Mañana empieza el mes de agosto, mes veraniego y vacacional por excelencia. Treinta y un días que aprovechar para leer como descosidos, devorar libros aún con más dedicación que el resto del año, si cabe. Puede ser un buen método para olvidarse del calor. Porque sin duda ¡Qué mejor abanico que las páginas de una buena novela!
Desde luego, tengo muy buenos recuerdos lectores de mis veranos. En esa época y cuando era todavía niño, cuando el tiempo pasa más despacio y podemos hacer mil cosas en un solo día, empecé a leer a granel libros de aventuras. Recuerdo mis veranos con Salgari, con Julio Verne, con Jack London, con Stevenson y Poe, con Guillermo el proscrito e incluso con la Ilíada y la Odisea de Homero.
Sí, el verano es un buen momento para leer. Me voy a aplicar el cuento y aprovecharé para liquidar títulos pendientes, publicar algo menos de lo habitual y descansar un poco. Tres entradas a la semana pueden ser suficientes.
Os deseo una felices vacaciones lectoras y, si os animáis, no seáis tímidos, enviadme vuestras reseñas.
Salud y libros.
Feliz verano para ti también, Antonio (y para todos) y sabrosas lecturas.
ResponderEliminarFeliz verano, Antonio. Desde luego que es una excelente época para leer. Yo tengo unos cuantos libros pendientes. Me van a faltar días en esos treinta y uno que nos da agosto.
ResponderEliminarSalud y libros.
Jesús Rojas
¡¡¡Feliz verano!!!
ResponderEliminarGracias y ¡¡Felices lecturas a todos!!
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