martes, 25 de noviembre de 2025

Manolón y Miguelín - João Guimarães Rosa

Título: Manolón y Miguelín
Autor: João Guimarães Rosa
 
Páginas: 288
 
Editorial: Alfaguara
 
Precio: 8,40 euros 
 
Año de edición: 1981
 
Este volumen incluye dos novelas cortas, de 135 y 127 páginas, respectivamente, del gran João Guimarães Rosa, uno de los autores más relevantes de la literatura brasileña del siglo XX, muy desconocido en España, poco editado y apenas leído. Estamos hablando de un escritor superdotado, poseedor de un lenguaje rico, expresivo y arrollador, que no para de contar cosas y aportar detalles con un ritmo altísimo hasta conformar un discurso barroco de gran belleza, poderoso y evocador, que apabulla al lector y le convence de que está leyendo a una figura realmente importante.
 
El entorno en el que se sitúa su literatura es el Sertón (gran desierto), una vasta región geográfica situada al noroeste de Brasil, árida, cruzada por dos grandes ríos, de temperaturas tropicales y muy poca lluvia. Sus habitantes son los sertanejos y la vida se organiza alrededor de grandes haciendas dedicadas a la ganadería y algo de agricultura. Un entorno duro, de campo, en el que creció el autor y ya de adulto, ejerció la medicina.
 
En el primer relato, «Miguelín» en mi opinión, el mejorGuimarães nos cuenta la infancia de un niño de ocho años en el Mutún, «Un sitio bonito, entre cerro y cerro, con mucho pedregal y mucha breña, lejos de cualquier parte». Es un crío muy sensible, algo consentido, en el que no cuesta mucho ver a Guimarães Rosa en sus primeros años, cuya forma de ser choca continuamente con la rudeza de la vida cotidiana en una gran hacienda. Por el texto desfila un elenco de personajes bien caracterizados y peculiares: la abuela Isidra, el adorado hermano Dito, el maestro Deogracias, el severo padre, los peones, el tío Teré, Ñamina, María la negrita, el gato Solosué... En realidad, es una historia de crecimiento, en el que el pequeño conocerá los conflictos de la vida, el amor, la muerte y la esperanza. Todo está contado desde el punto de vista del niño, así que el lector queda sumido en el mundo de una curiosa infancia.
 
En «Manolón», un sertanejo algo emprendedor va a celebrar con una fiesta la inauguración de una pequeña ermita que ha construido en el amplio terreno que gestiona. El dueño está casi siempre ausente, él se encarga de todas las tareas, es el capataz, y sueña con convertirse en hacendado. Sentado en su caballo seguimos sus reflexiones, sus recuerdos y esperanzas. La situación sirve de excusa para que el autor retrate mil detalles de la vida del lugar.
 
El estilo es riquísimo, barroco y conceptista al mismo tiempo, con una alta densidad de información, ritmo. elegancia y sabor a clásico. El autor se inventa neologismos continuamente, giros nuevos y expresiones afortunadas, que se entienden a la primera. El lenguaje está aderezado con localismos, no muchos, de manera que no entorpecen la lectura, como burití (palmera brasileña), aboyar (cantar a los bueyes), yacaré (caimán), coruja (rapaz nocturna), urató (culebra), matungo (caballo viejo y sin raza) o peteca (juguete de cuero y plumas). Al final del libro se incluye un pequeño glosario explicativo. También aparecen costumbres y usos peculiares: la caza del armadillo, una paga en tocino o una madre que guarda los ombligos (las placentas) de todos sus hijos.
 
En fin, dos novelas cortas que describen toda un mundo y una forma de vivir, con un estilo admirable y mucho oficio. Demuestran que el autor es una gran figura de la literatura y bien pueden servir, dada su brevedad, como introducción a su manera de hacer. Muy recomendable para abrir nuevos horizontes de lectura. 
 
Como decíamos, hay pocas obras de Guimarães Rosa editadas en nuestro país: su obra maestra, Gran Sertón: Veredas, algunos libros de relatos y esta obra que nos ocupa hoy, publicada en Brasil en 1967 y editada aquí por Alfaguara en 1981. Es una obra algo difícil de encontrar, puede localizarse en bibliotecas y librerías de segunda mano (véase ¿Cómo encontrar un libro?).
 
La traducción del portugués es obra de la zamorana Pilar Gómez Bedateescritora, editora, profesora, traductora y crítica literaria, catedrática de Literatura Comparada en la Universidad de Puerto Rico y profesora en varias universidades.
 
João Guimarães Rosa (Cordisburgo, Minas Gerais, 1908-1967), autodidacta y niño prodigio, empezó a estudiar francés a los seis años y llego a ser un políglota casi inverosímil: dominaba ocho idiomas, leía cuatro más y conocía parcialmente otros doce. Empezó Medicina a los 16 años, la ejerció durante casi toda su vida, al final ingresó en el cuerpo diplomático y estuvo destinado en Europa y América Latina. Eran los años 40 y ayudó a que muchos judíos escapasen de la maquinaria nazi.

Casi toda su obra literaria se centra en el paisaje y la idiosincrasia de los habitantes del Sertón, una zona semiárida del Nordeste brasileño. Nos dejó siete novelas cortas, varios volúmenes de cuentos, alguno de poesía y una gran novela: Gran Sertón: veredas
 (1956). En 1963 fue aceptado por unanimidad como miembro de Academia Brasileña de Letras. Su muerte a los 59 años, aparentemente de un infarto, está envuelta en el misterio porque la predijo en una de sus novelas y no hay que olvidar su profesión de médico.
 
João Guimarães Rosa
 
Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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