Título: Caperucita en Manhattan Autora: Carmen Martín Gaite
Páginas: 212
Editorial: Siruela
Precio: 11,95 euros
Año de edición: 2022
Ahora, en este año en el que se cumplen cien años del nacimiento de Martín Gaite, puede ser un buen momento para leer su obra más conocida, esta versión de Caperucita, modernizada y situada en la ciudad de rascacielos, una fábula moderna que es de esos libros que tanto me gustan: un cuento para adultos con la forma externa de un cuento de hadas. En esta historia hay una niña de diez años con una capucha roja, una deliciosa tarta de fresas, una cesta cubierta con una servilleta, un señor llamado Lobo que la aborda en Central Park, la abuelita de la niña que la espera... pero los parecidos con el cuento de Perrault se acaban prácticamente ahí. En esta versión, moderna, algo feminista y divertida, hay muchos cambios, amenidad, ternura, humor y un final feliz, preparado desde lejos con astucia.
La historia se desarrolla con el estilo inimitable de la autora, que me parece que era una gran conversadora que escribía tal y como conversaba. La voz de la narradora es la de una tía simpática de la familia, que sabe hacer una visita como Dios manda, mantener una charla rica y enjundiosa alrededor de una mesa camilla, mientras nos abrigamos con un brasero y las faldas correspondientes, y sabe contar historias con alma, es decir, con la sabiduría que dan los años y la poesía en la punta de la lengua. El tono es el de un cuento infantil, pero el contenido tiene más de una derivada y varias moralejas sobre la vida, las oportunidades, la libertad y los sentimientos.
Un libro estupendo, aparecido por primera vez en 1990, cuando todavía Nueva York era símbolo de modernidad, de riqueza cultural y a la vez, del capitalismo más avanzado. Hoy su imagen es algo diferente, pero entonces, todavía era Nueva York, el lugar al que todos mirábamos. Está cuajado de frases mágicas, de las que recuerdo algunas: «Mucha gente iba hablando sola en el metro de Nueva York», «A quien dices tu secreto, das tu libertad» (La Celestina), «Así que usted no tiene dinero ni miedo», «Pero mira, no me gusta planear las conversaciones de antemano», «¿No sería miedo a la libertad? —preguntó Miss Lunatic solemnemente», «Hablar por un lado, pensar por otro y fantasear por otro, como si estuviera bifurcada en tres ramales».
En fin, un libro encantador, que a veces recuerda lejanamente las historias de Roald Dahl, pero que tiene el sello inconfundible de Martín Gaite. Probablemente, una de las mejores o la mejor versión actualizada y enriquecida de un cuento clásico. No lo había leído hasta ahora por el prejuicio tonto de creer que era un simple cuento para niños. Que no te pase a ti lo mismo. Te lo recomiendo.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Hola. Me había leído este libro hace muchos años y recientemente, con motivo de su adaptación al teatro, me lo he vuelto a leer y me ha gustado mucho , más que la primera vez. Coincido contigo en que es una historia muy bonita con Miss Lunatic como el alter ego de Carmen. Una vuelta al cuento de caperucita muy divertida y con un mensaje muy tierno hacia su hija, la de Martín Gaite, fallecida prematuramente o al menos así lo he interpretado yo. La obra de teatro me gustó mucho, creo que recoge la esencia del libro y tiene una escenografía muy curiosa y lograda teniendo en cuenta lo difícil que es representar en teatro cuando hay tantas ubicaciones. Un saludo.
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