Título: Lingo
Autor: Gaston Dorren
Páginas: 320
Editorial: Turner
Precio: 21,85 euros
Año de edición: 2016
Este libro es un divertidísimo recorrido por sesenta lenguas europeas, en otros tantos capítulos, que nos demuestra que Babel está en Europa y también en cualquier parte. Efectivamente el idioma, una de las creaciones humanas más democrática, admirable y curiosa, presenta una variedad de una comunidad a otra asombrosa.
Es una obra ligera y chispeante, que aunque se fija en la anécdota y lo llamativo, aborda temas lingüísticos muy profundos y, desde luego, llama la atención del lector medio sobre las increíbes peculiaridades de cada idioma.
Bueno, para empezar el monolingüismo es una utopía, una rareza que casi nunca se da. Lo más frecuente es que en un país haya más de un idioma oficial y varios dialectos, que suelen corresponder a la lenguas del imperio conquistador, la de los conquistados y varias más de minorías étnicas. Por ejemplo, en Europa, solo tres países, Francia, Portugal y Grecia, tienen un único idioma oficial en todo su territorio.
Pero más allá de ese hecho, el carrusel de curiosidades es fascinante y vertiginoso: en galés se cambia a veces la primera letra de una palabra sin razón aparente; los nombres de los número en bretón hacen que la aritmética sea una auténtica tortura; en holandés hay un machismo latente considerable, porque todo lo que no es obviamente femenino, tiene género masculino; el francés se ha mantenido curiosamente muy apegado al latín, mas que cualquier otro idioma latino; el inglés es profundamente ilógico, con sus veinte sonidos vocálicos, su deletreo imposible y construcciones completamente idiosincrásicas que retuercen la lógica (I want you to listen); el maltés es el único idioma europeo afro-asiático; alguien nacido en Azerbayán en 1915, en ochenta años de vida, en 1995, ha conocido cuatro alfabetos oficiales diferentes, y muchas otros detalles sorprendentes, como las palabras foráneas que no tienen traducción en cada idioma.
Dorren tiene algo interesante que decir casi en cualquier aspecto de una lengua. Y sabe menzclar con amenidad historia, geografía, costumbres, hábitos, fonética y, por descontado, el modo en que los idiomas van evolucionando con el tiempo. Leyendo esta libro uno se acuerda de la frase de José Antonio Marina «Un idioma es una enciclopedia de conocimiento» y disfruta de la riqueza y variedad de los idiomas europeos.
El título, «lingo», está tomado del un término inglés que quiere decir idioma o discurso ininteligible, por ser una lengua exranjera que no se conoce o la terminlogia propia de una disciplina determinada. En español sería «jerga» o «galimatías».
Como ha titulado alguien, una vuelta a Europa en sesenta idiomas o una guía europea para el turista lingüístico, que demuestra que para contemplar exostismos idiomáticos no hay que ir a las antípodas. Un lbro imprescindible para todos los amantes y profesionales del lenguaje, muy recomendable tambien paralos que se creen de ciencias, porque el lenguaje me parece que es lo más humano que tenemos y lo que nos hace personas.
Este libro es un divertidísimo recorrido por sesenta lenguas europeas, en otros tantos capítulos, que nos demuestra que Babel está en Europa y también en cualquier parte. Efectivamente el idioma, una de las creaciones humanas más democrática, admirable y curiosa, presenta una variedad de una comunidad a otra asombrosa.
Es una obra ligera y chispeante, que aunque se fija en la anécdota y lo llamativo, aborda temas lingüísticos muy profundos y, desde luego, llama la atención del lector medio sobre las increíbes peculiaridades de cada idioma.
Bueno, para empezar el monolingüismo es una utopía, una rareza que casi nunca se da. Lo más frecuente es que en un país haya más de un idioma oficial y varios dialectos, que suelen corresponder a la lenguas del imperio conquistador, la de los conquistados y varias más de minorías étnicas. Por ejemplo, en Europa, solo tres países, Francia, Portugal y Grecia, tienen un único idioma oficial en todo su territorio.
Pero más allá de ese hecho, el carrusel de curiosidades es fascinante y vertiginoso: en galés se cambia a veces la primera letra de una palabra sin razón aparente; los nombres de los número en bretón hacen que la aritmética sea una auténtica tortura; en holandés hay un machismo latente considerable, porque todo lo que no es obviamente femenino, tiene género masculino; el francés se ha mantenido curiosamente muy apegado al latín, mas que cualquier otro idioma latino; el inglés es profundamente ilógico, con sus veinte sonidos vocálicos, su deletreo imposible y construcciones completamente idiosincrásicas que retuercen la lógica (I want you to listen); el maltés es el único idioma europeo afro-asiático; alguien nacido en Azerbayán en 1915, en ochenta años de vida, en 1995, ha conocido cuatro alfabetos oficiales diferentes, y muchas otros detalles sorprendentes, como las palabras foráneas que no tienen traducción en cada idioma.
Dorren tiene algo interesante que decir casi en cualquier aspecto de una lengua. Y sabe menzclar con amenidad historia, geografía, costumbres, hábitos, fonética y, por descontado, el modo en que los idiomas van evolucionando con el tiempo. Leyendo esta libro uno se acuerda de la frase de José Antonio Marina «Un idioma es una enciclopedia de conocimiento» y disfruta de la riqueza y variedad de los idiomas europeos.
El título, «lingo», está tomado del un término inglés que quiere decir idioma o discurso ininteligible, por ser una lengua exranjera que no se conoce o la terminlogia propia de una disciplina determinada. En español sería «jerga» o «galimatías».
Como ha titulado alguien, una vuelta a Europa en sesenta idiomas o una guía europea para el turista lingüístico, que demuestra que para contemplar exostismos idiomáticos no hay que ir a las antípodas. Un lbro imprescindible para todos los amantes y profesionales del lenguaje, muy recomendable tambien paralos que se creen de ciencias, porque el lenguaje me parece que es lo más humano que tenemos y lo que nos hace personas.
Gaston Dorren es un periodista de la lengua, holandés, que asegura que aprendió a hablar antes que a andar y que recuerda perfectamente la frustración que sentía en prescolar al tener un cuento delante y no poderlo leer.
El caso es que es un políglota consumado que habla y escribe en cinco idiomas (holandés, limburgués, inglés, alemán y español) y lee en once más (francés, afrikáans, frisón, portugués, italiano, catalán, danés, noruego, sueco, luxemburgués y esperanto).
Escribe habitualmente en la revista holandesa sobre lingüística Onze Taal y este es el tercer libro que publica sobre el tema y el primero en español. Tiene un blog muy divertido en el que hay más material sobre las curiosidades de los diferentes idiomas: https://languagewriter.com/
El caso es que es un políglota consumado que habla y escribe en cinco idiomas (holandés, limburgués, inglés, alemán y español) y lee en once más (francés, afrikáans, frisón, portugués, italiano, catalán, danés, noruego, sueco, luxemburgués y esperanto).
Escribe habitualmente en la revista holandesa sobre lingüística Onze Taal y este es el tercer libro que publica sobre el tema y el primero en español. Tiene un blog muy divertido en el que hay más material sobre las curiosidades de los diferentes idiomas: https://languagewriter.com/
Gaston Dorren
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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