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domingo, 6 de abril de 2025

Los bonobos se comunican casi como los humanos

Los bonobos (pan paniscus) están considerados por los científicos, junto a los chimpancés (pan troglodytes), los parientes más cercanos al ser humano en el reino animal. Presentan además características que los hacen especialmente interesantes. 

En ocasiones, andan erguidos sobre dos patas, tienen una cultura matriarcal e igualitaria, y el sexo ocupa un papel predominante en todas sus relaciones sociales, por ejemplo, para resolver conflictos en lugar de la violencia. Parece que son capaces de manifestar altruismo, compasión, empatía, amabilidad, paciencia y sensibilidad. Suelen ser considerados, a menos en cautividad, más inteligentes que los chimpancés. Manejan herramientas rudimentarias, se reconocen frente a un espejo, pueden aprender a jugar al pac-man y hay bonobos que aprenden el lenguaje de los sordomudos, como Kanzi, que lo aprendió mientras se lo enseñaban a su madre.

Todos estos aspectos son fascinantes, pero recientemente, los investigadores de la Universidad de Zúrich han estado observando cómo se comunican estos animales en la selva del Congo y han llegado a conclusiones sorprendentes. Se comunican mediante una especie de cantos y se ha comprobado que, aproximadamente en la mitad de sus comunicaciones, mezclan dos o más cantos en rápida sucesión. Eso es muy importante, porque parece ser que manejan así significados diferentes de los de los cantos originales, es decir, encadenan vocalizaciones para producir frases con significados que van más allá de la suma de sus partes, algo que a menudo se considera exclusivo del lenguaje humano. Por ejemplo, decir que alguien es un «mal bailarín», no quiere decir que sea «malo» y además «bailarín», los significados no se suman, se combinan. Los bonobos decían cosas como «sigamos andando», «me estoy alimentando», «¡ven a ayudarme, rápido»«vamos a construir un nido». Según parece, esos mensajes iban siempre encaminados a coordinar el grupo.

Un detalle más que indica que no hay una diferencia tajante y cualitativa entre el ser humano y el resto de animales, sino más bien una gradación contínua de habilidades compartidas.

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

sábado, 28 de diciembre de 2024

Hormigas vs personas


Las personas y las hormigas tenemos bastantes cosas en común, una de ellas es que somos capaces de cooperar para resolver problemas difíciles, tanto intelectuales como físicos, como por ejemplo, transportar cargas pesadas a través de un laberinto. ¿Quién no ha formado parte alguna vez de un grupo de amigos que se unen para ayudar a un colega que se muda de casa?

Pues siguiendo esta apasionante e inspiradora idea, un equipo de investigación del Instituto Weizmann de Israel diseño un experimento para tratar de comparar la habilidad de grupos de humanos y grupos de hormigas para transportar cargas pesadas y grandes a través de un pequeño laberinto en el que era necesario maniobrar repetidamente hacia delante y hacia atrás varias veces para superarlo. Para que las condiciones fueran lo más parecidas posible, se prohibió a las personas hablar entre sí.

Los resultados fueron curiosos. En pruebas individuales, las personas ganaron con claridad a las hormigas, pero en las pruebas en grupo, los resultados fueron otra cosa. Las hormigas superaron claramente a los humanos, gracias a su habilidad para comportarse como un todo cohesionado en el que prima la colaboración sobre la competencia.

En este enlace podéis ver un vídeo cómo se desarrolló una de las pruebas y éste es el artículo original de los experimentadores.

Las hormigas resolviendo el problema

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

miércoles, 4 de diciembre de 2024

Diferentes - Frans de Waal

Título: Diferentes                                                                                                                   Autor: Frans de Waal

Páginas: 460

Editorial: Tusquets
 
Precio: 22,90 euros

Año de edición: 2022

Frans de Waal es un investigador serio y riguroso, un estudioso del comportamiento animal que ha llevado a cabo durante años trabajos que muestran que las similitudes entre la psicología de los primates y la nuestra es en muchos aspectos mayor de lo que nos gustaría reconocer. Parece evidente que, en cuanto a inteligencia racional, las personas estamos muy por encima de los chimpancés, por ejemplo, pero en el campo de la inteligencia emocional me parece que, en el fondo, somos bastante parecidos a los grandes monos y en general, a los animales. Ésa es una de las hipótesis de partida de este libro. La otra, que la influencia del aprendizaje en el comportamiento puede llegar a ser tan importante o más que la de la genética.

