Título: La mujer del pelo rojo
Autor: Orhan Pamuk
Páginas: 288
Editorial: Random House
Precio: 21,90 euros
Año de edición: 2018
Esta novela, de estructura clásica, gira en torno a cómo dos tradiciones culturales, la occidental europea y la oriental árabe, abordan el problema del parricidio. En occidente, el mito es el de Edipo, el hijo que enajenado e ignorante mata a su padre y se acuesta con su madre sin saberlo, una historia potente u sobrecogedora, que luego se refinará en el drama de Hamlet; en oriente, un mito similar es el de Rostam, el padre que, también sin saberlo, mata a su hijo Sohrab, oculto bajo un yelmo, en el campo de batalla.
El filicidio tiene también su historiografía en occidente, Abraham está a punto de cometerlo con su hijo Isaac, pero un ángel detiene su mano a tiempo, y el mito de Saturno devorando a sus propios hijos es uno de los más estremecedores, tal y como refleja el cuadro de Goya.
Pamuk trenza las dos historias, el tema del enfrentamiento entre padre e hijo visto desde los dos puntos de vista y con las dos alternativas finales y construye esta novela sobre el eje central de una gran historia de amor adolescente, la fascinación de un joven por una mujer de pelo rojo que le lleva unos cuantos años.
El escritor turco es un autor de obsesiones, y otros temas típicos en su literatura intervienen también en este cóctel literario de menara secundaria: la historia y evolución de Estambul, los oficios turcos tradicionales, en este caso el de pocero, las relaciones entre los turcos europeístas, nacionalistas e islamistas...
Todo ello envuelto en el brillante papel de celofán del estilo y la manera de contar de este Premio Nobel, amena, seductora y embargante, para cerrar una novela espléndida, que se lee casi de una sentada. Una gran novela, sencilla en su forma y compleja por las profundidades psicológicas que se mueven bajo su superficie.
Autor: Orhan Pamuk
Páginas: 288
Editorial: Random House
Precio: 21,90 euros
Año de edición: 2018
Esta novela, de estructura clásica, gira en torno a cómo dos tradiciones culturales, la occidental europea y la oriental árabe, abordan el problema del parricidio. En occidente, el mito es el de Edipo, el hijo que enajenado e ignorante mata a su padre y se acuesta con su madre sin saberlo, una historia potente u sobrecogedora, que luego se refinará en el drama de Hamlet; en oriente, un mito similar es el de Rostam, el padre que, también sin saberlo, mata a su hijo Sohrab, oculto bajo un yelmo, en el campo de batalla.
El filicidio tiene también su historiografía en occidente, Abraham está a punto de cometerlo con su hijo Isaac, pero un ángel detiene su mano a tiempo, y el mito de Saturno devorando a sus propios hijos es uno de los más estremecedores, tal y como refleja el cuadro de Goya.
Pamuk trenza las dos historias, el tema del enfrentamiento entre padre e hijo visto desde los dos puntos de vista y con las dos alternativas finales y construye esta novela sobre el eje central de una gran historia de amor adolescente, la fascinación de un joven por una mujer de pelo rojo que le lleva unos cuantos años.
El escritor turco es un autor de obsesiones, y otros temas típicos en su literatura intervienen también en este cóctel literario de menara secundaria: la historia y evolución de Estambul, los oficios turcos tradicionales, en este caso el de pocero, las relaciones entre los turcos europeístas, nacionalistas e islamistas...
Todo ello envuelto en el brillante papel de celofán del estilo y la manera de contar de este Premio Nobel, amena, seductora y embargante, para cerrar una novela espléndida, que se lee casi de una sentada. Una gran novela, sencilla en su forma y compleja por las profundidades psicológicas que se mueven bajo su superficie.
Orhan Pamuk (Estambul, 1952), Premio Nobel de Literatura en 2006, nació en una familia acomodada,
su padre era ingeniero, y empezó a estudiar Arquitectura, pero a los
tres años lo dejó para dedicarse por completo a escribir. Más tarde hizo
la carrera de Periodismo, pero nunca ha llegado a ejercer.
Fue llevado a juicio en el 2004
por «insultar y debilitar la identidad turca» debido a que en una
entrevista a un periódico suizo dijo: «En Turquía mataron a un millón de
armenios y a 30 000 kurdos. Nadie habla de ello y a mí me odian por
hacerlo». Al año siguiente se reafirmó en sus palabras y finalmente un
tribunal abandonó el proceso judicial. Desde entonces algunos de sus
compatriotas le consideran un héroe y otros, un traidor.
Orhan Pamuk
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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