miércoles, 30 de octubre de 2013

La sirena negra - Emilia Pardo Bazán


Título: La sirena negra 
Autora: Emilia Pardo Bazán 

Páginas: 160 

Editorial: Barataria 

Precio: 15 euros 

Año de edición: 2013

Escrita en 1908, en plena madurez, ésta es una de las mejores novelas de Emilia Pardo Bazán y también una de las más desconocidas. Publicadas ya sus obras emblemáticas en la línea del Naturalismo más puro, en esta novelita se entremezclan los elementos realistas con los fantásticos, que incluyen apariciones, sueños, visiones y la presencia de la muerte, la llamada aquí «La Seca»

Esos aspectos, acompañados de unas descripciones de la naturaleza casi embriagadoras, tiñen de un encanto especial al texto y le dan un cierto aroma romántico muy atractivo. Se puede considerar que esta obra prefigura el simbolismo y el modernismo. Está llena de alusiones al sentido del olfato y a las percepciones. Trata temas muy profundos, como el sentido de la vida, la culpa, el pecado y la redención, la idea de suicidarse a tiempo, las convenciones sociales y la libertad individual.

El protagonista es un aristócrata, escrupuloso y refinado, un potentado bien situado que vive rodeado de ayudas de cámara, criados, cocineras, personal de servicio... especialmente desencantado de la vida, escéptico y con un oscuro pasado que le atormenta. Intentará redimirse pero... no puedo contaros más, es mejor que leáis el libro.

El castellano de la Pardo Bazán es de gran altura, hace que el lector paladee y disfrute cada frase. Es algo escueto, de oraciones no demasidado largas, pero rico y florido en adjetivos y palabras poco conocidas. A algunos no les gusta tropezarse con términos desconocidos, a mí me encanta porque es una manera de aprender, me parece un lujo que no siempre se encuentra y entre lo que sugiere el texto y las notas de la ediión que yo he manejado, no es necesario utilizar el diccionario. 

La trama funciona como un mecanismo de relojería, en el que los hechos y las circunstancias empujan a los personajes hasta un final tan inevitable como sorprendente. Una novela corta estupenda, a la vez realista, romántica, simbólica y trágica, que se lee con mucho placer y nos recuerda el talento de la gran escritora que fué la condesa de Pardo Bazán, una autora no tan popular como se merece.

Emilia Pardo Bazán (La Coruña, 1851-1921) nació en una familia gallega noble y con recursos. A los nueve años se leyó los ejemplares de «El Quijote», «La Biblia», «La Ilíada» y las «Vidas paralelas» de Plutarco que había en la biblioteca paterna. Fué una lectora precoz y voraz, que devoraba todo lo que caía en sus manos y que rechazó las clases de piano y música, habituales en las damas de su clase, para tener más tiempo para leer.

Se educó con profesores privados, viajó por toda Europa, aprendió francés, inglés y alemán, y recomendaba viajar al menos una vez al año, como procedimiento para educarse. A los 25 años ganó un premio en competencia con Concepción Arenal, con un ensayo sobre el padre Feijoo, al que admiraba por su feminismo avant la lettre. Se casó y dió a luz prácticamente a la vez a su primera hija, Blanca y a su primera novela, «Pascual López», con gran éxito.

Siguió escribiendo y publicando, siguiendo la senda del Realismo y del Naturalismo franceses. Publicó una serie de artículos sobre Zola y el naturalismo en el volumen «La cuestión palpitante» (1883), que le acarrearon ser llamada pornógrafa, descarada e inmoral. Su marido le exigió que se retractase y dejase de escribir, a lo que contestó separándose de manera fulminante.

Inició una relación sentimental con Benito Pérez Galdós, al que llamaba cariñosamente pajarillo, que duró veinte años. Emilia le engañaba esporádicamente con aventuras apasionadas con jovenes como Lázaro Galdiano y luego se hacía perdonar.

Publicó más de 30 novelas, además de ensayo, crítica, artículos y llibros de viajes. Fué una activista decidida en defensa de los derechos de la mujer. Fundó y dirigió la revista «Biblioteca de la mujer», asistió a congresos pedagógicos para denunciar la desigualdad entre sexos y apoyó a Concepción Arenal y a Gertrudis Gómez de Avellaneda para su ingreso en la RAE, sin éxito. Ella misma lo intentó tres veces son conseguirlo.

Es ésta chica que aparece en la foto, una mujer de talla grande, algo corpulenta y con un ligero estrabismo. Efectivamente parece todo un carácter.

Emilia Pardo Bazán

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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