El autor describe aquí una serie de estudios sobre las diferencias entre el género, la división cultural entre hombres y mujeres —convencional, ya que en muchos países hay dos géneros y en algunos, tres, y el sexo, la diferenciación biológica en machos y hembras —que deja un buen número de intersexuales sin clasificar. También se ocupa de los comportamientos que se apartan de lo que se supone es norma y señala su presencia en el mundo animal y entre los primates. Por ejemplo, baste decir que la homosexualidad se ha observado en más de 400 especies y que también hay casos de transexualidad. en muchos animales. El alemán Vitus B. Dröscher ya trató el tema in extenso en La vida amorosa de los animales, en esta obra de Waal se centra en los primates, principalmente chimpancés y bonobos, con algún que otro ejemplo de otras especies animales.

Aborda temas como: las raíces biológicas de la agresividad masculina, que suele ser una competencia entre machos, y la femenina, más frecuentemente dirigida a proteger a la progenie; cómo juegan los niños, las niñas y otros primates con coches, muñecas y demás juguetes; las relaciones ente género, identidad y socialización, y la importancia de la imitación de modelos de carne y hueso; el estudio del patriarcado entre primates; las relaciones sociales entre los bonobos y su relación con el sexo; las señales de llamada sexual; el comportamiento durante el apareamiento y el mito de la hembra recatada; el sesgo de género en la violencia física; los machos y las hembras alfa, y la diferencia entre dominancia y poder; los mecanismo utilizados para mantenerla paz y conseguir la cooperación entre individuos; las diferencias y similitudes entre la paternidad y la maternidad en el cuidado de la prole; la homosexualidad entre primates, y las dicotomías entre mente y cerebro y entre mente y cuerpo, a la luz del género.

De Waal argumenta con convicción en contra de algunas ideas preconcebidas, razona, extrae conclusiones y, cuando duda, lanza ideas que deja en suspenso. Es un hombre riguroso, honesto y que siempre trata de serlo más objetivo posible. El texto está amenizado con historias, anécdotas y sucedidos, fruto de su larga experiencia de trabajo con animales, y con sus vivencias personales. El estilo es directo, ameno y sin muchas florituras, las suficientes para que la lectura sea agradable. En fin, una obra muy completa, en la que se aprende mucho de etología, zoología y psicología, amena, bien llevada y entretenida. Muy recomendable para los que tengan interés en los temas que trata. En su campo, se trata sin duda de una obra de referencia.

El libro está oportunamente ilustrado con fotografías y dibujos del autor, e incluye al final un índice onomástico y una nutrida bibliografía de artículos y tratados científicos. La traducción del inglés al castellano está francamente bien; es obra del escritor y traductor científico Ambrosio García Leal (Barbate, 1958), formado en la Universidad Autónoma de Barcelona.

Frans de Waal (Bolduque, 1948-2024) fue un renombrado investigador neerlandés especializado en psicología, primatología y etología, que ha dirigido durante años la cátedra C. H. Candler en Psicología en la Universidad Emory (Atlanta). 

Se doctoró en Biología, en la especialidad de etología, en la Universidad de Utretch, con una tesis sobre el comportamiento agresivo de los macacos. Durante seis años, sobre la colonia más grande del mundo de chimpancés cautivos, en el parque zoológico de Arnhem. El estudio dio lugar a muchos escritos científicos, y a la publicación de su primer libro, Política del chimpancé 1982. En 1981 se estableció en Estados Unidos para trabajar en varios centros especializados en el estudio de chimpancés. Sus investigaciones sobre la capacidad de los primates para empatizar lo llevaron a la conclusión de que los grandes monos y los seres humanos son simplemente tipos diferentes de monos, con muchas cosas en común. Su libro El mono que llevamos dentro (2005), todo un éxito, examina el comportamiento humano a través de los ojos de un primatólogo, usando el comportamiento de chimpancés y de bonobos comunes como metáforas para la psicología humana.

Ha escrito un total de 18 libros de divulgación, es miembro de la Academia Americana de las Ciencias y de la Real Academia Holandesa de las Artes y las Ciencias. En 2007 la revista Time lo incluyó en la lista de las cien personalidades más influyentes del planeta.

Frans de Waal

Publicado por Antonio F. Rodríguez.