Título: Theodoros Autor: Mircea Cărtărescu
Páginas: 656
Año de edición: 2024
Me encanta Cărtărescu, es uno de mis autores favoritos, entre otros motivos, porque tiene un estilo magnífico, barroco y jugoso, de frases interminables y alta densidad de información, pero a la vez con un ritmo maravilloso, un equilibrio y una elegancia admirables. Y es que ya no hay casi escritores barrocos y, la verdad, los echo de menos. Apenas se encuentran autores tan exuberantes como José Lezama Lima, Alejo Carpentier, Marcel Proust o, por citar a algún español, Álvaro Cunqueiro. Prima la influencia de los escritores anglosajones, habituales de las frases cortas y el lenguaje sencillo, y es una línea que está muy bien, pero también es muy agradable leer un buen texto que le busque continuamente las vueltas al lenguaje.
Pero vamos con la novela que nos ocupa, un texto extraordinario de frases largas y obsesivas, que a menudo no caben en una página, plagadas de digresiones y detalles, coloridas, ricas y opulentas, matizadas y sugerentes, con una cadencia musical envidiable, que dan vueltas y vueltas sobre la historia que se cuenta, la vida de Theodoros, el emperador rumano de Etiopía.
La obra se basa en la vida del hijo menor de unos sirvientes de la corte de un boyardo de Valaquia, en Rumanía, nacido a principios del siglo XIX. Un niño travieso, ávido lector, cuya pista se pierde cuando se fuga de casa de sus padres. Años más tarde, en una carta dirigida a la Reina Victoria de Inglaterra, se sugiere que ese criado rumano, después de mil aventuras, podría haberse convertido nada menos que en el negus Tewodros II, que gobernó Abisinia desde 1855 a 1868.
La hipótesis no parece tener mucha base histórica, pero el autor quedó fascinado por esa posibilidad y durante 40 años ha estado obsesionado con escribir este libro, recopilando notas, detalles, crónicas históricas y material para su redacción. Recientemente ha encontrado el momento oportuno para sentarse a escribirlo y en dos años ha completado esta obra, onírica y maravillosa. Parece una novela de fantasía, una creación épica completamente inventada, a veces bastante extravagante y casi increíble, pero resulta que se trata de una novela histórica, llena de personajes y situaciones que realmente existieron y todo lo que se cuenta está basado en cosas que han sucedido de verdad y personalidades reales. El narrador merece una mención especial: es una voz omnisciente que se dirige al propio Theodoros y le cuenta su vida, con mil incisos y consideraciones, que empieza por explicarle cómo se suicidará, saltando hacia atrás en el tiempo y hacia delante y utilizando todos los tiempos verbales, pasado, presente y futuro. Un narrador misterioso, o quizás varios, cuya identidad se desvelará poco a poco a lo largo del texto.
El estilo, como os decía, me parece fabuloso. No hay ni un solo tópico, ni un lugar común en estas páginas, siempre originales, sorprendentes, entretenidas y fascinantes. Aquí aparecen la Reina Victoria, Disraeli, el primer ministro británico, el general inglés Napier, un pirata que olía permanentemente a clavo, el Kebra Nagast (1300), libro sagrado de los abisinios y los rastafaris, que explica cómo el rey etíope es descendiente del Rey Salomón y la Reina de Saba, y que el Arca de la Alianza se encuentra en realidad en ese país, Rasputín, los Románov, Joshua Norton, que se autoproclamó emperador de los Estados Unidos, el mitológico Silfo, el legendario anillo de Giges, y un sinfín de historias embebidas unas en otras, como si de muñecas rusas se tratase, incluyendo una fugaz aparición del propio autor en forma de joven, o un individuo con lo que puede ser un móvil pegado a la oreja. Casi todo lo que se cuenta es extraordinario, casi increíble y fantasioso... y, sin embargo, históricamente cierto o cerca de serlo.
La obra se divide en tres partes, según las tres etapas de la vida del protagonista, llamado Tudor en Valaquia, Theodoros, como pirata cruel y a la vez devoto cristiano y Tewodros, el emperador de Etiopía de atrabiliaria conducta, que a veces parece un demente y a veces, un hombre inteligente que maneja a todos a su antojo. y cada parte en capítulos, 33 en cada parte —la estructura de la Divina comedia—, 3 partes de 33 capítulos, capítulos de letra apretada y muchas líneas que casi funcionan como pequeñas novelillas o relatos autónomos. Hay muchas frases llamativas y memorables («La fé viene de Dios; la voluntad, del Diablo»), tantas que tengo casi todo el libro subrayado, como las líneas que describen los Estados Unidos de un plumazo: «... el país en el que los asesinos condenados a muerte recibían cartas de amor y tenían clubes de seguidoras, donde se componían canciones de admiración a las putas célebres y a los camorristas callejeros».
En fin, una novela arriesgada como pocas, que es toda una fiesta de la literatura, una catedral de palabras, una montaña de frases, una selva del lenguaje, ordenada y con sentido. Una obra tremenda en todos los sentidos, casi inabarcable, desbocada y enloquecida y a la vez, histórica y narrativamente exquisita. Adentrarse en ella es toda una aventura. Una gran novela, una novela colosal.
La versión española a partir del original rumano es de la bilbaína Marian Ochoa de Eribe, doctora en Literatura Comparada por la Universidad de Deusto y lectora de español durante varios años en la Universidad Ovidius de Constanza (Rumanía).
Mircea Cărtărescu (Bucarest,
1961) es un poeta,
novelista y crítico rumano, considerado como el poeta más importante de
la generación de los años 80. Es un lector empedernido y voraz capaz de
leer ocho horas diarias, que conoce a fondo buena parte de la
literatura mundial. Confiesa la huella que han dejado en él algunos
autores latinoamericanos, especialmente Sábato, Borges, Cortázar y García Márquez, al que considera insuperable.
Sus libros, prohibidos en su país durante la dictadura de Ceaușescu, han
sido traducidos al inglés, al italiano, al francés, al español, al
polaco, al sueco, al búlgaro y al húngaro. Es el escritor rumano actual
más valorado por la crítica, ha sido candidato al Premio Nobel varias veces. Sus dos grandes obras son «Solenoide» y la trilogía titulada «Cegador».
Estudió en la Universidad de Bucarest literatura rumana y se doctoró con una tesis sobre el posmodernismo rumano. Está casado con la poetisa Ioana Nicolaie y es profesor de literatura rumana en la Universidad de Bucarest. Ha sido profesor invitado en las universidades de Amsterdam y Stuttgart. En este enlace podéis encontrar una entrevista reveladora.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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