jueves, 15 de julio de 2021

La boda de Ángela - José Jiménez Lozano

 
Título: La boda de Ángela                                                                                                 Autor: Kosé Jiménez Lozano
 
Páginas: 142
 
Editorial: Seix Barral
 
Precio: 8,90 euros

Año de edición: 1993

Esta novelita, aparentemente sencilla, relata el tiempo de espera de los invitados a una boda, que aguardan a la espera de la ermita en la que se va a celebrar la llegada de los novios y el cura. Nada más y también nada menos, porque entre las conversaciones de los personajes y algunos detalles, como gestos, palabras, recuerdos y asuntos apenas sugeridos se describe un ambiente familiar y toda una historia, que podría haber ocupado un grueso volumen en forma de saga familiar.

Destacan la figura de la madre, una mujer que lee el Kempis y «Los novios» de Manzoni, omnipresente, que a sus 79 años sostiene toda la familia y, a veces, parece que todo un mundo, como un atlas de andar por casa, y la de Tesa, la tía que se metió monja. Pero aparecen multitud de personajes, familiares, conocidos y amigos, sintetizado todo en 140 páginas con maestría y mucho oficio.

Los diálogos son naturales y a la vez reveladores de multitud de matices y detalles. La narración es emotiva, femenina y circular, en espiral porque vuelve una y otra vez sobre el mismo tema, siempre añadiendo algo. El estilo es barroco, de una perfección que llama la atención, lleno de enumeraciones algo surrealistas y borgianas, como la que detalla el contenido del desván de las cosas importantes, llamado la habitación del catastro.

Un libro asombroso por su riqueza de lenguaje y su estructura, que recuerda a veces al Cela más experimental, que bien podría haberse titulado «Todo sobre mi madre» y que está tan plagado de sutilezas que el lector tiene la tentación nada más acabarlo de volver a leerlo por si se le ha escapado algo. No faltan los ramalazos de humor, como la escena de la pesca del monóculo en la sopa y otros sucedidos domésticos.

Una novela escrita con un lenguaje torrencial, rico y elaborado, que arrolla al lector y le sumerge en la historia de una familia de un pueblo castellano, sus costumbres y su cultura. Incluye retazos de la vida rural mesetaria que, a los que hemos vivido en ese ambiente, nos traen multitud de recuerdos y frases realmente curiosas como, por ejemplo: «Ahora los coches parecen escarabajos, ascensores o ataúdes», «Una monja no debe saber lo que es el mundo para que no lo coja asco», «A los catorce años ya se ha definido la mirada», «El peso de la codicia estropea los ojos».

Una novela formidable, abierta en cada página y rematada con un final abierto y a la vez, que consigue describir perfectamente todo el ambiente de una familia. Un excelente ejemplo de acción detenida o casi detenida, porque aquí no hay planteamiento, nudo y desenlace, sino una larga espera poblada de conversaciones y recuerdos. Una obrita muy adecuada para adentrarse en el mundo de este escritor tan particular y, a la vez, tan universal.

José Jiménez Lozano

José Jiménez Lozano (Langa, 1930) fué un escritor español. Nació en un pequeño pueblo del norte de Ávila, en donde pasó su infancia hasta que se fue a estudiar a Valladolid. Hizo
Derecho en esa Universidad, Filosofía y Letras en la Universidad de Salamanca y Periodismo en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid. Se dió a conocer como periodista en El Norte de Castilla, que llegó a dirigir, y en la revista Destino.
 
Mostró muy pronto su desacuerdo con el catolicismo imperante en una serie de «Cartas de un cristiano impaciente.» Gran conocedor de la mística española, ha sido calificado como un escritor esencialmente castellano y religioso, seguidor de la estela de Américo Castro e interesado por nuestra herencia judía y árabe, en títulos como «Nosotros los judíos» (1961), «Los cementerios civiles y la heterodoxia española» (1979) o «Guía espiritual de Castilla» (1984). 
 
En sus novelas destaca su preocupación por el lado oculto de la realidad y lo engañoso que resulta lo externo y visible. Ha escrito novela, poesía, relatos, ensayo y diarios. Fué uno de los impulsores de la primera edición de la exposición Las Edades del Hombre en Valladolid.

En 1988 ganó el Premio de la Crítica, en 1992, el Premio Nacional de las Letras Españolas por el conjunto de su obra literaria y en 2002, el Premio Cervantes. Vivió los últimos cincuenta años de su vida en un pueblecito, Alcazarén (dos alcázares), de la denominada Tierra de Pinares, al sur de la provincia de Valladolid. Falleció en marzo del pasado 2020, a los 89 años. Ésta es su página web.

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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