miércoles, 31 de marzo de 2021

Después de lo trans - Elizabeth Duval

 

Título: Después de lo trans                                                                                                Autora: Elizabeth Duval

Páginas: 283

Editorial: La Caja Books

Precio: 18 euros

Año de edición: 2021

Veinte años, veinte, tenía esta criatura cuando escribió este formidable y brillante ensayo sobre la transexualidad, uno de los intentos más serios, inteligentes, atrevidos y bien fundamentados que pueden leerse sobre el tema. Una obra de referencia que me atrevo a recomendar desde ya mismo a todos los que quieran aprender algo y creedme que hay mucho que aprendersobre la cuestión.

La autora, estudiante de filosofía en La Sorbona, ha leído con provecho a Freud, Lacan y a los autores más relevantes que han dicho algo sobre lo trans, fenómeno que desmenuza, analiza y define, con precisión y lucidez asombrosas, hasta sus últimas consecuencias. Comienza por explicar su situación ante toda la problemática trans: por un lado, cansada de que no se le hable de otra cosa y no se espere de ella otro tema ni otro discurso, y es que puede ser agotador que te tomen como portavoz de algo desde los catorce años; por otro lado, preocupada por encontrar el tono adecuado y conseguir que nadie se ofenda, que los queer no la rechacen y que la academia la tome en serio y la considere.

En seguida, arranca explicando las dos posiciones establecidas en el siglo XX a ambos lados del Atlántico ante la realidad de la transexualidad: en Estados Unidos se consideró que si el sexo biológico, físico no concordaba con el psíquico era debido a un problema de la psique, a una enfermedad mental; mientras que, en Europa, se prefería pensar que era un problema del cuerpo, solucionable con una reasignación de sexo. Así aparece la patologización del asunto, algo que ya habría que superar.

Después de esa transición se expone una definición de género, no como algo que se elige libremente (al menos de manera consciente) sino como algo que se experimenta. El género se descubre y se encuentra más que se elige. Se reconoce y se entiende, pero no se decide. Es el resultado de un complejo proceso de etiquetado que parte de una base biológica, el sexo macho/hembra, que influye en el género que la sociedad y el entorno asignan al individuo, que a su vez puede aceptar esa asignación o rechazarla y reaccionar, en una actitud que, de nuevo, está influida por la biología. Por lo tanto, la identidad de género no es algo innato a ser desvelado, sino algo que se construye a la vez que se manifiesta en un complejo proceso doble de asignación y aceptación o rechazo, ambos influidos por la biología.

A continuación, la autora entra el diálogo con los principales autores que han dicho algo relevante sobre el tema, mientras avanza en la construcción de su discurso, hacia la idea de que lo trans es en realidad más que una categoría, un movimiento, una transición entre dos polos. Se está en lo trans, más que se es trans. En un capítulo especialmente acertado, se critican dos ideas bastante extendidas. Se critica parcialmente la tolerancia, como una posición que valora negativamente y estigmatiza lo tolerado, por lo que la tolerancia tiene algo de hipócrita y negativo en sí misma, y la tolerancia pura no existe. Y, por otro lado, se denuncia la falsedad del concepto de colectivo trans, cualquier estadística muestra un universo tan heterogéneo de casos y situaciones que resulta un concepto muy artificial. Por ejemplo, el caso de los hombres trans y las mujeres trans es completamente diferente.

Finalmente, se concluye que somos cuerpos parlantes y que el género es algo tan complejo y sutil como un lenguaje, en el que nos comunicamos, dependiendo del contexto y en multitud de planos (la estética, la apariencia, el carácter y mil situaciones en las que una parte se toma como significante de lo masculino y otra parte, de lo femenino). Y el lector concluye que, claro, el ser humano, como especie anómala en cuyo devenir los intereses y pulsiones colectivos de especie están siendo sustituidos por los del individuo, evoluciona hacia una sociedad en la que cada uno encuentra sa forma particular y única de ser hombre, mujer u otra cosa (intersexual, no binario... ) en constante interacción consigo mismo y con la mirada de los otros. El género es algo que no va a desaparecer y nos va a dar mucha guerra todavía en los próximos años.

Por último, se analiza y discute el proyecto de ley trans de Irene Montero, con sus aciertos y sus puntos problemáticos. En este enlace se puede conseguir el texto completo. En fin, un trabajo extraordinario sobre un problema de la máxima actualidad, sobre el que creo que cualquiera con algo de inquietud intelectual debería reflexionar. Un discurso espléndido construido por una voz que se cuestiona a sí misma continuamente, su estatuto, sus motivaciones y sesgos, sus objetivos, su historia y sus querencias. Ya quisiéramos ver tantas cautelas en otros ensayistas, aunque es cierto que aquí son especialmente necesarios, porque lo trans es uno de los terrenos más resbaladizos e inseguros que se pueden abordar.

Esta edición está acompañada de una exhaustiva lista de referencias y una selecta bibliografía, que hacen más voluminoso el libro, que en realidad tiene 239 páginas de texto neto y escurrido.

El texto está lleno de desparpajo, expresividad y frescura, sin perder ni un ápice de contundencia y rigor. Un ensayo brillante y admirable, inteligente y penetrante, lúcido y equilibrado, directo, escrito con humildad, valentía y una gran madurez, un ensayo dialogante y dinámico, ante el que el lector se descubre y no tiene más remedio que caer rendido. ¡Qué buena es esta chica! No lo dejéis de leer si tenéis algo de curiosidad sobre el complejo mundo de la identidad de género.

Elizabeth Duval (Alcalá de Henares, 2020) es una escritora jovencísima, que estudia filosofía en la Sorbona de París y tiene ya un currículum considerable: dos libros publicados, siete artículos, un montón de entrevistas y una cuenta en Twitter de lo más interesante.

Es trans, pero no le da mayor importancia, y pertenece a la llamada generación z, también conocida como posmilénica o centúrica, formada por los nacidos entre 1995 y 2005. Gente joven que ha usado internet y las redes sociales desde que eran niños y se sienten muy cómodos en ellas.
 
Desde los 14 años ha aparecido en varios medios dando voz a los transexuales, en El Intermedio, El País Semanal y otros. Aquí ya reseñamos su primera novela, «Reina», que nos gustó mucho.

Elizabeth Duval

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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