viernes, 27 de diciembre de 2024

La chica de Kyushu - Seicho Matsumoto

Título: La chica de Kyushu                                                                                                    Autor: Seicho Matsumoto

Páginas: 264

Editorial: Libros del Asteroide

Precio: 17,95 euros

Año de edición: 2017

La editorial Libros del Asteroide se está aplicando, con inteligente acierto y prudente regularidad, a publicar los libros de Seicho Matsumoto, bajo la brillante batuta traductora de Marina Bornas. Uno de sus libros más conocidos es precisamente La chica de Kyushu, una novela negra, con algo de folletín y mucho de crítica social al Japón de mediados del siglo XX. Ese Japón, aún muy tradicional en sus convenciones de género y clase, y en particular la ciudad de Tokio, sirve de escenario a las andanzas de la joven Kiriko Yanagida, que llega a la capital para ver al famoso penalista Kinzo Otsuka. Su intención es conseguir que este abogado, conocido por sus éxitos improbables en casos díficiles, pueda salvar de una previsible condena por homicidio al hermano de Kiriko. La chica está convencida de la inocencia del joven, y resulta una persona pertinaz y resuelta, que no se arredra ante la negativa del abogado a defender al acusado. 

Desde el principio Matsumoto utiliza una trama de novela negra para hacer aquello que dicho género mejor sabe: retratar las flaquezas e impurezas de la sociedad (en este caso, nipona). Kiriko es vista, en primer lugar y a salvo de otras consideraciones, como una mujer. Como tal, su capacidad de acción es limitada, y su autoridad moral, también. Los hombres que tratan con ella se sienten incómodos por su seguridad y asertividad (que diríamos hoy día, en tiempos del feel good). Lo que en un hombre supone un encomiable, o disculpable en el peor de los casos, rasgo de carácter, en una chica joven supone una molestia que puede alcanzar la irritación para los interlocutores masculinos. Kiriko se propone un objetivo y emplea toda su energía para conseguirlo.

Por otro lado, encontramos una evidente crítica al clasismo japonés, y por extensión al occidental, que determina la respuesta negativa del abogado, poco dispuesto a trabajar en un caso que no le va a reportar ganancias económicas ni prestigio social. Cierto es que no tiene la obligación de aceptar el caso, pero ello plantea necesariamente un debate ético en cuanto que Kiriko percibe la profesión de la abogacía con una perspectiva deontológica más humanista, una suerte de servicio a los más desfavorecidos a fin de garantizar un objetivo mayor: la justicia. ¿Es más importante la vida del hermano de Kiriko o la libertad de elección de los clientes de Kinzo Otsuka? Cada lector tendrá su opinión y ésta se reformulará, quizás, a medida que avance la novela y los hechos se desencadenen en ramificaciones imprevistas.

Desde un punto de vista estilístico, la prosa de Matsumoto es irreprochablemente clara y precisa. Incluso, redundante. De hecho, con frecuencia repite pasajes o sucesos de páginas anteriores, como si temiera que el lector fuera un olvidadizo consumado. Tal vez esta novela (cuestión que desconozco) se escribiera para ser publicada por entregas, de tal manera que el autor se viera obligado a recapitular cada cierto tiempo (al principio de cada nueva entrega) para que el lector no se perdiera en los vericuetos de la narración ni en los esbozos psicológicos y de razonamiento de los personajes. Esa peculiaridad de estilo, que pudiera rechinar, se convierte con el transcurrir de las páginas en un agradable recurso literario que permite a la trama ganar en morosidad, delicadeza y consistencia. Lejos de incomodar, a la larga permite sopesar lo que el autor cuenta y profundizar también en aquello que sugiere sobre los personajes y sus vidas.

El final de La chica de Kyushu no defraudará al amante de la novela negra o de los decimonónicos folletines de venganza, comparta o no las motivaciones de cada personaje y las acciones que los llevan a su destino. Una delicia de novela, y un ensayo narrativo sobre la justicia en Japón y, por extensión, en cualquier lugar.

Seicho Matsumoto

Seicho Matsumoto (Kokura, 1909-1992) escribió novelas y ensayos históricos, con más de cuatrocientas obras acreditadas. No obstante, destacó en el género de la novela negra, ofreciendo un toque de nihilismo a sus descripciones de la sociedad japonesa. Escritor de gran éxito popular, muchas de sus novelas fueron adaptadas al cine. Libros del Asteroide nos ha traído Un lugar desconocido,  El expreso de Tokio (ya reseñado en este espacio), La chica de Kyushu y El castillo de arena.

Publicado por José Ángel Gayol.

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