jueves, 22 de abril de 2021

Espejo de la memoria - Guillermo Pérez Villalta

  

Título: Espejo de la memoria                                                                                             Autor: Guillermo Pérez Villalta

Páginas: 400

Editorial: Manuel Cuesta

Precio: 30 euros

Año de edición: 2020

Coincidiendo con la extraordinaria exposición que actualmente le está dedicando la Comunidad de Madrid en la sala Alcalá 31 «El arte como laberinto», quiero reseñar como complemento el libro de memorias que publicó en 2020, «Espejo de la memoria», en el que hace una revisión profunda de lo que le ha movido en la vida como persona y como artista.

Guillermo Pérez Villalta (GPV) (Tarifa, 1948) es un pintor, escritor, escultor, escenógrafo, fotógrafo, creador de espacios arquitectónicos y urbanos, joyero y, como a él le gusta definirse, un artífice, con más de 50 años creando y exponiendo su obra.

Grupo de personas en un atrio o alegoría del arte y la vida o del presente y el futuro

En el principio de los 70 formó parte de «la nueva figuración madrileña», desarrollada en torno al pintor Luis Gordillo, a la cual GPV retrató y acogió en un cuadro emblemático que pertenece a la colección del museo Reina Sofía, titulado «Grupo de personas en un atrio o alegoría del arte y la vida o del presente y el futuro» (1975-1976), en el que aparecen, además del propio autor, pintores (Luis Gordillo, Chema Cobo, Carlos Franco, Carlos Alcolea, Juan Antonio Aguirre, Manolo Quejido), arquitectos (Javier Utray), fotógrafos (Luis Pérez Mínguez), galeristas (Mercedes Buades, Gloria Kirby, Juan Antonio Aguirre) y críticos (Fernando Huici, Juan Manuel Bonet, Juan Pérez de Ayala).

Todos ellos trajeron un aire nuevo a la cultura de la recién estrenada democracia, más fresco y menos grave y no por ello menos culto que el arte militante de los años anteriores, y no digamos del arte oficial de la dictadura, que poco después dio lugar a lo que sería a movida y a una estética específica, «los esquizos», a la que posteriormente el museo Reina Sofía dedicaría una exposición en 2009.

GPV ha acompañado todos sus catálogos, salvo uno como él mismo recuerda en el libro, con un texto teórico donde analiza la estética del momento, tanto la del entorno como la personal, y donde explica en profundidad cada uno de sus cuadros atendiendo a los aspectos compositivos, estéticos, geométricos (perspectivas, proporciones armónicas) y las técnicas empleadas.

Su pintura es muy literaria y a su vez, el autor es un buen escritor que necesita explicar su obra y explicar su vida y su arte. El libro «Espejo de la memoria» es una articulación puesta al día de todo lo que GPV ha ido reflexionando y escribiendo a lo largo de estos más de cincuenta años.

Además de artista y hombre curioso, GPV es un inmenso lector y viajero que se nutre al mismo tiempo de la cultura clásica como de las vanguardias en el sentido más amplio de la cultura (estética, moda, música...).

Estas memorias, que no autobiografía, suponen por un lado un recorrido completo por la cultura de los últimos cincuenta años en España, que en su caso está en muchas ocasiones enfrentada a otras corrientes más militantes en lo político, a otras estéticas emergentes (arte conceptual, performances, Kassel…) o bien a los que él denomina «críticos y/o programadores dogmáticos». Por otro lado, y tal vez sea de lo más importante del libro, la claridad y profundidad con la que describe la búsqueda y definición de sus principios vitales, sexuales, estéticos y sociales. Pura axiología.

Como ejemplo de lo comentado, he entresacado algunas frases del libro:

  • «La belleza-placer es uno de los logros más trascendentes del ser humano» (pág. 368).
  • «Mi vida sería mi obra, no la pintura ni la arquitectura, mi vida misma, y la emplearía para que la vida fuera bella» (pág. 120).
  • «Mis obras de finales del s. XX se caracterizan por una clasicidad que no clasicismo» (pág. 311). 
  • «Si no te adaptas al criterio oficial dirigido por adoctrinados a la MODERNIDAD DOGMÁTICA, eres rechazado» (pág.309).
  • «El expresionismo no me gusta, es como contemplar una enfermedad (...) De los abstractos de colorines pasamos a los brochazos más o menos figurativos y al grafitti (...) Formas de hacerse ricos y famosos y trabajar poco» (pág. 200).
  • «La pintura, incluso la abstracta, tiene que contar cosas y en ese contar está parte de su gracia» (pág.216).

Dos principios: «El azar es orden en el tiempo» (pág. 9) «Ninguna verdad es realmente verdadera» (pág. 358).

Y finalmente, para los que seguimos siendo amantes de los libros y de las librerías: «Cuando entro en mi preciada biblioteca, que es una capilla, literalmente un oratorio sagrado, veo los lomos de los libros que reconozco y recuerdo cada uno de ellos; los cojo, los acaricio y contemplo las imágenes recreándome en un placer muy profundo. No, nunca apretaré un botón que haga desaparecer esto (como en el ordenador). Ya llegará la muerte que no tiene botoncito» (pág. 307).

Además del libro, os recomiendo la exposición (hasta el 25 de abril).

Guillermo Pérez Villalta

Publicado por Pedro Galán.

3 comentarios:

  1. Preciosa reseña llena de cariño y admiración hacia Pérez Villalta y hacia los libros.

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  2. Muchísimas gracias por esta reseña llena de humanidad sobre un gran humanista.

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  3. Es una suerte como a través del arte y de la literatura se profundiza en el conocimiento del mundo y en la vivencia con las personas. Gracias

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