domingo, 2 de julio de 2023

Blues fúnebre - W. H. Auden

 

Wystan Hugh Auden (York, 1907-1973) es uno de los poetas británicos más conocidos y apreciados. Hijo de un médico, nació en una familia de la baja nobleza en la que abundaban los clérigos anglicanos. Estudió en la Universidad de Oxford literatura inglesa. Empezó muy joven a escribir poemas y mantuvo una relación abierta con el novelista Chtistopher Isherwood.

Fue profesor de primaria, un maestro muy querido por sus alumnos. Vivió en Berlín y viajó a España para apoyar a la república durante la Guerra civil española. En 1939 se trasladó a Estados Unidos y cinco años más tarde obtuvo la nacionalidad estadounidense.

El «Blues fúnebre» o «Balada fúnebre» es uno de sus poemas más conocidos. Apareció por primera vez en una obra de teatro suya, luego lo reformó para que fuera la letra de una canción. En la película Cuatro bodas y un funeral, se lee entero y eso lo hizo especialmente popular. Desde entonces se ha declamado en muchos funerales y entierros. Está grabado en la estatua que conmemora el desastre del estadio de Heysel, donde un muro de contención se derrumbó, lo que causó 39 muertes en 1985, cuando el Liverpool F. C. se enfrentaba a la Juventus F.C. en la final de la Copa de Europa.

 

Blues fúnebre 

Paren todos los relojes, corten el teléfono,

Eviten que el perro ladre dándole un hueso jugoso,

Silencien los pianos, y con un apagado timbal,

Saquen el ataúd, dejen pasar a los deudos.

 

Que los aviones nos sobrevuelen en círculos luctuosos

garabateando en el cielo el mensaje «Él ha muerto»,

Pongan un crespón alrededor de los cuellos blancos de las palomas,

Que los policías de tráfico usen guantes negros de algodón.

 

Él era mi Norte, mi Sur, mi Este y mi Oeste,

Mi semana de trabajo y mi descanso dominical,

Mi mediodía, mi medianoche, mi palabra, mi canción;

Creí que el amor sería eterno, pero me equivoqué.

 

Ya no deseo las estrellas: apáguenlas todas;

Llévense la luna y desmantelen el sol;

Vacíen el océano y talen los bosques,

Porque ya nada puede volver a ser como antes.

 

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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