Título: Décimas Autora: Violeta Parra
Páginas: 222
Editorial: Editorial Sudamericana
Precio: 18 euros
Año de edición: 1998
Este libro, escrito en os años 50 y aparecido en 1976, unos cuantos años después de la muerte de la autora, es en realidad una deliciosa autobiografía en verso, escrita con todo el talento de una de las poetas más relevantes de Chile y de todo Latinoamérica.
Está escrita en décimas, esa estrofa de diez versos octosílabos que riman aabbaccddc, muy extendida en el folclore popular y rural de todo Hispanoamérica. Son en total 166 páginas de poemas, distribuidos en capítulos de cinco décimas cada uno, que tratan un aspecto o pasaje de la vida de la poeta. En la última parte, se añaden algunas composiciones adicionales de tema variado, también versificadas en décimas.
En estos versos se describen los principales hitos y hechos más destacados de la vida de Violeta: desde la historia y peripecias de sus abuelos, la mención de sus padres, una niñez llena de enfermedades, su querida amiga Pascualita, su odio a la escuela y su amor a la guitarra, su taíta y sus pretendientes, la vida bao un gobierno abusivo, la dictadura terrible, la muerte de un hermanito y del padre, los trabajos de su madre como costurera, las labores del campo, su devoción religiosa, su fuga de casa y sus giras por todo el país con su guitarra, el apoyo de su hermano también poeta Nicanor Parra, la pena de ver que la gente es dura, el ferroviario que le rompió el corazón, un viaje a Polonia a un festival, los hijos... toda una vida en forma de e poemas de una calidad exquisita, sinceros, naturales y conmovedores.
Pero no espere el lector encontrar aquí una poesía depurada y estilista. Esta mujer tenía una endiablada habilidad para absorber el folclore popular, la manera decir y de pensar de lo más humildes y toma todo eso, que es parte de su propio lenguaje, para hablar con una sensibilidad encantadora y producir así una mezcla llena de color y sabor, muy enraizada en su tierra, a veces un poco difícil de entender por la abundancia de giros locales y chilenismos, con toques de humor y una belleza arrebatadora.
Veamos algunos ejemplos, para ilustrar lo que intento decir, empezando con la primera décima del libro, que me parece buenísima:
Pa' cantar de un improviso
se requiere buen talento,
memoria y entendimiento,
fuerza de gallo castizo.
Cual vendaval de granizos,
han de florear los vocablos,
se ha de asombrar el diablo
con muchas bellas razones,
como en las conversaciones
entre San Peiro y San Paulo.
Y siguiendo con algunos fragmentos que me han llamado la atención:
Pica'o tengo el colmillo
de andar como el avestruz,
sin conseguir una luz,
ni una sed de agua siquiera.
...
La ruta debe seguir
aunque la rueda esté suelta,
vaya sin eje o envuelta;
cúmplase lo que está escrito.
...
No lloro yo por llorar
sino por hallar sosiego,
mi llorar es como un ruego
que nadie quiere escuchar.
...
La muerte es un animal
fatigoso y altanero;
bullicioso y pendenciero;
como este no hay otro igual.
Cuando se llega a asomar,
se siente un hielo que espanta,
le sale por la garganta
un gemido misterioso,
se siente un miedo poroso
que ningunito lo aguanta.
En fin, si incluyese mis décimas favoritas, acabaría copiando todo el libro y tampoco es plan. En mi opinión es una obra única, de una autenticidad y una fuerza tremendas. A ratos, me recuerda al Martín Fierro, aunque la obra de José Hernández es algo más ruda y bronca, pero igualmente extraordinaria. Estamos ante una obra muy especial, de un aliento poético incomparable, sin ninguna afectación, sincera y natural, escrita con una voz que parece salir directamente de las entrañas del pueblo chileno. Un texto magnífico.
Esta edición incluye algunas fotos en las que se ve a la autora y sendas presentaciones, todas muy interesantes, de tres poetas chilenos más que notables, nada menos que Pablo Neruda, Nicanor Parra y Pablo de Rokha. Al final, también se pueden encontrar un glosario de chilenismos y una cronología de la vida de Violeta. Se trata de un libro que no es fácil encontrar; parece mentira, pero una edición de 1998 es ya una antigualla. Si lo veis en alguna librería de segunda mano, no lo dejéis escapar. Para buscar títulos como éste, véase ¿Cómo encontrar un libro?.
Violeta Parra (San Fabián de Alico,
1917-1967) fue una poeta y cantautora chilena, además pintora,
escultora y ceramista, considerada una de las folcloristas más
importantes de su país. Nació en la muy creativa familia Parra,
llena de artistas y poetas, hija del profesor de música Nicanor Parra. A
los nueve años ya tocaba la guitarra y compuso sus primeros temas a los
doce. Su padre falleció cuando ella tenía catorce años y, junto a sus
hermanos tuvo que empezar a cantar en bares, posadas, circos, trenes y
cualquier sitio para ganarse la vida. Inició así una carrera como
cantautora popular.
Se dedicó a recuperar la música tradicional chilena, llegó a recoger 3.000 canciones, y en ella se inspiró. Recorrió la Unión Soviética, Alemania, Italia, Finlandia y Francia; se instaló durante cierto tiempo en París. En esos años expuso sus esculturas de alambre en El Louvre y cosechó grandes éxitos con sus conciertos. Regresó a Chile,
instaló un centro folclorista con otros artistas y estudiosos en una
gran carpa, pero no tuvo mucho éxito. Víctima de una depresión, se
suicidó antes de cumplir los cincuenta años.
Sus
canciones han sido versionadas por más de cincuenta artistas y su
influencia ha sido enorme. Hay una película reciente sobre su vida,
titulada «Violeta se fué a los cielos» (2011), de Andres Wood y una web muy interesante dedicada a su vida y obra (http://www.violetaparra.cl/).
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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