miércoles, 30 de julio de 2025

No te olvides de mí - Carlos Fonseca

Título: No te olvides de mí                                                                                         Autor: Carlos Fonseca

Páginas: 448

Editorial: Planeta

Precio: 19,90 euros

Año de edición: 2018

Hay historias y personas que vale la pena recordar, aunque sea por un momento, para que no caigan en el olvido, porque su significado es importante y se merecen que echemos la vista atrás y las mantengamos en el recuerdo. Como es el caso de Yolanda González Martín, una joven de 19 años, militante del Partido Socialista de los Trabajadores, asesinada de un tiro en la cabeza en 1980 por los ultraderechistas de Fuerza NuevaFue una salvajada, el crimen más brutal aunque la competencia era dura― de la llamada «modélica» transición española. Una transición en la que hubo, desde la muerte de Franco en 1975 hasta que el PSOE ganó la elecciones de 1982, 600 muertes violentas. Un homicidio que nos impresionó profundamente a los que vivimos aquellos años.

En este libro, Carlos Fonseca nos ofrece un reportaje completo y exhaustivo, muy documentado y sistemáticamente estructurado de aquel tremendo suceso y de las circunstancias que lo rodearon. Repasa las circunstancias en las que se encontró el cuerpo de la joven, su vida y trayectoria política como activista de izquierdas en una época convulsa, en la que las libertades no acababan de hacerse realidad, la situación social de la época, con movilizaciones, huelgas, manifestaciones en las que la policía disparaba y mató en total a 40 estudiantes entre 1975 y 1979 —muertes que nunca se llegaron a investigar, la matanza de Atocha (1977),  la operación Galaxia (1978), los atentados de ETA, cómo se gestó y se perpetró el asesinato de Yolanda, la investigación posterior, el juicio y qué paso luego con los responsables de aquellos hechos.

El autor material del atentado, Enrique Hellín Moro, fue condenado a 43 años por asesinato con alevosía y nocturnidad, allanamiento de morada, detención ilegal, tenencia de armas y explosivos, falsificación de DNI y uso público de nombre falso.  Sus cinco cómplices fueron condenados a penas que oscilaban entre los 18 años y los 3 meses, en función de su grado de implicación. Curiosa y extrañamente, Enrique Hellín se fugó a los 5 años durante un permiso penitenciario de 7 días. Fue localizado al poco tiempo por la revista Interviú en el Paraguay del dictador Stroessner, se consiguió la extradición 3 años después, cumplió otros 5 años y obtuvo el tercer grado. En total cumplió solo unos 10 años de cárcel. En el 2013 salió a la luz que se había cambiado el nombre y trabajaba para el Ministerio del Interior como asesor, formando a policías en informática. 

Varias cosas llaman la atención especialmente dentro de esta oscura historia: que los asesinos se creían intocables y fueron inculpados gracias al insoslayable testimonio de un policía, que conocía sus movimientos el día de autos y sabía que iban a interrogar a la víctima; que aquel grupo de exaltados estaba convencido de que Yolanda pertenecía a ETA, lo que era claramente un error, y que nadie tuvo mucho interés en involucrar al partido de extrema derecha Fuerza Nueva, a pesar de los numerosos indicios que apuntaban en esa dirección. En 2015, el Ayuntamiento de Madrid inauguró los «Jardines de Yolanda González Martín» en Aluche y colocó allí una placa en su memoria. 

El estilo es un ejemplo de buen periodismo: claro, objetivo y basado en los hechos y datos que se conocen con seguridad. Hay pasajes narrativos, claro, pero todo lo que se cuenta está cuidadosamente ajustado a los hechos reales. El texto es ameno y está muy bien organizado. Al ser tan prolijo y estar tan bien documentado, levanta toda una época, con su atmósfera, sus tipos y sus claves, en la mente del lector, que tiene el privilegio de asomarse a aquellos años por una especie de ventana mental, para contemplarlos a sus anchas.

