

«La gente quiere historias, aclaran las cosas, dicen; y cuanto más auténtica es la historia, más gusta. Pero las historias verídicas nadie sabe contarlas. Sin embargo, estamos hechos de historias, nos han criado junto a ellas desde la infancia: “¡Escuchad! ¡Leed! ¡Mirad!”, hágase nuestra verdad, que nos toque en lo más vivo, que nos envíe lo más lejos posible mediante imágenes y palabras».

Y, una vez más, el autor nos ha llevado lejos y nos ha tocado en lo más vivo. Nos ha estimulado a conocer más de aquella época. ¡Y todo en 96 páginas!

Éric Vuillard
Éric Vuillard

El escritor y cineasta Éric Vuillard (Lyon, 1968) ya era conocido en su país, pero el éxito total le vino con el Premio Goncourt de 2017 por «El orden del día», obra que arrasó nada más ser editada. En sus obras, casi todas premiadas, deja clara su pasión por la historia, que nos hace mirar desde una perspectiva original, a partir de hechos pequeños en donde incursionan personajes de los que destaca características muy corrientes haciéndolos tan humanos que nos resultan totalmente verosímiles. En imagen fija, algunos serían estrambóticos, otros solemnes, en cualquier caso, singulares. Lo curioso es que esos personajes que se nos hacen tan «corrientes» son actores principales de movimientos de gran calado y grandes y graves consecuencias para la sociedad, como el nazismo, la caída del imperio Inca, la conquista de África, la primera Guerra Mundial o la Revolución francesa.

Por los temas y las formas de tratarlos, se deduce su compromiso con la verdad pasada y presente y deja al lector la posible reflexión de la realidad actual a la luz de lo pasado en otros tiempos. Cada cual puede extraer sus propias conclusiones.

Hay que destacar la imagen de la portada, un dibujo de la última época de Goya, «No harás nada con clamar» que muestra a un campesino desesperado por su situación. También merece una mención la magnífica traducción de Javier Albiñana que invita asi mismo a una lectura reposada y consciente de la que, gracias a su buen hacer, se disfruta doblemente.

Publicado por Paloma Martínez.

3 comentarios:

  1. El próximo 18 de septiembre Éric Vuillard charlará sobre #LaGuerraDeLosPobres en la librería madrileña Cervantes y compañía. Si escribís a info@cervantesycia.com, os explicarán cómo conectaros al evento virtualmente.
    Salud y libros.

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  2. Qué maravilla poder tener acceso novelado a hechos históricos que nos son tan desconocidos y, sin embargo tan ligados a hambres universales y humanas: el hambre de pan y de libertad. Gracias, Paloma por despertar con tus reseñas el hambre de lectura y conocimiento

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  3. Muchas gracias por comentar María, es un escritor estupendo que no nos agobia con su conocimiento pero que da en el clavo para que tras la lectura se tengan ganas de saber más. Y comprometido no solo en su escritura, sino también en su vida, lo que valoro mucho.

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