viernes, 1 de noviembre de 2019

¿Eres zorro o erizo?


El politólogo Isaiah Berlin (Riga, 1909-1997) ya lo dijo hace tiempo en su ensayo «El zorro y el erizo» (1953): hay dos grandes tipos de pensadores, los zorros y los erizos. Quienes andan dudando entre mil ideas, sopesan un argumento tras otro y dan vueltas y vueltas a las cosas antes de llegar a una conclusión, y quienes lo tienen muy claro desde el primer momento, no dudan y basándose en una fuerte convicción, deciden rápidamente.

Lo curioso es que el politólogo y psicólogo Philip E. Tetlock, de la Universidad de Berkeley, («El juicio político de los expertos», 2016) reunió 82 361 predicciones políticas de 284 expertos durante veinte años y, aparte de encontrarse con que la tasa de acierto era inversamente proporcional al renombre del experto, concluyó que Berlin tenía razón, que los dubitatvos zorros aciertan mucho más que los erizos con sus firmes convicciones.

El pensador ruso tomó los nombres de zorros y erizos de un viejo proverbio atribuido al poeta griego Arquíloco que dice que «Mientras que el zorro sabe de muchas cosas, el erizo sabe mucho de una sola».
 
https://lapiedradesisifo.com/2014/01/16/seg%C3%BAn-isaiah-berlin-el-mundo-se-divide-en-erizos-y-zorros/

Volviendo a Tetlock, opina que los que él clasifica como erizos son expertos en un tema, tienden a extrapolar su conocimiento a otras áreas y se equivocan a menudo. Mientras que los zorros, que saben algo de muchos temas, improvisan cuando hace falta, ensayan nuevas ideas, examinaban varias alternativas y, aunque también se equivocan, aciertan mucho más que los erizos.

Si esa curiosa clasificación es cierta, los zorros utilizan en sus predicciones muchos retales de información, sin aplicar grandes teorías, van de un esquema a otro, examinan muchos puntos de vista y, sobre todo, dudan de sí mismos y siempre son autocríticos. También suelen ser muy digresivos, matizan mucho sus afirmaciones y a menudo por eso, no se les hace caso. En cambio los erizos responden de manera categórica y a veces agresiva a las críticas, desdeñan las objeciones de los otros, nadan en la autocomplacencia, están convencidos de sus ideas y con facilidad son víctimas de sus prejuicios.

Esa dualidad me recuerda al gran ensayo «Pensar rápido, pensar despacio» de Daniel Kahneman, que sostiene que hay un pensamiento rápido e instintivo, relacionado con el inconsciente, lo emocional y el paleocórtex que da buenos resultados en los asuntos del corazón («El que elige con el corazón, no se equivoca» dicen los indios tabajara), pero comete grandes errores, y otro pensamiento más lento, racional y abstracto, relacionado con la consciencia y el neocórtex, que no entiende mucho de problemas sentimentales, pero acierta más en cuestiones técnicas y prácticas.

Quizás los erizos se dejan llevar por la pasión y dejan que el corazón tome decisiones utilizando sus ideas, mientras que los zorros mantienen más el control racional y hacen que sus ideas moderen sus emociones. Por otro lado, no hay que olvidar que estamos hablando de predicciones politicas, una ciencia poco exacta, probablemente en matemáticas los erizos saquen mejor nota.

En cualquier caso, ya véis que el tema da para mucho, si queréis leer un poco más sobre el tema, éstos son los artículos en los que se basa esta entrada: «Modelos de inteligencia: los zorros predicen el futuro mejor que los erizos» de John Lewis Gaddis,  «Entre erizos y zorros» de Santos Juliá, «De bancos, zorros, erizos» de Joaquín Estefanía y «Según Isaiah Berlin, el mundo se divide en zorros y erizos» de Alejandro Gamero.

Y tú ¿eres zorro o erizo?

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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