La lectura de este libro ha supuesto para mí una experiencia muy especial, ha removido muchas cosas, demasiadas, en mi interior. Por un lado, ha despertado recuerdos de cuando era muy joven e iba a la universidad, a manifestaciones y asambleas, y me ha llenado de nostalgia al acordarme de cosas y detalles que me parecían olvidados. Por otro lado, he revivido la intensidad de lo que sentíamos cuando nos enteramos de que habían matado a aquella chica. No llegué a conocerla, pero era una de los nuestros, una estudiante más. También me han embargado pulsiones contradictorias y poderosas, el rechazo instintivo a volver mentalmente a un sitio demasiado oscuro y ominoso, con tintes poco agradables y que inconscientemente uno desea olvidar, el deseo de no perder una etapa que es parte de mi biografía, la negación con la que uno sentía que aquello no debía de haber pasado nunca, el miedo que se respiraba en algunas ocasiones, el recordar que aquello era a veces como vivir una pesadilla, la vergüenza por haber vivido aquellos años con cierta inmadurez, sin enterarne del todo de lo que pasaba, la sensación de que quizás uno debería haber hecho más cosas, el convencimiento de no haber estado a la altura de las circunstancias... demasiadas pasiones ambivalentes.

En fin, un libro poco agradable, duro, pero necesario. Una obra que me parece muy aconsejable para recordar cómo fueron aquellos años y el contexto en el que se dio la transición española, con muchos aspectos que demasiado a menudo se obvian y en realidad, se quieren olvidar. Me parece muy conveniente conocer nuestra historia reciente en detalle, para valorar mejor lo que tenemos y también para darnos cuenta de que la democracia y la libertad se consiguieron con mucho esfuerzo y sacrificio, que no fue un proceso plácido y tranquilo en absoluto, que hubo quien se comprometió hasta el final, corrió grandes riesgos y en ocasiones, fue víctima de un proceso que tuvo muchas aristas oscuras. Que el recuerdo de quienes lucharon por sus sueños nos sirva para no conformarnos y asumir que la democracia y la libertad no son estaciones a las que se llega, sino horizontes utópicos que siempre hay que perseguir.  

Esta edición incluye un índice analítico de personajes, un anexo con el texto completo de la sentencia de la Audiencia Nacional, una buena selección de ilustraciones, con dibujos, croquis y fotografías de la época, y los habituales agradecimientos.   

Yolanda González Martín

Carlos Fonseca (Madrid, 1959) es un periodista y escritor español. Ha trabajado en 
YaEl Independiente, la revista Tiempo y el digital El Confidencial, y colaborado en RNE, Onda Cero, y la radiotelevisión vasca EITB, entre otros muchos medios.  

En 2004 publicó el superventas Trece rosas rojas, que fue llevado al cine por el director Emilio Martínez Lázaro en 2007. Es autor además de otros éxitos como Tipos infames (2014), Luz negra (2011), Tiempo de memoria (2009), Rosario dinamitera (2006), Garrote vil para dos inocentes (1998) y Negociar con ETA (1996).

Carlos Fonseca

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

2 comentarios:

  1. Lo leí hace tiempo y coincido contigo Antonio. Es un ejemplo estupendo de lo que debe ser el verdadero periodismo de investigación. Ahora que tanto se habla en ciertos sectores de la pretendida indulgencia con los etarras que aún están presos (alguno lleva 35 años encarcelado), conviene recordar que en este santo país asesinos confesos de ultraderecha salieron y entraron de prisión como Pedro por su casa y se reinsertaron sin problemas una vez cumplidas sus leves condenas. Esto me lleva a dos observaciones. La primera, que en España el terrorismo fue esencialmente ETA pero no únicamente ETA (son docenas los asesinados durante la transición a manos de pistoleros ultras, parapoliciales o no); y segundo, que quien cumple su pena de prisión dede ser excarcelado por fuerza de ley, sea etarra, delincuente común, Emilio Hellín o Perico de los Palotes. Libros tan bien documentados como el de Carlos Fonseca son el mejor preservativo contra la demagogia y el olvido intencionado.

    Un cordial saludo.

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  2. Gracias por el comentario, Alberto. Completamente de acuerdo. Y no te olvides de los GAL, ni de los condenados por terrorismo indultados (Barrionuevo y Vera) y los golpistas (Armada).
    Salud y buenos libros.

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