jueves, 29 de septiembre de 2022

Aventuras de una peseta - Julio Camba

 

Título: Aventuras de una peseta                                                                                        Autor: Julio Camba

Páginas: 224 pág.

Editorial: Renacimiento

Precio: 17,90 euros

Año de edición: 2020

Julio Camba es uno de los grandes escritores españoles olvidados y dejados d elado en los manuales de literatura por haberse dedicado casi exclusivamente al artículo y la crónica periodística, géneros considerados como menores o, simplemente, no considerados. Pero más llamativo aun es que en las facultades de periodismo tampoco se le dedica mayor atención.

Sin embargo, sus columnas y textos son siempre certeros, divertidos, irónicos y tienen la virtud de mantener una apariencia de ligereza, el aire caprichoso de los escritos de un diletante, mientras atina con las dos o tres claves fundamentales del tema que está tratando.

En esta obra, publicada originalmente en 1923, se pasea en 74 breves capítulos, de un par de páginas cada uno, por Alemania (Teutonia), Inglaterra (Britania), Italia y Portugal (Lusitania), países tocados aún por las consecuencias de la Primera Guerra Mundial y empobrecidos por un profunda crisis económica que desembocaría en el batacazo de las bolsas de 1929. En aquellos días, paradójicamente, la economía española se mantenía fuerte, de ahí el título irónico e incluso cínico de este volumen, que aludía al hecho de que una única peseta podía deambular por toda Europa cómodamente manteniendo su valor frente a divisas más débiles.

Nuestro viajero se encuentra en Alemania con el colosalismo, el caos más metódico conocido, cerebros-castaña y cerebros-huevo, y la grasa alemana como producto del pensamiento teutón; en Inglaterra, encuentra el cielo inglés muy bajo, que se desprecia al que no bebe, un verano que es un invierno fracasado y descubre que, definitivamente, Inglaterra es un barco; en Italia queda deslumbrado por la sensualidad y belleza del país, descubre en Nápoles que «la vida sin amor no se comprende» y que, lógicamente, «La verdad está en la contradicción»; por fin, en Portugal, lleva a cabo una especie de readaptación a los modales y costumbres de su patria española y descubre que «Más vale ser castigado en el extranjero que premiado en España».

Como se ve, un delicioso recorrido, lleno de imágenes acertadas, detalles significativos y la gran visión irónica del autor. Para remate, esta recopilación de artículos se abre con una divertida y paradójica «Advertencia leal contra los libros de viajes», en la que se razona que todos son una impostura y un fraude. Genial.

Esta estupenda edición de la editorial Renacimiento tiene un tamaño de letra bastante grande, que hace la lectura muy cómoda, márgenes amplios y un cuidado diseño. Viene además acompañada de un prólogo muy pertinente del escritor, poeta y traductor gaditano  José Manuel Benítez Ariza.

En fin, otro libro genial de este maestro del periodismo, un verdadero crack que tiene por costumbre sorprender con su inteligencia y divertir por igual a sus lectores. No es imprescindible en el sentido de que se puede vivir sin leer a Camba, pero la vida es mucho más anodina y aburrida.

Julio Camba (Villanueva de Arosa, 1882-1962) nació en una familia humilde, su padre era practicante y maestro de escuela. A los quince años se escapó de casa y viajó como polizón hasta Buenos Aires. Dos años más tarde fué deportado a España por anarquista. 

Después escribió algunos versos y colaboró en varios periódicos. Como corresponsal de «El Mundo» viajó a Estambul, París, Londres y Munich. Luego se estableció como corresponsal del «ABC» en Berlín y allí estuvo hasta que se inició la Primera Guerra Mundial. De allí paso a Nueva York, cambió varias veces de destino y de vuelta ala gran manzana vivió y escribió sobre el crac de 1929. Después se dedicó a viajar por toda Europa y a publicar «La casa de Lúculo», un genial tratado sobre la gastronomía española.
     
Su talento como periodista ha sido reconocido por todos, llegó a publicar más de 4000 artículos. En 1949 fijó su residencia en la habitación 383 del Hotel Palace de Madrid y allí vivió hasta que sufrió una embolia en 1962. En este enlace podéis encontrar una web muy completa sobre su vida y su obra. Los que le conocieron dicen que tenía un carácter difícil, un humor punzante y opiniones radicales.

Julio Camba

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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