Título: Sincronicidad Autor: C, G. Jung
Año de edición: 2000
Todos nos hemos topado alguna con coincidencias que desafían las leyes del azar. Tarareamos una canción porque no podemos quitárnosla de la cabeza y al llegar a casa vemos que nuestra hermana la está tarareando también. Soñamos con una pregunta y al día siguiente es la primera del examen. Conocemos a un sueco y ese mismo día oímos por casualidad música sueca, nos hablan de un escritor sueco y un sueco nos para en la calle para preguntarnos una dirección.
Esas coincidencias, digamos llamativas, resultan intrigantes ¿verdad? Pues bien, al famoso psicólogo suizo Carl Gustav Jung también le intrigaban, acuñó el término «sincronicidad», que definió como «la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera acausal», para diferenciarla de la mera coincidencia temporal («sincronía») y escribió esta obra en 1952 sobre ese tipo de fenómenos.
Es decir, cuando no existe relación de causalidad entre dos fenómenos y encontramos coincidencias que superan claramente las leyes probabilísticas, la casualidad parece muy poco probable y podemos hablar de acausalidad y sincronicidad.
Dos mecanismos se nos ocurren que pueden explicar esas situaciones. Por un lado, sabemos poco del azar y los sucesos que parecen ser aleatorios nuca se distribuyen de manera completamente aleatoria. Parece que el azar tiene estructuras que no conocemos en profundidad. La Teoría del caos se ocupa de ello. Por otro lado, el ser humano percibe continuamente patrones y sistematismos, mejor dicho, la percepción conlleva procesos mentales activos que buscan continua e inconscientemente esos patrones.
Posibles explicaciones que calman nuestro racionalismo. Pero aún así hay experimentos cutos resultados son realmente inquietantes. Uno de ellos, los experimentos de Rhine realizados por la marina estadounidense con una baraja de cartas Zener.
Una persona en tierra trataba de adivinar qué cartas iba sacando otro individuo aislado en un submarino atómico. Los resultados daban a veces tasas de acierto un poco por encima de lo que prevén las leyes de probabilidad, pero lo más sorprendente no fué eso, sino que las tasas aumentaban ligeramente cuando los sujetos que hacían el experimento eran personas que creían que era posible la transmisión del pensamiento. Otro ejemplo es que el tanto por ciento de pacientes que se curan tomando placebo en las pruebas de medicamentos aumenta lentamente con el tiempo, lo cual no tiene ningún sentido y hasta ahora parece inexplicable.
Un tema curioso este de la sincronicidad, en el que desde luego hay que mantener un sano escepticismo. Pero si quieres saber algo más sobre esos fenómenos tan curiosos, te recomiendo este libro. Es un análisi completo y riuroso, escrito por uno de los estudiosos más metódico y fiable que se ha enfrentado al problema de explicar esas coincidencias. No es fácil de encontrar, habría que buscarlo en bibliotecas y librerías de lance (véase ¿Cómo encontrar un libro?).
Carl Gustav Jung (Kesswil, Suiza, 1875-1961) fué un psiquiatra y psicólogo suizo, discípulo de Freud y fundador de la escuela de psicología analítica. Señaló la conexión entre la estructura de la psique y la de sus productos, es decir, sus manifestaciones culturales. Esto le llevó a incorporar en su metodología nociones procedentes de la antropología, la alquimia, la interpretación de los sueños, el arte, la mitología, la religión y la filosofía.
Formuló conceptos fundamentales en psicología, como el inconsciente colectivo y los arquetipos. Su influencia en la psicología y otras disciplinas ha sido enorme.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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