Título: El ancho mar de los Sargazos Autora: Jane Rhys
Páginas: 592 pág.
Editorial: Debolsillo
Precio: 9,95 euros
Año de edición: 2011
Hay novelas que destacan porque llegan a crear una atmósfera enrarecida, construida a base de sugerencias, insinuaciones y misterio, por las que anda el lector sumido en dudas, sin saber del todo qué ocurre y cuando consiguen mantener durante cierto tiempo ese clima con eficacia, se produce ese fenómeno paradójico, que no hace disfrutar de lo inquietante y amenazador.
Eso ocurre en esta peculiar y original novela, que narra la historia de dos personajes cuyas vidas se cruzan en una ciudad con el terrible nombre de Massacre, en Dominica, en pleno Caribe. Por un lado, Antoinette Cosway, hija de unos hacendados en Jamaica que lo pierden todo y un aristócrata inglés arruinado que se casa con ella creyendo resolver así su problemas económicos.
En la primera parte, una Antoinette todavía niña cuenta en primera persona su traumática experiencia, cuando se abolió la esclavitud, los esclavos jamaicanos se rebelaron y sobrevino la debacle. Ella siempre se había sentido discriminada entre los suyos por ser de la Martinica, pero ahora son los negros los que les llaman cucarachas blancas y van a por ellos.
En la segunda parte se alternan como narradores Antoinette y su marido. Se acaban de casar y viajan a una finca de la familia en Dominica. Ella le ama, pero él no tanto. Pronto, los rumores que le llegan sobre la salud mental de su joven esposa alteran la relación. Para colmo, Antoinette decide usar un bebedizo para retener a su marido. El desastre está garantizado. Una niña con un iris tan negro que no se distingue de la pupila, una vieja criada a la que todos temen, experta en vudú, una madre que enloqueció, personajes huidizos que nunca hablan claro, secretos y misterios... todo contribuye a crear una atmósfera opresiva e incómoda.
El libro se cierra con una tercera parte en la que el marido de Antoinette recibe una herencia y la pareja vuelve a Inglaterra con una criada llamada Grace Poole para que cuide a la desequilibrada esposa. El lector se da cuenta de que está leyendo una precuela de «Jane Eyre» y todo cobra sentido.
La novela está bien escrita, con habilidad y oficio, se lee con una facilidad pasmosa y a gran velocidad. Se tratan temas como la discriminación, la desigualdad racial, el desarraigo, la transición postcolonial, el esclavismo, la desorientación del emigrante, lo difícil de la asimilación, la incomunicación y ese arma de destrucción masiva de relaciones afectivas que es la incomunicación. Porque, como dice uno de lo personajes, «Siempre es tarde para decir la verdad».
Una novela poderosa y sugerente, con personajes en crisis que se debaten en un contexto enrarecido y hostil, sin nada sólido en lo que apoyarse, sin nadie en quien poder confiar y así, náufragos en la vida y sin rumbo claro se dirigen hacia el desastre. Un superventas de hace algunos años que vale la pena recuperar y leer. Ha ganado varios premios y le proporcionó a su autora al final de su vida un poco de estabilidad económica y medios para cuidar su quebrantada salud. En cualquier caso, recomendable.
La traducción del inglés es obra de la madrileña Catalina Martínez Muñoz, una de las traductoras españolas de inglés más experimentadas, con unos 250 títulos vertidos al español.
Jean Rhys (Roseau, 1890-1979) fue una novelista anglocaribeña, que realmente se llamaba Ella Gwendolen Rees Williams. Nació en Dominica, cuando aún era colonia británica, hija de un médico galés y una criolla de ascendencia escocesa. A los 16 años, sus padres la enviaron a Inglaterra para que completase su educación. Estudió Arte Dramático y empezó a trabajar como corista, aunque sin mucho éxito. Se hizo amante de un rico corredor de bolsa, abortó y tuvo una vida sentimental bastante ajetreada, que incluyó tres matrimonios. En los años 20 vivió en París durante algún tiempo, llevando una vida muy bohemia, pero que le sirvió para conocer el arte y la literatura de vanguardia. Su alcoholismo se inició en esa época y ya le acompañó toda su vida.
Fue muy amiga de Eliot Bliss, otro escritor, también de procedencia caribeña. Conoció a Ford Madox Ford cuando uno de sus maridos estaba en prisión por estafa. Ford la protegió, le animó a publicar, tuvo una aventura con ella e impulso notablemente su carrera. Sus obras suelen tratar sobre mujeres que se ven desplazadas de sus ambientes naturales y dejadas al capricho de sociedades desestructuradas y con pobres valores familiares, algo que conoció personalmente. Su estilo mezcla técnicas modernistas y de sensibilidades propias de la sociedad caribeña de la que provenía.
Publicó seis volúmenes de relatos, seis novelas largas, un buen número de cuentos sueltos en revistas literarias y una autobiografía. Su obra no cobró relevancia hasta que publicó «El ancho mar de los Sargazos», con 76 años. Falleció a los 88 años.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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