Jonathan Siwft a los 43 años por Charles Jervis
Propósitos para cuando llegue a viejo
- No casarme con una mujer joven.
- No relacionarme con los jóvenes a menos que ellos me lo pidan.
- No ser malhumorado, ni taciturno, ni desconfiado.
- No desdeñar los usos, reputaciones, modas, guerras, ni a los hombres actuales.
- No encariñarme con los niños, ni permitir siquiera que se acerquen a mí.
- No repetir la misma historia una y otra vez a los mismos interlocutores.
- No ser codicioso.
- No descuidar el decoro ni el aseo personal, para no resultar repugnante.
- No ser demasiado severo con los jóvenes, sino mostrar indulgencia con sus locuras juveniles y sus flaquezas.
- No dejarme influir ni prestar atención a los chismes de los criados u otras personas.
- No prodigarme en consejos ni abrumar a nadie, excepto a aquellos que me lo pidan.
- Pedirles a algunos buenos amigos que me comuniquen cuales de estos propósitos quebranto o desatiendo, y que me digan cuando lo he hecho, para enmendarme.
- No hablar mucho, ni siquiera de mí mismo.
- No alardear de mi apostura, vitalidad o fortuna de antaño ante las damas u otras personas.
- No prestar atención a los halagos, ni imaginar que puedo despertar el amor de una joven dama et eos qui hereditatem captat odisse ac vitare (y aborrecer y evitar a quienes ambicionan mi herencia).
- No ser categórico ni porfiado.
- No empeñarme en cumplir todas estas reglas, no vaya a ser que al final no observe ninguna.
Jonathan Swift (Ideas para sobrevivir a la conjura de los necios, 1699)
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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