Frecuentemente, soy el último en enterarme de las cosas. Y aunque había oído hablar de goodreads, nunca había reparado en él. Pero hace poco, cuando en una librería de segunda mano le recomendé por casualidad Una música constante de Vikram Seth a una chica, me dio las gracias y me explicó que sólo compraba los libros que tenían una puntuación de 3,8 o más en goodreads. Luego añadió que se fiaba de mí, que no iba a consultar la valoración del libro y que se lo llevaba. Naturalmente, nada más llegar a casa consulté la puntuación de la novela en goodreads: 3,8. Justo. Por los pelos. Sentí un raro alivio, algo parecido a haber superado un examen o a no haber defraudado a una desconocida. Después me puse a explorar un poco la aplicación, me gustó bastante y vi que también hay una app para el móvil.
Goodreads es una especie de comunidad virtual, o red social, de personas que leen, puntúan de una a cinco estrellas y, opcionalmente, comentan los libros que leen. Se puede consultar libremente y para hacer valoraciones es necesario registrarse con una cuenta de correo electrónico real. La página está en inglés, a pesar de lo cual se encuentran libros en castellano por su título en español, hay un género Spanish Literature y hay definida una comunidad en nuestro idioma, llamada Books en Español, con más de 13 000 miembros. La aplicación permite crear estanterías digitales, grupos de lectura y ofrece muchas funcionalidades que, la verdad, no he probado. Fue lanzada en 2007 por el programador estadounidense Otis Chandler y en 2013 fue comparada por Amazon. Actualmente tiene más de 40 millones de usuarios registrados, unos mil millones de libros catalogados y 43 millones de reseñas.
La he probado someramente y es fácil de usar, bastante cómoda y muy interesante. He encontrado prácticamente cualquier libro publicado y la app para móvil permite dar de alta nuevos libros escaneando con la cámara el código de barras correspondiente. Las puntuaciones son curiosas, pero hay que tomarlas con cuidado, me parece que los libros anglosajones, los de géneros populares (policiaco, ciencia ficción, romántico, fantasía épica, terror) y los superventas comerciales están sobrevalorados. Explorando por aquí y por allá, se encuentra uno cosas extrañas, como que El corazón de las tinieblas tiene solo un 3,45, lo mismo que El verano sin hombres de Siri Hustvedt, que Madame Bovary se queda en 3,70 (ninguno de ellos pasaría el criterio de mi colega desconocida) o que una edición de El Quijote alcanza solo un discreto 3,90.
Ha habido fuertes críticas contra goodreads debido a algunos casos llamativos, como los de novelas que transcurren en la Rusia de los años 30 y reciben puntuaciones muy bajas de usuarios que, probablemente sin leerlas, la juzgan inapropiada por la invasión de Ucrania; los de escritores que reciben valoraciones y críticas negativas antes de que su libro llegue a las librerías; el de autores que reciben mensajes del tipo «páganos o arruinaremos tus libros en goodreads», o el de Cait Corran, una escritora que antes de debutar se dedicó a bombardear desde cuentas falsas a quienes consideraba sus competidores directos con puntuaciones muy bajas. Son ya muchas voces las que reclaman algunas medidas de supervisión razonables. (Véase este artículo y este otro).
En cualquier caso, tomando las valoraciones con mucho cuidado y teniendo en cuenta los posibles sesgos, creo que puede ser una herramienta útil para muchas cosas. Por ejemplo, para seleccionar el mejor libro de un autor que no hemos leído y empezar a conocerlo. O para ver qué nota tiene un libro desconocido y, junto con otras pistas, decidir si leerlo o no.
Hay una alternativa en español, quelibroleo, que tiene la ventaja de que las puntuaciones son de 1 a 10, algo mucho más intuitivo y eficaz, pero tiene muchos menos usuarios y a veces se encuentran buenos libros con 1 valoración o ninguna.
Seguramente ya la conocéis, pero si no, os animo a probarla, a pesar de todo y con las debidas reservas. Puede que goodreads sea la red social que más vale la pena consultar.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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