Título: Los jinetes Autor: Joseph Kessel
Páginas: 483
Editorial: Destino
Precio: 10,95 euros
Año de edición: 2001
Cuatro elementos clave determinan
el estilo de esta magnífica novela:
1) Lo descriptivo de
un paisaje que, al ser extremadamente árido, pudiera pensarse que no da para mucho.
Sin embargo, las mil y una maneras de hacerlo, no repetirse y no aburrir al
lector, constituyen un arte que no todos los escritores alcanzan.
Con seguridad, el autor disfrutó recorriendo
y describiendo Afganistán, lugar donde se desarrolla la novela, pues es lo que nos
transmite. La fuerza de la aridez y el relajo de los oasis; la dureza de las
escarpadas montañas y la inmensidad de las estepas; los contrastes de
temperatura; la magnificencia de la luz; los colores; el polvo rojizo que
inunda el ambiente de las caravanas y los pequeños y míseros edificios a lo
largo de las rutas comerciales en donde paran para descanso de animales y
personas. Todo ello da un ambiente muy diferente al que conocemos, y lo disfrutamos.
2) La acción conducida
por la obsesión del personaje principal, Ouroz, narrada como si de una hazaña
épica se tratara. Es un jinete ―tchopendoz―
de un tipo ancestral de carreras de caballos de una violencia extrema ―buzkachi―,
en las que se premia la habilidad de los jinetes en comunicación total con sus
caballos, que tienen que ser también excepcionales. El premio es poder llevarse
al pueblo el estandarte que concede el rey que la convoca una vez al año. La
gloria y el honor son el tema de fondo, el nudo que explica al jinete y su
inflexible determinación.
3) Los personajes, que
están profundamente trabajados. De entre ellos destaca, además del
protagonista, su padre y no será hasta el final ―habilidad del escritor― cuando
comprendamos mucho de la forma de ser intransigente del hijo porque se nos
desvelará la esencia paterna, que creíamos diferente. Se trata de un padre que
tuvo la gloria de ser el mejor jinete y que desde que dejó la competición y
pasó a ser el responsable de las caballerizas del rey donde prepara a los
mejores caballos del reino. Y el mejor caballo será para su hijo y su gran
carrera.
Aparece un personaje peculiar y
maravilloso, «el Abuelo de todos» le llaman, que funciona como antagonista
del brutal carácter del protagonista, con quien se encuentra ―en
realidad al que busca y encuentra― en su desesperado y tremendo viaje de
vuelta a su ciudad. Es una persona venerable y venerada por todos, a quienes
trata de la misma manera ―en una sociedad muy jerarquizada y machista― con
independencia de su clase y condición, y que da sabios consejos.
Hay otros personajes secundarios
muy interesantes porque encarnan valores como la lealtad o desviaciones como la
envidia y la traición. Entre todos dibujan un amplio abanico de personalidades
y caracteres que, junto con las consideraciones del anciano, tocan temas
importantes que dan para la reflexión
4) El estilo narrativo.
Por una parte, hay una lectura pausada que nos hace ver, sentir y entender de
forma palpable paisajes, gentes, costumbres y personas que, a pesar de
desarrollarse a mitad de siglo pasado, más bien parecen pertenecer a épocas
pretéritas. Por otra, a la tensión del desarrollo de la acción principal, el
autor añade multitud de pequeñas historias que, a manera de cuentos, va desgranando
en torno a vasos hirvientes de té en los descansos de las caravanas o en
cualquier otra situación propicia. Es otra habilidad de la estructura narrativa
que da dinamismo y diversidad al eje de la novela.
En realidad, la fecha de
ocurrencia de la acción es lo que menos importancia tiene. Kessel nos habla de
una sociedad estancada en las tradiciones, sin visos de evolución. Una sociedad
en la que los valores máximos son el honor, la dignidad, la conciencia de clase,
el valor y la gallardía. Valores que hay que mantener a cualquier precio, incluidos
todo tipo de excesos que dan paso a un orgullo que lleva al protagonista a no
aceptar la derrota y a la imposición de la superación del dolor para cumplir su
objetivo, que no puede ser otro que la venganza.
Novelón de aventuras al más puro
estilo clásico con el que disfrutar mucho. Estupenda lectura veraniega.
Joseph Kessel (Argentina, 1898-1979), hijo de padres exiliados rusos, estudió literatura clásica en La Sorbona, así como arte dramático, y ejerció como actor en el famoso teatro Odeón.
Fue un hombre inquieto y muy
activo: periodista y escritor prolífico como avalan sus más de 70 novelas,
además de cuentos y multitud de artículos de prensa. Algunas de sus libros
fueron llevadas al cine, entre ellos «Belle de jour» o la que se reseña, «Los
jinetes»,
protagonizada por el mítico Omar Sharif y cuyo título fue «Orgullo
de estirpe».
Participó como enfermero y piloto
en la I Guerra Mundial, fue miembro de la resistencia en Francia y estuvo como
corresponsal en la Guerra Civil española. «La guerra está aquí al lado»,
editado en 2011, deja constancia de su estancia en España. Se le consideró como
uno de los iniciadores de un nuevo género: «corresponsal literario». Tuvo
gran éxito y fue reconocido como uno de los más grandes narradores franceses del
s. XX. Fue miembro de la Academia francesa. Viajó por todo el mundo y fruto de
ello fueron muchos de sus libros, como el que se reseña, considerado como uno
de los mejores de su extensa obra y que escribió tras su estancia en Afganistán.
Joseph Kessel
Publicado por Paloma Martínez.