Autor: Amor Towles
Páginas: 512
Editorial: Salamandra
Precio: 24 euros
Año de edición: 2018
El cambio en su vida es enorme, tiene que dejar su lujosa suite y ocupar una buhardilla pequeña e incómoda, y ponerse a trabajar como jefe de sala en el excelente restaurante del hotel, bajo la dirección de un incompetente arribista del partido. El conde es un aristócrata ruso, un tipo encantador, culto, refinado, atento y educado, un caballero que podría ser intercambiable con otros miembros de la aristocracia de otros países europeos del XIX; pueden ser más cercanos entre ellos que hacia sus compatriotas. Condenado a la reclusión en soledad, el conde se adapta a la nueva situación o más bien pacta con ella para amoldarse a los acontecimientos sin perder una pizca de sus modales y buenas costumbres. Se gana la confianza de los empleados del hotel tales como el maître, el recepcionista, el barbero, la costurera, el chef, los camareros, y va forjando una relación de cercanía y complicidad para terminar convirtiéndolos en su nueva familia. Su encierro resulta en una doble paradoja: el aristócrata alcanza con facilidad una relación de igualdad con los trabajadores del hotel sin barreras de clases y, por otro lado, la obligación de permanecer en el hotel le preserva de persecuciones y purgas que sufren otros ciudadanos en teoría más afines a los postulados bolcheviques.
A lo largo de los treinta años de reclusión se suceden una serie de sucesos curiosos, manejados con buen humor y gran ingenio por el conde, su savoir faire, buenos modales, imaginación y don de gentes le hacen salir airoso de numerosas situaciones comprometidas. A lo largo del libro los personajes van evolucionando y la historia se va enriqueciendo, al inicio nos cuenta sucesos cotidianos frecuentes, casi diarios, pero más adelante va marcando con maestría el ritmo y espaciando a su voluntad los hechos narrados para volver a comprimirlos en un final magnifico y brillante, digno del conde.
El libro va evolucionando desde una novela del XIX al género de espías de los 50. Todo él es una crítica al sistema comunista sin caer en la burla feroz, ni en la parodia del chiste fácil; el autor opta por la ironía, el humor fino y el ingenio para dar un repaso al sistema soviético con su burocracia exagerada, sus diferencias dentro de la igualdad, los privilegios de unos pocos y sus comisarios políticos cargados de ideología revolucionaria y de ineficacia.
Amor Towles nació en Boston (Massachusetts) en 1964, es asesor financiero, escritor y amante del jazz. Con diez años arrojó una botella al Atlántico con un mensaje dentro: «Ojalá llegue a China»; semanas después recibió una carta del editor jefe del New York Times comunicándole que su mensaje no había llegado tan lejos, así iniciaron una correspondencia que duró varios años.
Se formó en las
universidades de Yale y de Stanford, donde cursó un grado de literatura inglesa.
Trabajó en un banco de inversión hasta
que el éxito de su primera novela Reglas
de cortesía le permitió retirarse del mundo de las finanzas. Su producción
es corta y abarca novelas y ensayos. Un
caballero en Moscú se ha traducido a veinte idiomas y se está preparando
una serie para la pequeña pantalla con Kenneth Branagh como protagonista.
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