Título: Campo cerrado Autor: Max Aub
Páginas: 302
Año de edición: 2010
Campo cerrado fue escrita en París, inmediatamente después de la guerra civil y se publicó en México en 1943. Es la primera novela de la magna serie El laberinto mágico de Max Aub, culminada en 1968 con Campo de los almendros. A través de los destinos cruzados de una multitud de personajes reales e inventados, Aub logró componer un retablo de la agitada España en que le tocó vivir. El destino no será benévolo con las criaturas aubianas perdidas en el laberinto. Se ha dicho que Max Aub vivió para contar la guerra civil desde la perspectiva republicana. En realidad, el valenciano escribió muchas más cosas, pero es indudable que su vida quedó marcada para siempre por la hoguera que se desató durante los años 30: guerra civil, derrota, campo de concentración en Argelia y exilio en México hasta su fallecimiento.
Campo cerrado es la novela de la vida de Rafael López Serrador. Una existencia anónima, sin relieve, como la de cualquiera. Siguiendo el hilo de su vida a través del laberinto, el autor reconstruye la historia de España. Esta es una novela histórica, de acuerdo con la definición que de ella daba Lukács: a través de las peripecias individuales de sus protagonistas, se describe la experiencia histórica colectiva que los condiciona. La biografía de Rafael López Serrador se convierte en la novela de España en uno de sus periodos históricos más trágicos.
Rafael es de Viver de las Aguas. De familia humilde. Vive su juventud en Castellón (la descripción que hace Aub de esta ciudad mediterránea es prodigiosa). Pero algo le impulsa a irse a Barcelona, la gran ciudad, verdadero microcosmos del remolino español y de las tensiones que lo desgarran. Monta en el tren. Su traqueteo se confunde con los sueños de Rafael. En Barcelona buscará su camino: tiene 16 años. Al principio, el joven provinciano está deslumbrado por el trajín ensordecedor de la gran ciudad. Trabaja, empieza a militar en grupos revolucionarios, conoce gente, patea la ciudad, vive experiencias que le marcarán para siempre. En un determinado momento, desde el Tibidabo, contempla la ciudad como un conquistador: la ciudad a sus pies, envuelta en una neblina rosada, al fondo se ve la línea del mar, de un azul difuminado. Pero no es un héroe, sino un espectro que se pierde en las callejas de la urbe.
Pasa el tiempo. La vida de Rafael se va confundiendo con las vidas de otros millones de españoles en un único destino. Estalla la guerra. Ahora los individuos son tragados por la contienda. Pelean como un solo hombre para defender aquello en lo que creen con el sacrificio de sus vidas. Rafael López Serrador está definitivamente perdido en el laberinto español. Triunfa lo colectivo en la era de las masas. Se ha completado la transición de la novela de formación a la novela histórica.
Campo cerrado tiene momentos inolvidables, de esos que se quedan grabados en la memoria del lector. Algunos ejemplos. El paso del tiempo en los pueblos del litoral mediterráneo: las cosas se marchitan sin remedio frente a la eterna renovación de la naturaleza. Una imagen apoteósica de Barcelona desde el imperial de un tranvía. El asesinato de una prostituta en el puerto durante una noche aciaga. Una pesadilla en donde el durmiente se hunde en un agua verdosa plagada de asquerosas criaturas que lo envuelven, quizá símbolos de su conciencia culpable. Una Barcelona en guerra, de noche, iluminada por las hogueras de las iglesias incendiadas y estremecida con el sonido seco de los disparos. Y diálogo, mucho diálogo. Los personajes de Max Aub se descubren a través de lo que hablan
Conclusión: lean esta novela. Merece la pena. Su estilo es un poco barroco, retorcido y preciosista, sobre todo en las primeras páginas, aunque luego por fortuna se va aclarando. Hay muchos detalles para valorarla como una verdadera joya. La fuerza de sus imágenes. La elegancia y concisión con que se solventan algunos pasajes. Las frases brillantes que golpean como un látigo. La sensación de vida que transmite. El profundo pesimismo de quienes se saben perdedores, aunque ellos mismos no se atrevan a reconocerlo. La historia de una nación destrozada por querellas irresolubles. Los magníficos diálogos. Lo dicho: no se la pierdan.
Max Aub (1903-1972) fue un escritor español nacido en París e instalado en Valencia a partir de 1914. Siempre se consideró español, ya que, decía, «uno es de donde hace el bachillerato». Empezó escribiendo poemas y textos vanguardistas. Luego pasó a militar en el PSOE y su literatura se volvió más crítica, sin perder ese primer entronque experimental.
Vivió en primera persona la guerra civil. Fue ayudante de dirección en la gran película de Malraux Sierra deTeruel. La derrota le catapultó al exilio. Sufrió los campos de concentración franceses en Argelia. Tras muchas desgracias, logró instalarse, como tantos exiliados, en México.
Allí escribió miles y miles de páginas, con una rabia, talento y sinceridad absolutas. En 1969 volvió a España para recopilar materiales sobre su amigo Luis Buñuel. Nadie le conocía. Era una sombra. Sin embargo, la posteridad ha sido justa con Max Aub. Hoy se le considera uno de los mejores escritores españoles de su siglo.
Publicado por Alberto.
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