miércoles, 25 de diciembre de 2024

Palabras extintas y en peligro de extinción

La Real Academia Española, siguiendo su tradicional lema «Limpia, fija y da esplendor», mantiene su diccionario eliminando en cada edición algunas delas palabras que ya no se utilizan e incluyendo términos nuevos en circulación. Hoy vamos a fijarnos en las palabras que desaparecen de la versión vigente del diccionario, aunque quedan archivadas en las anteriores. Concretamente 2793 en los últimos 100 años, como por ejemplo:

  • Aborrecedero: algo que causa rechazo o aversión.
  • Adéfago: persona que come en exceso.
  • Ahogaviejas: planta de tallo delgado.
  • Almazuela: un tipo de colcha o manta hecha de retazos de tela.
  • Bajotraer: sinónimo de abatimiento o humillación.
  • Camasquince: se dice de una persona entrometida.
  • Chicuelo: diminutivo de chico.
  • Cocadriz: nombre femenino del cocodrilo.
  • Demoranza: demora, tardanza, dilación.
  • Desarrebozadamente: sin rebozo, clara y abiertamente.
  • Durindaina: sinónimo de justicia.
  • Enclarar: aclarar.
  • Ergullir: cobrar orgullo, envanecerse, infundir soberbia.
  • Fabulizar: inventar cosas fabulosas.
  • Gallinoso: alguien tímido, pusilánime, cobarde.
  • Manaza: femenino aumentativo de mano.
  • Minguado: adjetivo antiguo de menguado, cobarde.
  • Neoplasma: tejido celular anormal de nueva formación.
  • Ochentañal: se dice de la persona de ochenta años.
  • Palacra: pepita de oro.
  • Pilluelo: diminutivo de pillo, persona pícara y hábil para engañar a los demás.
  • Porfijar: prohijar, adoptar a alguien como hijo.
  • Quizabes: denota posibilidad, quizá.
  • Vosco: antigua forma de decir «con vosotros».
  • Zozobrante: Que está en peligro de naufragar o hundirse.

También hay palabras en peligro de extinción, términos en desuso que ya no se utilizan y son candidatos a ser eliminadas en próximas ediciones del diccionario, como:

  • Abacómite: En el medievo, abad que ostentaba al tiempo el título de conde, o bien al señor que tenía encomendada una abadía.
  • Acarrear: Transportar en carro.
  • Acémila: Bestia de carga.
  • Adafina: Antecedente del cocido. Comida judía del siglo XIV compuesta de fideos, garbanzos, habas, verduras, carne de ternera o de ave, que se tomaba en varios vuelcos, primero los fideos, luego las legumbres y al final, la carne.
  • Cuchipanda: comida festiva, llena de alegría y desinhibición.
  • Arquiperres: Objetos variados y sin valor, como trastos o utensilios de escasa utilidad.
  • Ñiquiñaque: Baratija, cosa de poca importancia o mala calidad.
  • Badil: O badila, un instrumento manual constituido por una barra delgada de hierro cuyo extremo se ensanchaba circularmente, cóncava en su centro, que servía para cubrir la superficie externa de las brasas y carbón de encina del brasero con ceniza.
  • Becerro: Libro en el que en iglesias y monasterios antiguos se manuscribían sus privilegios y propiedades.
  • Behetría: Régimen jurídico medieval por el que los vecinos de un pueblo, no vasallos, hacían cesión provisional de su libertad en favor de un señor, a cambio de su protección en caso de guerra.
  • Blanca: Moneda de ínfimo valor, que equivalía a medio maravedí. De aquí la expresión «estoy sin blanca».
  • Bellaco: Campesino, palurdo, persona de baja estofa, ruin y taimada.
  • Carruquero: Carretero.
  • Cebar: Reponer el aceite de un candil para que alumbre.
  • Celosía: Enrejado de madera o hierro que formaban huecos romboidales y servía para proteger las ventanas de miradas indiscretas.
  • Cobertor: Colcha, manta de abrigo para la cama, o cubretodo.
  • Collera: Aparejo que se ponía en el pescuezo de los animales de labranza para que no se hiriese al tirar del carro o del arado.

Curiosidades del lenguaje.

Salud y libros.

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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