jueves, 8 de septiembre de 2022

Agostino. La desobediencia - Alberto Moravia

 

Título: Agostino. La desobediencia                                                                                   Autor: Alberto Moravia

Páginas: 240 pág.

Editorial: Alianza

Precio: 5,90 euros

Año de edición: 1991

Este volumen reúne dos textos que están entre el relato largo y la nouvelle o novela corta: uno tiene en esta edición 93 páginas de texto y el otro, 131. Son dos miniaturas espléndidas, escritas por Moravia en 1944 y 1947 respectivamente, en plena madurez creativa. Dos historias estupendas que dan la medida del talento del gran maestro romano. Ambas tienen en común el tema: la difícil y problemática adolescencia de sendos muchachos en un entorno erizado de problemas. Reflejan además indirectamente la desolación intelectual y el desánimo que impregnó toda la sociedad italiana durante el fascismo.

La primera, titulada con el nombre del protagonista, «Agostino», cuenta la historia de un chico de trece años que va con su madre viuda a la playa y todavía está muy apegado a ella, a su proximidad física, a sus caricias y besos, hasta que todo se complica con la aparición de un joven atractivo.Los diálogos son muy naturales, las descripciones, breves y certeras y el ritmo de la narración, muy vivo. Curiosamente, todo lo que ocurre sorprende al lector y a la vez, parece lógico y natural una vez leído. La acción fluye, imparable y toda la narración parece empapada de cierto hastío, desgana y cansancio de fondo. Toda la situación dramática está comprimida en un verano, simbolizado además en el título, que parece decirnos que ese mes de agosto va a marcar al protagonista para siempre. Por último, el planteamiento está muy bien explotado, porque cuando parece ya exprimido y se presiente el final, todavía hay otros tres minicapítulos que añaden matices y giros de la trama. 

La segunda es «La desobediencia», que parece al principio más dura que la anterior pero que al final acaba bien, cosa poco usual en este autor, poco dado a las concesiones. El protagonista es Luca, un chico de quince años, delgado y grácil que, profundamente desengañado por la mediocridad de sus padres y todo lo que le rodea, se ve poseído por una irrefrenable ira, lleno de la rabia típica del adolescente, decide desobedecer y no seguir todo lo que el entorno social espera de él. Comienza a no estudiar, a buscar estrategias para no hacer nada y desperdiciar su vida, como entrenarse para adormecerse el máximo tiempo posible, para distraerse y no estar concentrado, a no pensar y acaba por renunciar a cualquier actividad o sentimiento, a la vida, en suma. Una especie de hikikomori encerrado en su propia mente, que parece abocado al suicidio, y finalmente se salva casi milagrosamente gracias a... no os diré el qué, mejor es que leáis el libro.

El relato está muy bien armado y la descripción psicológica del adolescente es más que notable. El chico descubre a cada paso que da que reacciona de forma inesperada y aprende a conocerse a sí mismo, en medio de la tragedia interna que vive. Si antes el planteamiento estaba explotado mediante sucesivos puntos de giro, aquí está estirado con maestría hasta lo insospechado. Prácticamente al final de cada uno de los dieciséis capítulos que componen la novelita, se podría colocar el final y quedaría un buen relato.

Una frase de Luca que me ha llamado la atención, resumen el spleen que domina ambas historias: «De manera que esto era vivir, continuar existiendo, hacer con pasión y tenacidad cosas absurdas e insensatas para las que era imposible encontrar una justificación y que ponían continuamente a quien las hacía en una condición de servidumbre, remordimientos e hipocresía». 

En fin, dos historias extraordinarias, de alto voltaje literario, escritas con la maestría y el saber hacer del gran Moravia, un autor muy astuto y con muchos trucos que cada vez me gusta más. Un gran escritor que queda retratado en estas dos historias. Un libro muy recomendable, de los qe no hay que dejar pasar. 

La estupenda traducción, en la que el lector no nota ningún defecto y aprende alguna que otra palabra de castellano que no conocía, es obra de la muy conocida y admirada traductora gallega Esther Benítez Einoa (Ferrol, 1937-2001).

Alberto Moravia

Alberto Moravia (Roma, 1907-1990) seudónimo de Alberto Pincherle Moravia es el nombre de su abuelo materno, brillante escritor y periodista romano. Hijo de un arquitecto judío de origen veneciano, nació en una familia rica y bien situada. A los nueve años una tuberculosis le obligó a guardar cama durante cinco años, dos en un sanatorio, y como se aburría comenzó a escribir y ya no paró hasta su muerte a los ochenta y tres años.

Fue un autodidacta durante toda su vida, leyendo grandes cantidades de libros y escribiendo. Estuvo casado con la también escritora Elsa Morante durante 21 años y con la escritora española Carmen Llera. Fué parlamentario europeo desde 1984 hasta su muerte.
 
Publicado por Antonio F. Rodríguez. 

2 comentarios:

  1. Maravillosas narraciones Antonio. Yo me leí Agostino, que me parece una obra maestra. Las novelas y cuentos de Moravia son un prodigio. Para mí, es uno de los escritores más completos del siglo XX. Era un maestro: la profundidad psicológica de sus historias nunca las dejaba en punto muerto. Y esos burgueses cansados, en aburridas habitaciones en penumbra, que se odian y engañan, de vida sórdida, no pueden ser más sugestivos. Moravia retrató como nadie el tedio de los acomodados. Pero sus libros jamás resultan tediosos. Prodigioso.

    Un saludo.

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  2. Gracias por el comentario, Alberto. Agostino es una joyita con la que quien quiera escribir puede aprender mucho. Está tan bien llevada la historia. Una maravilla.
    Salud y libros.

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